Concejo de Bogotá aprueba señales para advertir dónde está prohibido consumir marihuana y otras sustancias

Esto será posible gracias al proyecto de acuerdo 097 de 2025, que fue aprobado el pasado 8 de mayo por el Concejo de Bogotá

Guardar
Persona fumando marihuana | Crédito:
Persona fumando marihuana | Crédito: Colprensa

Las zonas de Bogotá donde no está permitido el consumo de sustancias psicoactivas contarán con avisos visibles que lo informen a la ciudadanía.

Esto será posible gracias al proyecto de acuerdo 097 de 2025, que fue aprobado el pasado 8 de mayo por el Concejo de Bogotá y cuya aplicación está en manos de la actual administración distrital.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

| crédito Secretaría Distrital de
| crédito Secretaría Distrital de Planeación e Imagen ilustrativa Infobae

La propuesta fue liderada por el concejal Andrés Barrios, quien expresó: “La ciudad requiere zonas seguras y libres de drogas, así lo hemos manifestado en infinidad de ocasiones al Distrito”.

El proyecto establece que, además de mantener las restricciones ya existentes, se deberán instalar señalizaciones que identifiquen claramente las áreas en las que no se permite el consumo de estas sustancias.

La base normativa de esta iniciativa se encuentra en el Decreto 825 de 2019. Esta norma prohíbe el porte y consumo de sustancias psicoactivas en espacios como iglesias, centros educativos, fundaciones y otros lugares definidos como zonas sensibles. Sin embargo, hasta ahora no existían mecanismos visuales que facilitaran a los ciudadanos la identificación de estos sitios.

El Concejo indicó que la implementación de la señalización será gradual y estará sujeta a la aprobación del alcalde Carlos Fernando Galán, así como a los recursos económicos disponibles en el presupuesto distrital.

Por esta razón, aún no se ha determinado una fecha precisa para la instalación de los avisos, aunque se confirmó que el proceso se llevará a cabo de forma “progresiva”.

Las zonas donde se colocarán las señales comprenden un radio de 200 metros alrededor de lugares con acceso público o destinados a la atención de comunidades específicas. Dentro de los espacios priorizados se encuentran:

  • Instituciones educativas (las primeras en ser intervenidas)
  • Parques públicos
  • Estadios, coliseos y centros deportivos
  • Plazas y plazoletas
  • Centros de salud públicos y privados
  • Instituciones de atención para menores involucrados en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes
  • Entidades públicas que prestan servicios de protección social

El objetivo de esta estrategia, según lo argumentado por el cabildante que impulsó el proyecto, es reforzar la visibilidad de las normas vigentes en entornos urbanos para prevenir el consumo en espacios donde podría afectar a poblaciones vulnerables, especialmente los menores de edad.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud de Bogotá, en los planteles educativos de la ciudad se ha identificado que 6.098 estudiantes menores de 18 años consumen sustancias psicoactivas dentro de sus instituciones, y de estos, 1.462 presentan comportamientos que podrían catalogarse como adictivos.

Comparendos por consumo de sustancias
Comparendos por consumo de sustancias psicoactivas en el espacio público

Con esta medida, Bogotá se suma a otras capitales del país que ya han implementado acciones similares para delimitar espacios libres de consumo. Algunas de ellas son Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Manizales.

En paralelo, las disposiciones legales sobre el porte y uso personal de sustancias psicoactivas siguen vigentes a nivel nacional.

Según el Decreto 2114 de 2023, la dosis mínima permitida en Colombia incluye hasta 20 gramos de marihuana, cinco gramos de hachís, un gramo de cocaína, dos gramos de metacualona y pequeñas cantidades de otras sustancias.

Sin embargo, ese permiso no exime del cumplimiento de las restricciones sobre los lugares en los que se puede hacer uso de estas sustancias, como los espacios incluidos en el acuerdo aprobado por el Concejo de Bogotá.

En cuanto a la ejecución del proyecto, la responsabilidad recaerá en la Administración Distrital, que será la encargada de definir el diseño, ubicación y progresión de las señales en los diferentes entornos priorizados.

La medida no implica cambios en las normas existentes, sino que busca fortalecer su conocimiento y cumplimiento por parte de la ciudadanía, mediante herramientas visibles que identifiquen claramente las zonas con restricción al consumo.