Ave de rapiña causó pánico en aeropuerto Ernesto Cortissoz, de Barranquilla

El animal causó incomodidad entre los pasajeros que planeaban volar a primera hora del Día de la madre

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El animal causó incomodidad entre
El animal causó incomodidad entre los pasajeros que planeaban volar a primera hora del Día de la madre - crédito @zonacero / X

Cual pasajero, un gallinazo o golero fue visto paseándose por el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, el domingo, 11 de mayo, por la mañana.

El animal, perteneciente al grupo de los buitres, entró por una ventana y se paseó por los pasillos, counters e, incluso, oficinas de la terminal aérea, según la platafroma Zona Cero.

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Varios de los pasajeros que tenían sus vuelos programados a primera hora del Día de la madre, se mostraron aterrados por el tamaño del animal, que bien podría alcanzar una envergadura de 74 cm.

Inquietos, solicitaron que el aeropuerto ejerza un mayor control sobre las aves que se acercan a la terminal, para evitar incidentes. Además, cuestionaron las medidas de salubridad en sus alrededores; ya que estas aves suelen verse atraídas por la carroña.

Pasajeros pidieron que se revisara que acumulaciones de basura no estuvieran cerca de la terminal - crédito Zona Cero

¿Por qué las aves son un peligro para la mayoría de aviones, pese a la diferencia de tamaños?

El impacto de aves contra aeronaves representa un desafío constante para la seguridad aérea, especialmente en las proximidades de los aeropuertos, donde se concentra la mayoría de estos incidentes. Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el 90% de los choques con aves ocurren cerca de estas instalaciones, principalmente durante las fases de despegue y aterrizaje, cuando los aviones operan a altitudes más bajas y coinciden con la mayor actividad de las aves.

Entre 2008 y 2017, la Junta Australiana de Seguridad en el Transporte registró 16.626 choques con aves, mientras que en 2022, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos reportó 17.200 incidentes similares. Uno de los casos más emblemáticos en la historia de la aviación ocurrió en 2009, cuando el vuelo 1549 de US Airways impactó contra una bandada de gansos canadienses poco después de despegar del aeropuerto de LaGuardia, en Nueva York. Este incidente, conocido como el “Milagro del Hudson”, culminó con un aterrizaje de emergencia en el río Hudson, ejecutado por el piloto Sully Sullenberger, quien logró salvar a todos los ocupantes del avión.

Aeropuertos de los Estados Unidos
Aeropuertos de los Estados Unidos llegaron a registrar hasta 17.000 accidentes en solo un año - crédito Ben Curtis / AP

El daño causado por los choques con aves afecta principalmente a los motores de las aeronaves, en particular a los motores turbofan utilizados en modelos de fabricantes como Boeing y Airbus. Estos motores operan mediante un sistema de aspas que comprimen el aire antes de la combustión. Según explicó un especialista a CNN, el impacto de un ave puede dañar gravemente estas aspas, lo que podría derivar en la falla total del motor. Para evaluar la resistencia de los motores, los fabricantes realizan pruebas disparando pollos congelados a alta velocidad contra ellos mientras están en funcionamiento.

Aunque los aviones comerciales de gran tamaño son los más afectados, los impactos con aves también representan un peligro significativo para aeronaves más pequeñas, especialmente aquellas con un solo motor. Desde 1988, se han registrado 262 muertes y la destrucción de 250 aviones debido a este tipo de incidentes. Según una circular de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil del gobierno australiano, la mayoría de los choques ocurren durante las primeras horas de la mañana o al atardecer, momentos en los que las aves están más activas.

Algunos aeropuertos emplean emplean explosiones
Algunos aeropuertos emplean emplean explosiones de gas que imitan el sonido de una escopeta para ahuyentar a las aves - crédito Kyodo News / AP

Para reducir el riesgo de estos incidentes, los aeropuertos han implementado diversas estrategias. Según la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil, se utilizan radares para rastrear bandadas de aves, aunque esta tecnología aún no está disponible en todo el mundo. Además, se emplean explosiones de gas que imitan el sonido de una escopeta para ahuyentar a las aves, así como la siembra de pastos y plantas que no resultan atractivos para ellas. Estas medidas buscan minimizar la presencia de aves en las inmediaciones de las pistas de aterrizaje y despegue.

El primer choque documentado entre un avión y un ave ocurrió en 1905, cuando Orville Wright impactó contra un ave mientras volaba sobre un campo de maíz en Ohio, Estados Unidos. Desde entonces, estos incidentes han sido una preocupación constante para la aviación. Los patrones migratorios de las aves, que varían según la estación, influyen en la frecuencia de los choques, aunque el número de incidentes sigue siendo elevado.