“Debí escribirte más seguido que te amaba, debí pedirte más fotos”: este fue el sentido mensaje de la hermana de uno de los jóvenes colombianos de una comunidad religiosa que murieron en Ecuador

Las redes sociales siguen llenándose de mensajes de condolencias por cuenta del accidente que se registró en una vía en inmediaciones a Quito, con un saldo de cuatro víctimas, todas de nacionalidad colombiana.

Luego de conocerse sus identidades se confirmó que era un grupo de jóvenes que pertenece a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia.

Las víctimas fueron identificadas como Kaled Orlando Bernal Franco, Juan Sebastián Botello Hurtado, Jhon Anderson Vásquez Castrillo y Milton Alexander Londoño Román, todos músicos e hijos de pastores y hermanos y hermanas de la congregación de esta comunidad evangélica pentecostal.

Los jóvenes celebraban los 88 años de existencia de la comunidad pentencostal, pero las actividades fueron empañadas por cuenta de lo ocurrido la mañana del sábado 10 de mayo de 2025.

De acuerdo con lo que reportaron medios locales, los hechos se reportaron pasadas las 6:30 a. m., y según lo que indicó el reporte de la cuenta en X de la Coordinación Zonal 2-9 ECU 911 Quito, y que en principió se indicó que en total había dejado tres fallecidos y un herido (después se confirmó el deceso) tras el accidente que involucró a una camioneta con matrícula extranjera (Colombia) y un bus en la vía de acceso al barrio Aychapicho, en Alóag (cantón Mejía, sur de Quito).

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Debido a esta partida de los cuatro jóvenes, que representaba a su congregación en eventos a nivel internacional y que se preparaban para ejercer en la pastoral y seguir el mismo camino que sus progenitores, reconocidos cada uno en su comunidad. Todas se unieron con sentidas dedicatorias, y una de ellas fue la de la hermana de Sebastián, Gila Botello, que dejó unas palabras a modo de despedida y para seguir recordando siempre la memoria del joven guitarrista.

A través de una publicación que se conoció la mañana del 11 de mayo de 2025, la joven abrió su corazón a través del mensaje que compartió en su perfil de Facebook, donde arrancó el mensaje diciéndole a Sebastián que lo extrañaba.

“Te extraño, Te amo Sebas eternamente y más allá del sol. Cada minuto que pienso en ti, ruego por favor un milagro del cielo que haga que regreses”, inicia la carta en la que más adelante su hermana aún anhela que nada de esto sea cierto. “Aún me cuesta aceptar que esto es real, porque estoy a la espera de un mensaje que diga ‘hermanita, Vaneta estoy bien ya deja de chillar’ o que inventes una canción graciosa que me haga reír”, sigue la carta.

Seguido a esto, Gila lamentó no poder realizar varios planes que tenía en mente. “Nos prometimos muchas cosas, íbamos a recorrer el mundo juntos lo recuerdas? y la vida decidió hacer caso omiso a nuestros planes”.

En otra parte de la publicación, y como un llamado a saber aprovechar más el tiempo que se tiene con los que más se aman (en este caso los familiares), la joven expresó su impotencia al cuestionarse si en realidad le supo sacar provecho al tiempo que Sebastián la acompañó.

“Me duele pensar que no te disfruté como debí, perdóname! Debí abrazarte más fuerte la última vez que te vi. Debí escribirte más seguido que te amaba, debí pedirte más fotos cada vez que nos veíamos incluso por llamada. Debí viajar contigo cuando pude y debí decirte mucho más la última vez que hablamos”, menciona en su carta.

“Hubiese amado verte aquí a mi lado disfrutando conmigo, hubiese amado verte en mis próximos logros: mi graduación, mi boda tal vez, incluso ver a mis hijos llamarte tío. Lo harán aunque no estés, porque prometo hablarles de ti”, sigue la carta, que se ha sumado a los cientos de mensajes y publicaciones que familiares, amigos y miembros de la comunidad evangélica no solo en Colombia, sino en todo el continente, han expresado su lamento por la partida de estos cuatro jóvenes que hacían parte de la banda Legado.

En algunas de las publicaciones que se han encontrado en redes sociales las palabras de admiración y respeto no se reservaron, y en cada una (como hizo Gila, la hermana de Sebastián), se pueden reconstruir perfiles de jóvenes que servían a su comunidad y que desde cada una de sus profesiones llevaba una vida que estaba ad portas de entregarle por completo con su vocación en cada una de sus comunidades.

En la carta la joven describió a su hermano por “lo apasionado que eras al hablar y al servir a Dios. De lo increíble que siempre fuiste, de lo guapo y hermoso además de inteligente y disciplinado (el paquete completo) prometo contarles (a sus futuros hijos) de lo orgullosos que todos nos sentíamos contigo, Todos (tu familia, tus amigos y hasta las personas en tu trabajo) y no solo por tus logros, sino porque eras tú”.

Pero ya al final, las palabras de la joven se volvieron una promesa mezclada con la aceptación de los designios. “Tú único e inigualable hermanito! Dios! no te alcanzas a imaginar cuanto me duele el corazón, y si lo supieras tal vez no me hubieras dejado así. Pero Dios es bueno y el todo lo hace perfecto. Él también te ama y decidió hacerlo así. Y aunque sigo pidiéndole un ratito más a tu lado, se que me lo dará allá en el cielo”. escribió Gila.

Por último la joven concluyó su mensaje agradeciéndole a Sebastián, que en otro mensaje también se despidió de Kaled, que era un gran amigo de Sebastián. “Gracias por cada consejo, cada palabra de ánimo, de alegría, de energía. Gracias por transmitirme ganas de vivir, de servir a Dios con pasión y entrega, por enseñarme junto a mí hermanito, a disfrutar todo con ojos de turista y un “brutal” siempre de por medio", expresó Gila.

“Gracias por amarme, gracias por demostrarme lo que es el amor y por impulsarme a ser mejor. Allá nos veremos hermanito! Siempre fuiste un guerrero y un ejemplo pero sobre todo un campeón (como dice papá) y hasta el final no dejaste de serlo. Te extrañaré infinitamente. Te amo y seguiré haciéndolo hasta el fin de mis días! Lo prometo”, cerró la carta de despedida de la joven para su hermano.