Colombiano murió en extrañas circunstancias tras vivir 7 años en Marruecos: sus familiares exigen respuestas

Versiones preliminares indican que se trataría de un homicidio, aunque las autoridades continúan investigando los hechos

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El ciudadano cartagenero habría sido
El ciudadano cartagenero habría sido víctima de violencia en la relación de pareja - crédito Freepik

Dylan Andrés Gamarra Mora, un cartagenero de 31 años que llevaba más de 7 años viviendo en Marruecos, fue encontrado muerto en una villa turística en las cercanías del Faro Portugal, entre Marruecos y Portugal, el sábado 31 de mayo de 2025. El cuerpo del joven fue hallado flotando en la piscina de la villa conocida como Casa Tin Tin, donde se encontraba de paseo.

Ante la gravedad de los hechos, medios locales como Alerta Caribe se comunicaron con los familiares del fallecido, que solicitaron una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de su muerte, ya que consideran que las versiones proporcionadas por las personas que lo acompañaban, incluida su pareja sentimental, presentan inconsistencias.

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De acuerdo con declaraciones de Lucelys Herrera, familiar de Dylan, las autoridades aún no han entregado un informe oficial sobre lo sucedido, lo que desató incertidumbre y preocupación entre sus seres queridos. Además, señaló que las explicaciones ofrecidas por aquellos que estaban con él en el momento de su deceso no son coherentes y que la familia solo ha podido obtener información a través de amigos y compañeros de trabajo del joven.

Ante esta situación, los parientes hicieron un llamado para pedir apoyo del Consulado de Colombia en Marruecos y de las autoridades locales para obtener claridad sobre los hechos y proceder con la repatriación del cuerpo.

Las autoridades están investigando los
Las autoridades están investigando los hechos - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

La pareja de Dylan no aparece

El caso ha tomado un giro aún más inquietante debido a la desaparición de la pareja sentimental de Dylan, que, según las autoridades portuguesas, no ha dado declaraciones ni se ha reportado desde que se encontró el cuerpo. Este hecho ha despertado sospechas sobre su posible implicación en lo ocurrido.

Las investigaciones preliminares apuntan a que el supuesto crimen pudo haber ocurrido en la vivienda turística que ambos compartían, y una de las hipótesis que manejan las autoridades locales está relacionada con violencia de pareja, por lo que no se descarta que el acompañante esté huyendo o que posea información clave para esclarecer el caso.

Entre tanto, las autoridades en Portugal continúan con las indagaciones para determinar qué fue lo que le pasó al joven, mientras que la familia de Dylan enfrenta otro desafío: el proceso de repatriación del cuerpo a Cartagena. Según informó Alerta Caribe, los costos asociados al traslado del cadáver superan los 10 millones de pesos colombianos, una suma que los familiares no tienen cómo cubrir.

Aunque las autoridades consulares colombianas en Lisboa han ofrecido acompañamiento, la familia inició gestiones para recaudar los fondos necesarios a través de diferentes canales, además de habilitar una línea de contacto (3223643009) para aquellos que puedan aportar información adicional sobre el caso y contribuir a que se entregue un reporte oficial.

La muerte de Dylan Andrés Gamarra Mora desató conmoción tanto en su familia como en la comunidad cartagenera, debido a que muchos se identifican con su historia, relacionada con la búsqueda de un futuro mejor en el extranjero y que se vio truncada por un desenlace trágico y lleno de interrogantes.

Los familiares esperan obtener respuestas
Los familiares esperan obtener respuestas y apoyo de las autoridades - crédito Colprensa

Cabe mencionar que este caso demuestra las dificultades que enfrentan los migrantes colombianos y sus familias cuando ocurren tragedias en el exterior, desde la falta de información clara hasta los altos costos de los procesos de repatriación, por lo que los cartageneros están a la espera de la resolución del extraño hecho.

Por su parte, la familia de Dylan se aferra a la esperanza de que las investigaciones avancen y se haga justicia. Mientras tanto, las autoridades portuguesas trabajan para localizar al principal sospechoso, cuya declaración podría ser crucial para esclarecer las circunstancias de la muerte de la víctima.