Esta es la razón por la cual Diomedes Díaz aseguraba que le gustaban más las mujeres feas y también las que trabajaban en el servicio doméstico

Estas son las frases que inmortalizó ‘el Cacique’ en sus canciones, conciertos y entrevistas, en las que también reveló su gusto por las empleadas domésticas: “Son buenas, nobles y sanas”

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Diomedes Díaz inmortalizó varios dichos
Diomedes Díaz inmortalizó varios dichos en los que reveló cuál era su preferencia a la hora de elegir sus parejas - crédito @diomedesdiazvive/Instagram

Cada 28 de mayo, admiradores de Diomedes Díaz recuerdan su natalicio reviviendo momentos del ídolo vallenato.

En esta ocasión, para celebrar el que hubiera sido su cumpleaños 68, seguidores del cantante recopilaron las frases, dichos y refranes que inmortalizó.

El dato curioso es que ‘el Cacique de La Junta’ dejó ver entre líneas, en sus composiciones y espontáneas respuestas a la prensa, el particular gusto que tenía por las mujeres feas y las empleadas domésticas.

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El listado con estas declaraciones que fueron testigo del buen sentido del humor de Diomedes Díaz es largo; sin embargo, este es un resumen de las mejores y en las que habló de sus relaciones sentimentales que tanto generaron controversia en vida y que casi doce años después de su muerte siguen siendo tema de conversación.

Patricia Acosta reveló que es
Patricia Acosta reveló que es un año mayor de Diomedes Díaz y contó cómo fue su primer encuentro - crédito @patriciaisabelacosta/Instagram

El cariño del ídolo vallenato por su gente iba más allá de las palabras.

En sus presentaciones y entrevistas, se reflejaba un hombre que, en medio de las complejidades de su vida personal, mostraba una lealtad incuestionable hacia aquellos que coreaban sus canciones y seguían su carrera.

Pero Díaz, conocido no solo por su música, sino también por sus declaraciones francas y extravagantes, tenía una particular forma de entender las relaciones humanas. Cuando hablaba sobre el concepto de belleza, no era raro que causara polémica.

“A mí me gustan las mujeres feas porque muchos no las miran, en cambio, a las bonitas, sí”, dijo en una ocasión, dejando claro su predilección por aquello que para otros pasaba desapercibido. Ampliando su comentario, agregó: “Me llaman la atención las muchachas del servicio doméstico. Ellas son buenas, nobles y sanas”.

Estas palabras, polémicas para algunos, no fueron pronunciadas con intención de ofender, sino como una suerte de declaración sobre lo que él valoraba.

Otra de las ideas recurrentes en las reflexiones del artista vallenato era su visión sobre la familia.

Para él, el rol de un padre no estaba condicionado por las circunstancias. “A los hijos hay que quererlos, a los hijos hay que cuidarlos. Porque el hijo siempre es hijo, salga bueno o salga malo”, decía con una certeza que lo mostraba como un hombre con valores familiares profundos.

Consuelo Martínez detalló en qué
Consuelo Martínez detalló en qué va el proceso de herencia de Diomedes Díaz - crédito @consuelomartinez.oficial/Instagram

Pero si algo lo hacía atípico, era su filosofía sobre la envidia, un tema que interpretaba con una mezcla de realismo y resignación. “La envidia es una enfermedad incurable como el cáncer. Hay envidiosos con estilo propio y les luce”, afirmaba con su característico estilo directo, que siempre buscaba llevar un toque de humor a cualquier tema, por complejo que fuese.

El también conocido como “el papá de los pollitos” no solo dejó un legado musical inmenso, sino también frases memorables que construyen un retrato de un hombre tan controvertido como genuino.

Su vida estuvo llena de luces y sombras, pero para él, lo fundamental siempre fue mantener la gratitud, ya sea hacia su público, su familia o incluso hacia las mujeres que pasaron por su vida.

Estas son las frases y dichos más recordados de Diomedes Díaz

Entre los recuerdos que dejó el ídolo vallenato, emerge una conexión inquebrantable con sus seguidores.

En más de una ocasión, el artista expresó que debía todo a su público, llegando incluso a convertir ese agradecimiento en música.

“Toditas mis canciones siempre se refieren al amor, pero esta vez me inspiré pa’ cantarle a mi fanaticada. Porque un artista solo, no puede conservar su valor y hay que reconocer que ninguno nace con fama. Por eso yo, con mi fanaticada, siempre contento vivo cada día, cantándoles bonitas melodías, de esas que yo compongo con el alma”, comentó alguna vez al hablar de su proceso creativo.

Diomedes Díaz y Betsy Liliana.
Diomedes Díaz y Betsy Liliana. Crédito: X @ParrandaValle.

Una sonrisa cargada de picardía y una frase que encendía a su público: ese era el sello inconfundible del legendario Diomedes Díaz, quien convirtió su estilo de hablar en un verdadero arte.

“Denme licor que el agua es pa’ las matas” y “Que vivan las mujeres, las dueñas de los hombres y las que nos ponen a trabajar” son apenas algunas de las expresiones que quedaron en la memoria de quienes lo admiraban.

El “Cacique de La Junta”, como se le conocía, no solo fue un maestro en la música vallenata, sino también un poeta popular que hilaba palabras con una naturalidad desbordante.

En cada presentación, improvisaba con agudeza y humor, desafiando a cualquiera a reproducir su carisma inigualable. Una de sus frases más recordadas refleja precisamente esa audacia única: “Como Diomedes no hay otro, ese nunca nacería, y si nace no se cría, y si se cría se vuelve loco”.

A lo largo de su carrera, el cantante construyó un legado tan excéntrico como trascendental. Sus palabras iban desde reflexiones optimistas —”Estoy más contento que un muchacho en recreo y con el raspao en la mano”— hasta declaraciones cargadas de cierto fatalismo: “Mátame guayabo, ya que el amor no pudo”. Cada frase encapsulaba su manera de entender el mundo, siempre con un toque de humor y algo de melancolía.

Los 13 años de romance
Los 13 años de romance entre Yolanda Rincón y Diomedes Díaz dejaron como fruto de su amor un hijo llamado Miguel Ángel Díaz - crédito @migueangeldiaz7/Instagram

Más que un músico, Diomedes construyó una identidad alrededor de su figura. Su devoción a la virgen del Carmen y la cercanía que mostraba con su público lo hicieron un fenómeno irrepetible, dejando una estela de dichos y hechos que incluso años después sigue definiendo su esencia.