
La muerte de Juan José, un bebé de apenas dos meses de nacido, ha generado conmoción en Colombia y ha reavivado el debate sobre el colapso del sistema de salud, particularmente en lo que respecta a la atención neonatal.
El pequeño, que nació prematuramente con serias complicaciones respiratorias, falleció en Buenaventura, Valle del Cauca, mientras su madre imploraba su traslado urgente a una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN).
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La remisión nunca se concretó. La Entidad Promotora de Salud (EPS) Coosalud, encargada de gestionar el procedimiento, no logró conseguir una cama a tiempo.
Desde su nacimiento, Juan José dependía de atención médica especializada para sobrevivir. Su frágil estado lo llevó a enfrentar dos paros respiratorios. A pesar de haber resistido esos episodios, un tercer paro terminó con su vida.
Durante todo el proceso, su madre, Sharon, vivió con la angustia constante de perderlo sin siquiera poder tenerlo en brazos: “Tengo mucho miedo de que a mi hijo le pase algo. Que un día yo lo vaya a visitar y me digan que mi hijo se murió”, expresó la joven madre días antes del desenlace, en declaraciones recogidas por Noticias RCN.
Coosalud: bajo escrutinio por presunta negligencia

En su defensa, Coosalud EPS emitió un comunicado
A través de un comunicado, la entidad aseguró que garantizó una atención integral y continua al menor desde su nacimiento prematuro, ocurrido con tan solo 27 semanas de gestación.
Según explicó Coosalud, el bebé accedió desde el inicio a la red primaria de salud en la ciudad, a través de la ESE Luis Ablanque de La Plata, donde se le brindaron controles prenatales, valoraciones especializadas, atención hospitalaria y de urgencias. Posteriormente, debido a su delicado estado de salud, fue remitido a la IPS Santa Sofía del Pacífico, contratada y habilitada para prestar servicios de alta complejidad, donde recibió hospitalización y atención en una unidad de cuidados intensivos neonatal.
La EPS detalló que el recién nacido permaneció hospitalizado durante 48 días, hasta que su condición requirió una interconsulta con un especialista en infectología. En ese momento, se gestionó su remisión a otra institución, un proceso que actualmente está siendo revisado por Coosalud para determinar la capacidad de resolución de la IPS encargada.
Finalmente, la entidad reiteró su compromiso con una atención humanizada y con el fortalecimiento de la articulación entre los distintos niveles del sistema de salud. “Seguiremos trabajando en beneficio de nuestros usuarios, garantizando la continuidad y calidad del cuidado en cada etapa del proceso”, concluyó el comunicado.
La cama estaba, pero no hubo ambulancia

En contraste con la versión de la EPS, la Secretaría de Salud del Valle del Cauca indicó que sí se había encontrado una cama disponible para el menor. Sin embargo, el traslado no se concretó por falta de ambulancia, lo que terminó por sellar el destino de Juan José.
María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del departamento, calificó el caso como “absolutamente lamentable” y reconoció que la situación es el resultado de una crisis estructural provocada por la debacle financiera del sistema.
El caso de Juan José no es aislado. El Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud han advertido sobre el creciente cierre de Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en diversas regiones del país. Esta situación afecta especialmente a zonas con alta población vulnerable.
El 27 de mayo se conoció el cierre de la UCI neonatal y la sala de partos de la Clínica Chicamocha, en Bucaramanga, Santander. La secretaria de Salud de esa ciudad, Claudia Anaya, explicó que la decisión se debió a la grave crisis financiera que enfrenta el centro hospitalario.

“Esta grave situación para la ciudad de Bucaramanga, cuando se anunció por parte del gerente de la Clínica Chicamocha, el cierre de 17 camas de unidad de cuidado intensivo neonatal en su sala de partos, obedece principalmente a la difícil situación financiera que tienen las redes hospitalarias”, explicó la funcionaria.
Anaya también responsabilizó a las EPS intervenidas por la Superintendencia Nacional de Salud: “Las EPS que han sido intervenidas por la Superintendencia son las que tienen mayor responsabilidad en esto, sobre todo porque los interventores dicen: ‘Respondo por la cartera a partir de la intervención’, pero antes de la intervención no responden por esa cartera”.
Asimismo, advirtió que Bucaramanga presenta un estado crítico debido a que la mayoría de la población está afiliada a estas EPS: “Este es un municipio donde el porcentaje mayor de nuestra población está afiliado a EPS intervenidas, especialmente a la llamada Nueva EPS, que es la que nos está generando mayor problema en el municipio de Bucaramanga”.
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