Bogotá estaría en riesgo ambiental por urbanización desenfrenada de la Sabana: “Está en juego el equilibrio del territorio”

El concejal José Cuesta denunció que iniciativas estratégicas están destruyendo cuerpos hídricos y reservas naturales, mientras avanza un modelo insostenible de desarrollo urbano en la región

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Ecosistemas claves como la Reserva
Ecosistemas claves como la Reserva Thomas Van Der Hammen enfrentan daños irreversibles por obras viales y urbanísticas - crédito Ministerio de Ambiente

Durante el Foro Día del Río Bogotá, el concejal José Cuesta expresó su preocupación por las declaraciones de la exmagistrada Nelly Villamizar, que afirmó que Bogotá y Cundinamarca deben continuar garantizando la demanda de vivienda generada por los flujos migratorios que llegan a la región. Según indicó el concejal, dicha postura fomenta una expansión urbana que considera ambientalmente insostenible, poniendo en riesgo los ecosistemas de la región.

De acuerdo con Cuesta, entre 2010 y 2018 se urbanizaron más de 18.000 hectáreas en la Sabana de Bogotá, y para 2035 se proyecta habilitar 52.000 hectáreas adicionales para expansión urbana. Esas cifras, según el cabildante, contradicen cualquier justificación técnica o ambiental que respalde la continuidad de este modelo de desarrollo. En su intervención, enfatizó que el futuro de la región no puede basarse en la destrucción de su estructura ecológica principal (EEP), que incluye cuerpos hídricos y ecosistemas clave.

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Concejal José Cuesta alerta sobre
Concejal José Cuesta alerta sobre expansión urbana insostenible en Bogotá y su impacto ambiental - crédito Concejo de Bogotá

El concejal también criticó proyectos urbanísticos y viales que, según él, agravan la situación ambiental en la Sabana de Bogotá. Entre las iniciativas mencionadas se encuentran la Autopista Norte, la Alo Norte, el Proyecto Lagos de Torca, la Avenida Suba-Cota y la Avenida Boyacá desde la calle 183 hasta la avenida Guaymaral.

Cuesta precisó que esas obras, que forman parte de las 25 actuaciones estratégicas en la ciudad, están afectando gravemente los ecosistemas de la región. En particular, destacó el impacto del Proyecto Lagos de Torca, que considera uno de los más perjudiciales para la Sabana.

“No entendemos por qué, desde una postura supuestamente técnica y jurídica, se sigue defendiendo la expansión urbana, cuando los datos no la respaldan y cuando está en juego el equilibrio ambiental del territorio”, expresó Cuesta.

Más de 18.000 hectáreas fueron
Más de 18.000 hectáreas fueron urbanizadas en la última década en la Sabana de Bogotá - crédito UTadeo

El cabildante del Pacto Histórico ha sido especialmente crítico con el proyecto Alo Norte, aprobado en el Plan Distrital de Desarrollo del alcalde Carlos Fernando Galán. Según Cuesta, ese trazado afectará irreversiblemente la Reserva Thomas Van Der Hammen, un área que alberga una rica biodiversidad y desempeña un papel crucial en el equilibrio ecológico de la ciudad.

En 2024, el concejal señaló que la reserva incluye humedales como Torca, Guaymaral, La Conejera y Tibabuyes, los cuales están en riesgo debido al desarrollo de este proyecto. Cuesta también denunció irregularidades en el proceso de aprobación del Plan Distrital de Desarrollo. Según el concejal, el proyecto fue rechazado inicialmente en una votación democrática, pero minutos después fue revivido mediante una maniobra que calificó como cuestionable. En ese contexto, mencionó la participación de la concejala Clara Lucía Sandoval, del Partido Liberal, que habría facilitado la recuperación del proyecto en circunstancias que, según Cuesta, no son dignas de una corporación pública.

Alo Norte amenaza humedales y
Alo Norte amenaza humedales y especies en la Reserva Thomas Van Der Hammen, afirmó Cuesta - crédito bogota.gov.co

Para el cabildante, el impacto ambiental de estas iniciativas se traduce en una crisis hídrica que ya afecta a Bogotá. Cuesta afirmó que la capital enfrenta un racionamiento de agua debido a la falta de reservas del líquido, una situación que se agrava con la aprobación de proyectos como la Alo Norte. Además, señaló que en la Reserva Thomas Van Der Hammen, en lugar de promover la conservación, se han desarrollado principalmente negocios inmobiliarios, lo que, en su opinión, estrangula la naturaleza y desconoce el Acuerdo 790 de 2020, que declaró la emergencia climática en Bogotá.

En su intervención, Cuesta hizo un llamado a replantear el modelo de desarrollo de la ciudad y la región, promoviendo un enfoque que respete los límites ambientales y garantice la estabilidad climática del territorio. El cabildante fue enfático que es fundamental priorizar la conservación de los ecosistemas y la conectividad de los cuerpos hídricos para asegurar un futuro sostenible para Bogotá y la Sabana.