Condenan a 41 años de prisión al hombre que mató a su exesposa embarazada

El feminicidio moviliza a las autoridades locales y regionales para dar con el paradero del agresor y judicializarlo por su responsabilidad en el ataque

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El criminal quedó en libertad
El criminal quedó en libertad por vencimiento de términos, cosa que rechazaron los familiares y colectivos feministas - crédito Fiscalía

Durante el 20 de mayo de 2025, se confirmó la condena en contra de Julián Avellaneda Rojas, señalado feminicida de su excompañera sentimental en Ibagué, en un hecho que conmocionó al territorio nacional, teniendo en cuenta que la víctima estaba embarazada al momento de ser atacada a balazos por el criminal durante la jornada del sábado 24 de febrero de 2024.

Más de un año después del fatídico hecho, el Juez Cuarto Penal del Circuito dictó sentencia en contra del criminal por el feminicidio de Stefanny Katherine Bocanegra Murillo, como fue identificada la ciudadana que tenía 31 años al momento de ser baleada por su exesposo. Además, las autoridades de la capital tolimense informaron que tenía siete meses de gestación y el bebé tampoco no logró sobrevivir.

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La condena indica que el sujeto debe pagar 503 meses de prisión, que equivalen a un total de 41 años y 11 meses, además se confirmó una inhabilidad de 20 años para ejercer derechos y funciones públicas.

El feminicida está en libertad

Desde septiembre de 2024 el criminal quedó libre, después de que cumpliera los requisitos para aplicar al vencimiento de términos, debido a demoras en el proceso judicial, por lo que las autoridades continúan buscándolo en esta y otras regiones del territorio nacional.

El país exige justicia en
El país exige justicia en este y otros casos - crédito Camila Díaz/Colprensa

Feminicidio de Stefanny Katherine Bocanegra

La Fiscalía General de la Nación presentó pruebas contundentes que permitieron esclarecer los hechos ocurridos en la salsamentaria donde trabajaba la víctima, que murió tras ser atacada por su expareja, Julián Avellaneda Rojas. Según las investigaciones, el agresor, que había trabajado en el mismo establecimiento años atrás y fue despedido por la pérdida de dinero, llegó armado al lugar y disparó repetidamente contra la víctima.

De acuerdo con el reporte oficial, las grabaciones de las cámaras de seguridad fueron clave para reconstruir los hechos, pues allí se observa a Avellaneda merodeando el local para después obligar a Stefanny a ingresar al establecimiento. Una vez dentro, le disparó en varias ocasiones, impactándola tres veces en el vientre.

Durante el ataque, Pablo César García Ruiz, de 45 años, que trabajaba también en el lugar, intentó intervenir y fue herido con dos disparos en el brazo izquierdo, por lo que Julián Avellaneda Rojas también enfrenta un proceso por tentativa de homicidio.

El fatídico día, la comunidad se comunicó con el cuadrante del sector, que llegó hasta el lugar, donde el criminal amenazó a los uniformados con el arma y realizó disparos, afirmando que se quitaría la vida. Su hermano intentó persuadirlo para que se entregara, pero no tuvo éxito.

Finalmente, los agentes ingresaron al local por la bodega, donde encontraron a García Ruiz herido y lo trasladaron a la Clínica Tolima. Avellaneda fue capturado en el lugar y se le incautó un revólver calibre 38 con seis cartuchos, cinco de ellos percutidos. Al ver que había disparado en contra de la mujer en gestación, la comunidad intentó lincharlo, por lo que este fue evacuado bajo custodia policial.

El feminicidio estremeció al país
El feminicidio estremeció al país al tratarse de una mujer en embarazo - crédito @lavozmayordelto/X

Stefanny Katherine tenía una hemorragia en la cabeza, así que fue trasladada en un vehículo policial a la Clínica Tolima, donde minutos después se confirmó su fallecimiento. Tras las investigaciones, quedó en evidencia un historial de violencia y control ejercido por Avellaneda durante su relación con la víctima.

En el juicio, la Fiscalía reveló que Stefanny Katherine había decidido terminar la relación debido a episodios reiterados de maltrato y control. Avellaneda administraba el dinero que ella ganaba, desarrolló una adicción a las apuestas deportivas y acumuló deudas con prestamistas conocidos como gota a gota. Además, solicitaba créditos a nombre de la víctima, por lo que ella quiso dejarlo, aunque él nunca aceptó la decisión y terminó acabando con su vida.