
Una tormenta institucional se desató al interior de la Corte Suprema de Justicia tras la decisión de ordenar la captura de los congresistas Iván Name y Andrés Calle, ambos expresidentes del Senado y la Cámara, respectivamente.
Aunque el fallo fue aprobado por mayoría en la Sala de Instrucción, los magistrados Héctor Javier Alarcón y Cristina Lombana alzaron la voz para denunciar irregularidades de fondo y forma en el proceso, que podrían minar la legitimidad de la medida.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
El 7 de mayo, el alto tribunal determinó, con una votación ajustada de cuatro votos a favor y dos en contra, que era procedente dictar medida de aseguramiento en contra de Name y Calle por su presunta participación en el entramado de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
La investigación se centra en el supuesto trueque de apoyos legislativos a cambio de dinero por parte de altos funcionarios del Congreso, en beneficio del Gobierno.
Presuntos cambios no autorizados en la ponencia

Uno de los puntos más graves revelados en las últimas horas tiene que ver con una denuncia del magistrado Héctor Javier Alarcón, que alertó sobre modificaciones sustanciales realizadas al texto final de la ponencia, sin que estas fueran socializadas ni sometidas nuevamente a votación, como lo exige el protocolo judicial.
“Se eliminaron y añadieron apartes cruciales que impactaron directamente mis objeciones expuestas durante la discusión”, manifestó Alarcón en su salvamento de voto, conocido por Blu Radio. Según explicó, los cambios se produjeron entre el 6 y 7 de mayo, luego de las sesiones extraordinarias en las que se discutió la ponencia original.
Alarcón fue más allá al indicar que las modificaciones no solo contravinieron la metodología deliberativa de la Corte, sino que constituyen una afrenta personal contra su postura disidente: “Tal hecho resultaría ser tanto como una afrenta personal en la que, así lo percibo, se trata de atacar y aminorar argumentativamente la postura exteriorizada a través de mi intervención disidente individual”, escribió el magistrado.
Además, criticó que el delito imputado, cohecho impropio, no se ajusta con rigor a los hechos investigados. A su juicio, el comportamiento de los congresistas podría encajar mejor en la figura de cohecho propio, dado que habrían actuado directamente en contra de sus deberes funcionales al comprometer la actividad legislativa por beneficios personales.
Alarcón también señaló errores de interpretación legal, como la aplicación indebida del artículo 68A del Código Penal, utilizado para negar otras medidas alternativas a la detención. Este artículo, recordó, solo aplica en etapas posteriores a una condena y no en decisiones preliminares como las que se tomaron en este caso.
Testimonios viciados y compulsa contra otros magistrados

La magistrada Cristina Lombana, que también salvó su voto, denunció que parte fundamental del material probatorio presentado por la Fiscalía —como los testimonios de los exfuncionarios de la Ungrd, Olmedo López y Sneyder Pinilla— fue recabado de manera irregular. En particular, cuestionó las condiciones bajo las cuales se acogieron al principio de oportunidad, advirtiendo que esto podría comprometer la legalidad de todo el proceso.
Lombana, además, fue un paso más allá y presentó una compulsa de copias ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes contra sus compañeros César Augusto Reyes y Misael Rodríguez. La denuncia, revelada por W Radio, se centra en una presunta extralimitación de funciones, específicamente por parte del magistrado Reyes, que según el abogado Oswaldo Medina, sostuvo una reunión previa con él en representación de la excongresista Sandra Ortiz, antes de que esta presentara un testimonio clave ante la Corte.
Durante la diligencia en la que se citó a Ortiz por los casos de los congresistas Julio Elías Chagui y Martha Peralta, Medina habría manifestado que el encuentro con Reyes buscaba garantizar que se certificara la colaboración de su clienta en el proceso del escándalo Ungrd. Lombana sugiere que, incluso, se habrían ofrecido beneficios judiciales a Ortiz por fuera de los canales legales, señalando que “los dos magistrados (...) habrían propuesto beneficios judiciales en los medios de comunicación a una persona que no depende de ellos”.

A pesar de la gravedad de los hechos que rodean el escándalo de corrupción en la Ungrd, los magistrados disidentes insisten en que el respeto al debido proceso no puede ceder ante la presión mediática o el interés político. “El respeto al debido proceso y la ponderación de derechos no pueden ser sacrificados por la presión del escándalo”, enfatizó el magistrado Alarcón en su escrito.
Más Noticias
Agresión contra funcionarios de la Alcaldía de Bogotá: denunciarán penalmente ataque durante operativo de bienestar animal
El operativo, realizado el sábado 10 de mayo, buscaba verificar las condiciones de los animales en venta en Chapinero. Sin embargo, fue interrumpido violentamente por un grupo de comerciantes y habitantes de la zona

Sofía Vergara reveló la relación entre ‘Griselda’ y Jodie Foster: “Se llevó todo”
La “Toty” protagonizó un singular momento durante su paso por el programa de Jimmy Fallon, cuando le recordaron que la norteamericana le superó en los Emmy Awards y los Globo de Oro

Hugo Rodallega calificó de “preocupante” que la tabla de goleadores sea liderada por los “veteranos”
El delantero de Independiente Santa Fe encabeza el listado de artilleros del campeonato colombiano con 10 goles en 17 partidos disputados

Ciro Ramírez volvió al Senado tras recobrar su libertad y envió mensaje a Iván Name: “Pude demostrar mi inocencia”
El congresista enfrentó una investigación judicial por delitos contra la administración pública en el escándalo de ‘Las Marionetas’

“Guerrillero es guerrillero”: la crítica que lanzó María Fernanda Cabal contra los que aplauden el legado de Pepe Mujica
Tras la muerte del expresidente de Uruguay, la senadora del Centro Democrático rechazó que se le recuerde como símbolo de paz o humildad; para ella, su pasado en armas no puede ser ignorado
