Ni Monserrate, ni Guadalupe: este es el punto más alto y frío de Bogotá, así puede visitarlo

En lo alto del páramo de Cruz Verde, a 3.650 metros, reposa este punto clave. Su rol para la biodiversidad, las reservas de agua y el turismo lo convierte en un lugar único

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Este lugar supera en altitud
Este lugar supera en altitud a los cerros de Monserrate y Guadalupe, aunque es menos conocido y más remoto - crédito Ascenso Andino/YouTube

El Alto de la Viga, ubicado en el sistema montañoso del páramo de Cruz Verde, se erige como el punto más alto dentro del perímetro de Bogotá, alcanzando una altitud de 3.650 metros sobre el nivel del mar. Este punto, aunque menos conocido que los icónicos cerros de Monserrate (3.152 m) y Guadalupe (3.360 m), supera en altura a ambos y representa un símbolo de la riqueza natural que rodea a la ciudad.

Según información del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y de la Alcaldía de Bogotá, este lugar no solo destaca por su altitud, también por su relevancia ambiental, ya que forma parte de un ecosistema clave para la regulación hídrica y pertenece a una de las áreas protegidas más importantes del Distrito capital.

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El páramo de Cruz Verde, donde se encuentra el Alto de la Viga, forma parte del Sistema de Páramos de Sumapaz, reconocido como el páramo más grande del mundo. Este ecosistema es fundamental para la conservación de la biodiversidad y el suministro de agua, ya que los páramos actúan como esponjas naturales que capturan y almacenan agua de lluvia, liberándola gradualmente hacia ríos y acuíferos.

Según reportes oficiales, el Alto de la Viga contribuye significativamente a este sistema, que abastece de agua a gran parte de Bogotá y sus alrededores, consolidándose como un recurso vital para la región.

A pesar de su importancia ambiental, el Alto de la Viga es menos conocido que otros puntos elevados de la ciudad, como los cerros de Monserrate y Guadalupe. Monserrate, con una altitud de 3.152 metros, y Guadalupe, que alcanza los 3.360 metros, son destinos turísticos emblemáticos debido a sus vistas panorámicas y su relevancia histórica y cultural.

Parte del páramo de Cruz
Parte del páramo de Cruz Verde, el Alto de la Viga es vital para regular los recursos hídricos de la región - crédito Ascenso Andino/YouTube

En contraste, el Alto de la Viga, ubicado en una zona más remota y de difícil acceso, representa un desafío para quienes desean explorarlo. Este lugar es especialmente atractivo para los amantes del ciclomontañismo y el senderismo, quienes encuentran en su recorrido una experiencia única en contacto con la naturaleza.

Cómo llegar

El acceso al Alto de la Viga requiere preparación y conocimiento del terreno. La ruta hacia este punto comienza en la ciudad y avanza hacia el oriente, pasando por lugares como el barrio El Guavio y el barrio Los Laches, hasta conectar con la vía al páramo El Verjón. Desde allí, el camino continúa por una trocha en mal estado que asciende constantemente hasta alcanzar los 3.650 metros.

Acceso complicado, abismos y caminos
Acceso complicado, abismos y caminos de lodo hacen del Alto de la Viga un destino exigente y emocionante - crédito Ascenso Andino/YouTube

Este trayecto, que atraviesa paisajes de frailejones y vistas panorámicas, puede ser recorrido en vehículos todoterreno, bicicletas de montaña o a pie. Sin embargo, las condiciones del terreno, que incluyen lodo, abismos y neblina frecuente, hacen que el recorrido sea exigente y demanden precaución.

En la cima del Alto de la Viga se encuentra una estación de monitoreo, ubicada a 3.670 metros sobre el nivel del mar. Este punto no solo ofrece una vista privilegiada del páramo de Cruz Verde y de la ciudad de Bogotá, también resalta la importancia de promover un turismo responsable que respete y conserve los ecosistemas frágiles que lo rodean. La ubicación del Alto de la Viga dentro de un área protegida subraya la necesidad de equilibrar el interés turístico con la preservación ambiental.

Los páramos, como el de
Los páramos, como el de Cruz Verde, actúan como esponjas naturales, clave para el abastecimiento de agua de Bogotá - crédito Ascenso Andino/YouTube

Además de ser un destino para aventureros, El Alto de la Viga es un recordatorio de la riqueza natural que caracteriza la zona boscosa y rural de Bogotá. Su altitud, su papel dentro del sistema de páramos y su contribución a la regulación hídrica lo convierten en un lugar de gran valor ambiental y turístico. Aunque menos accesible que otros puntos de interés en la ciudad, su importancia ecológica y su belleza paisajística lo posicionan como un símbolo de la conexión entre la capital colombiana y los ecosistemas que la rodean.