Experto anticipó las consecuencias que se pueden registrar en Colombia si no se hace algo con las especies invasoras

Un video en el que se observan varios ciervos fue tendencia en Colombia durante la última semana de mayo; a pesar de que hay varias especies de este animal que son oriundas del país, en este caso se trataba de unos de origen asiático.

Se trató de ciervos chitales, que al igual que otro tipo de animales, fueron traídos a Colombia por Pablo Escobar en los 80 para consolidar un zoológico privado en la Hacienda Nápoles.

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Este mamífero es identificado por los expertos por sus manchas blancas y una coloración marrón que desaparece cuando están en una etapa adulta; además, de que se trata de una especie invasora, por qué en la época de celo los machos tienen un comportamiento agresivo.

Con este tipo de ciervos, ya son dos las especies invasoras que tras ser traídas por Escobar se han multiplicado en Colombia, lo que representa un riesgo para los otros animales y el ecosistema.

Para entender la problemática que se registra actualmente en Colombia, en diálogo con Infobae Colombia, el biólogo Andrés Quintero abordó los aspectos más relevantes del tema.

En primer lugar, recordó que no es la primera vez que se habla sobre estas especies en el territorio nacional, y aunque se han ejecutado varias estrategias para mitigar el impacto que tienen en los ecosistemas, la mayoría han sido nulos.

“De los hipopótamos se ha hablado desde que se intervino Nápoles, pero eso no ha significado una intervención real, ha sido más la ayuda o las acciones de fundaciones internacionales, que lo que el Estado ha realizado”.

En ese aspecto, Quintero cuestionó la forma con la que los gobiernos de turno han dejado que la problemática aumente, puesto que se trata de un tema costoso de resolver.

“Desde un principio se habló de llevar a los hipopótamos a otros territorios, pero no es económico. En lugar de buscar una solución o variante, el Estado ha permitido que se multipliquen y que el gasto para una posible solución ahora sea de 10 veces más de lo que era en un principio”.

Tanto en el caso de los hipopótamos, como en el de los ciervos, el biólogo indicó que la esterilización es la solución más razonable, pero recalcó que no se trata de algo fácil de realizar, mucho menos por las especies y la falta de conocimiento que se tiene de ellas en el país.

“Lo han intentado hacer muchas veces, pero en grupos pequeños, en campañas de un número muy pequeño de personas, eso hace que cuando un animal es esterilizado, pues ya hay otros que se están reproduciendo”.

Por último, Quintero destacó que hablar de una solución a corto plazo no es posible, puesto que se trata de una problemática que se ha salido de control en el caso de los hipopótamos, y anticipó que si no se realiza una intervención oportuna con los ciervos, las consecuencias serán similares.

“Ya está el espejo de los hipopótamos, ya está lo que han causado, lo han convertido hasta en un atractivo turístico, es poco alentador, pero no hay razones de peso para creer que puede haber un escenario diferente con los chitales”.

Cabe recordar que, en defensa de los ciervos, expertos han pedido que se realicen estudios para tener datos concretos sobre el número de chitales que hay en el país y su comportamiento.

Sin embargo, aunque se han emitido múltiples alertas sobre los problemas que se podrían registrar si estos ciervos se salen de control, hasta el momento, el plan de control y manejo que tendría que ser liderado por el Ministerio de Ambiente no ha comenzado.