El precio del dólar no da respiro en Colombia: cerró caro el 5 de junio y la incertidumbre fiscal lo mantiene al alza

De acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD1.425 millones en 2.397 transacciones

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El dólar cerró en un
El dólar cerró en un promedio de $4.097,66 en el mercado colombiano tras dos días consecutivos de caídas - crédito Dado Ruvic/REUTERS

El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 5 de junio en un promedio de $4.097,66. Esto significó una caída de 10,19 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.107,85.

La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.100,00, tocó un máximo de $4.114,80 y un mínimo de $4.085,00. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD1.425 millones en 2.397 transacciones.

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La fragilidad económica en EE.
La fragilidad económica en EE. UU. y la incertidumbre en Colombia alteran la relación entre el dólar y el peso - crédito Luisa González/REUTERS

Con relación a la rentabilidad de los últimos siete días, el dólar estadounidense acumula una disminución 1,02%, de manera que desde hace un año mantiene aún una bajada del 0,83%.

Comparando este dato con el de días previos, acumuló dos sesiones seguidas cayendo. En referencia a la volatilidad de la última semana, fue superior a la acumulada en el último año, de forma que el valor experimenta mayores cambios que la tendencia general.

Comportamiento del mercado

El debilitamiento del dólar estadounidense en torno al nivel de 98.7 refleja no solo una serie de datos macroeconómicos negativos en EE. UU., también una narrativa más compleja sobre el rumbo incierto de la economía global. Esta pérdida de fortaleza de la divisa estadounidense se explica por una combinación de factores estructurales y coyunturales que, en conjunto, están modificando el apetito de riesgo y la lógica de los flujos de capital globales.

El desencadenante inmediato del debilitamiento del dólar son los recientes datos decepcionantes del sector servicios y del mercado laboral norteamericano. La resiliencia que venía mostrando la economía estadounidense tras la pandemia empieza a erosionarse, con señales de agotamiento en el consumo y cierta fragilidad en la contratación. Esto refuerza las preocupaciones sobre una posible desaceleración o recesión técnica, especialmente en un contexto de tasas de interés que aún se mantienen elevadas por parte de la Reserva Federal.

A esto se suma la persistente incertidumbre sobre la trayectoria de la inflación. Aunque los datos recientes muestran una moderación en los precios, aún no hay certeza sobre si se alcanzará de manera sostenible la meta del 2%. Esta ambigüedad limita el margen de maniobra de la Fed y genera dudas sobre los futuros movimientos en política monetaria, lo cual alimenta la volatilidad cambiaria.

Los factores externos e internos,
Los factores externos e internos, como el diálogo EE. UU.-China y posibles cambios en la regla fiscal, generan volatilidad - crédito Photo Free

La leve recuperación del dólar luego de la llamada entre los presidentes de EE. UU. y China es un indicio claro de la alta sensibilidad del mercado a cualquier señal de distensión geopolítica. Aunque el diálogo entre las potencias podría calmar temporalmente los ánimos en los mercados, la guerra arancelaria y el desacoplamiento comercial siguen siendo amenazas latentes. La llamada, más simbólica que sustancial, no resuelve de fondo los diferendos estructurales entre ambas economías.

Además, mientras no haya señales concretas de acuerdos o compromisos mutuos, la incertidumbre seguirá pesando sobre las decisiones de inversión y comercio exterior, afectando especialmente a las economías emergentes con alta dependencia de flujos globales.

En este contexto global, las monedas latinoamericanas muestran una dinámica dispar, aunque en general positiva. Impulsadas por el renovado optimismo en torno al comercio internacional y el apetito por activos emergentes, algunas divisas se fortalecieron con mayor claridad.

La Resiliencia económica de Estados
La Resiliencia económica de Estados Unidos comienza a erosionarse tras débiles datos laborales y de servicios - crédito Dado Ruvic/REUTERS

El peso colombiano tuvo un desempeño más moderado. Aunque inició la jornada con una apreciación significativa del 0,4%, cerró con una leve depreciación del 0,09%. Este giro refleja la desconfianza de los mercados ante señales contradictorias desde el frente fiscal.

Las crecientes preocupaciones por una eventual suspensión de la Regla Fiscal encendieron alarmas en los mercados. La mera posibilidad de que el Gobierno colombiano contemple alterar esta ancla institucional, que es clave para preservar la confianza macroeconómica, genera tensiones cambiarias y pone en entredicho la estabilidad de mediano plazo.

A esto se suma el ruido político y las dificultades para ejecutar el gasto de manera eficiente, lo que eleva el riesgo país y limita el margen de acción del Banco de la República. Aunque la política monetaria sigue siendo prudente, el entorno fiscal podría erosionar su efectividad.