Tres jóvenes resultaron heridos en un ataque sicarial registrado en el municipio de Rionegro, en el departamento de Antioquia, Colombia.

Según la Policía Nacional, el hecho estaría relacionado con disputas entre grupos delincuenciales, específicamente entre la estructura criminal El Mesa y el Clan del Golfo.

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Este incidente se suma a una preocupante escalada de violencia en la región, que ha registrado un aumento significativo en los homicidios durante 2025.

De acuerdo con las autoridades, el ataque ocurrió cuando las víctimas, dos jóvenes de 25 años y uno de 22, se desplazaban desde el sector de San Antonio. Fueron interceptados cerca del estadio Alberto Grisales por hombres que se movilizaban en una motocicleta, quienes dispararon en repetidas ocasiones. Uno de los jóvenes sufrió heridas graves, en el que incluyó dos impactos en la cabeza, mientras que los otros dos presentaron lesiones menores y se encuentran fuera de peligro. Todos fueron trasladados de urgencia a un centro hospitalario para recibir atención médica.

El coronel Óscar Mauricio Rico, comandante de la Policía de Antioquia, explicó en una entrevista con Alerta Paisa, que uno de los heridos estaría vinculado al grupo delincuencial El Mesa y que el ataque podría ser una retaliación por parte del Clan del Golfo.

Según el oficial, estas disputas se originan en el intento del Clan del Golfo por absorber a integrantes de El Mesa, lo que ha generado tensiones internas y actos de violencia. “Hay un hombre que ya tenemos identificado, un sujeto que fue capturado el año pasado, estuvo siete meses privado de la libertad y salió por vencimiento de términos. Sabemos que este sujeto es el originador de varios homicidios en Rionegro y que podría estar detrás de este ataque”, detalló el coronel Rico.

El oficial también señaló que uno de los jóvenes heridos tiene antecedentes por homicidio y concierto para delinquir, además de estar vinculado directamente con la estructura de El Mesa. Los otros dos jóvenes no cuentan con antecedentes penales, pero las autoridades han advertido sobre los riesgos de involucrarse en actividades relacionadas con el tráfico de estupefacientes o con estructuras criminales. “Se han hecho reuniones con estos jóvenes para mostrarles el peligro que implica pertenecer a estas organizaciones, pero han insistido en continuar”, agregó el coronel al medio de comunicación.

La situación de violencia en Antioquia ha alcanzado niveles alarmantes. Según datos oficiales de las autoridades, el departamento ha registrado un incremento del 12% en los homicidios en comparación con el 2024, lo que equivale a 47 asesinatos más. La mayoría de estos crímenes están relacionados con ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales. Este panorama refleja la complejidad de las disputas territoriales y de poder entre grupos criminales como El Mesa y el Clan del Golfo, que buscan consolidar su control sobre actividades ilícitas en la región.

Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y capturar a los responsables del ataque en Rionegro.

En los primeros dos meses de 2025, Bogotá registró 87 homicidios por encargo, lo que refleja una preocupante tendencia al alza en este tipo de crímenes. Según datos presentados por el concejal Julián Espinosa, de mantenerse este ritmo, la capital colombiana podría superar los 607 casos reportados en 2024, el año más violento en la historia reciente de la ciudad en esta modalidad delictiva. Espinosa destacó que estas cifras fueron obtenidas a través de un derecho de petición dirigido a la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) e Interpol.

El concejal resaltó que el sicariato en Bogotá ha experimentado un crecimiento alarmante en los últimos años, multiplicándose por cinco desde 2017, cuando se registraron 120 casos. Este incremento ha consolidado a Bogotá como la segunda ciudad más afectada por este delito en Colombia, solo por detrás de Cali. Durante 2024, el promedio de asesinatos por encargo en la capital fue de uno cada 14 horas, lo que evidencia la gravedad de la situación.

Espinosa atribuyó este aumento en los homicidios por encargo a la falta de medidas efectivas por parte de la administración distrital. En su intervención en el Concejo de Bogotá, señaló directamente al secretario de Seguridad, César Restrepo, por su incapacidad para abordar la crisis. “La inseguridad en Bogotá ha alcanzado niveles críticos. Después de un año y medio en el cargo, el secretario debe dejar de mirar al pasado y atender los problemas reales de la ciudad”, afirmó el cabildante.

El concejal también advirtió que, de continuar la tendencia actual, 2025 podría cerrar con cifras aún más altas que las de 2024. En los últimos ocho años, Bogotá ha acumulado un total de 2.856 homicidios por encargo, lo que, según Espinosa, representa una de las mayores crisis de seguridad que enfrenta la ciudad. “Lo que está ocurriendo es dramático. Este tipo de violencia no solo afecta a las víctimas directas, sino que genera un clima de miedo e incertidumbre en toda la población”, agregó.