El vínculo del “carnicero nazi” con Pablo Escobar y el crecimiento del narcotráfico en Latinoamérica

Un medio alemán expuso la relación que tuvo una de las figuras más llamativas de la Segunda Guerra Mundial con capos en América del Sur

Guardar
El nazi habría sido el
El nazi habría sido el vínculo entre Escobar y los narcos de Bolivia - crédito Montaje Infobae (Colprensa/AFP)

Pablo Escobar sigue siendo referenciado como el mayor criminal en la historia de Colombia, siendo una de las figuras que consolidó el narcotráfico en el país cafetero y que en la guerra que protagonizó con el Estado provocó de manera directa e indirecta la muerte de miles de ciudadanos.

Los actos del capo antioqueño han provocado que se le compare con diferentes criminales; sin embargo, hasta la fecha no se tenía conocimiento de su vínculo con una de las figuras más recordadas de la Segunda Guerra Mundial.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Ha generado sorpresa que el medio alemán Der Spiegel publicará un informe en el que aseguran que Klaus Barbie, conocido como el “Carnicero de Lyon” o el “Carnicero Nazi”, fue vital en la consolidación del negocio del narcotráfico en Colombia y Bolivia.

Barbie, que fue uno de los hombres de confianza de Adolf Hitler, es recordado en la historia por ser el jefe de la Gestapo en Lyon, Francia, un centro vital de la resistencia durante el conflicto global.

El alemán murió en una
El alemán murió en una prisión de Francia en 1991 - crédito AFP

En la investigación relacionan al alemán con Escobar y con el narco Roberto Suárez, recordando que tras la guerra Barbie se radicó en Bolivia con el nombre de Klaus Altmann, años más tarde se convirtió en el asesor de seguridad del criminal llamado en el “Rey de la cocaína”.

El medio citado indicó que tras la llegada de Barbie al círculo cercano de Suárez se registró la primera alianza entre las estructuras criminales de Bolivia y Colombia, siendo el alemán una ficha clave de los acuerdos pactados.

Se estima que Klaus Barbie utilizó su conocimiento en conflictos internacionales y seguridad, para convertirse en un intermediario entre el narco boliviano y los militares de este país, nexos que luego traslado para consolidarse como un aliado de Pablo Escobar para el transporte de la droga hasta Estados Unidos.

Barbie fue el jefe de
Barbie fue el jefe de seguridad del narco boliviano a finales de 70 y comienzo de los 80 - crédito EFE

Der Spiegel afirma que con el dinero de la alianza con los colombianos, los narcos bolivianos alcanzaron un poder financiero que les permitió financiar el golpe de Estado de 1980, que contó con presencia de mercenarios nazi.

Los informes oficiales han indicado que en el golpe de Estado había un grupo conocido como los “Novios de la muerte”, que se trataba de mercenarios que tenían un cuartel general con referencias a los nazis y la línea de pensamiento de Hitler.

El medio alemán indicó que la CIA tenía conocimiento de la presencia de Barbie en Bolivia, provocando que se registrara su captura y extradición a Francia en 1983, cuando ya en Colombia se había consolidado el cartel de Medellín al mando de Pablo Escobar.

Cabe recordar que Barbie fue condenado en Europa a cadena perpetua en 1987 por sus crímenes contra la humanidad durante la ocupación nazi en Francia; murió cuatro años después en prisión.

Escobar convirtió a Colombia en
Escobar convirtió a Colombia en el país que más enviaba cocaína al resto del mundo - crédito Colprensa

En caso de que lo expuesto por el medio alemán sea correcto, esto respondería múltiples preguntas que hay sobre la forma en que Pablo Escobar logró tener un vínculo con narcos bolivianos para consolidar el negocio ilícito de la cocaína en el territorio cafetero.

Cabe recordar que en los 80 y 90 comenzó la expansión de los cultivos de hoja de coca en Colombia, una problemática que se mantiene en la actualidad.

Además, el cartel de Medellín también aprovechó la crisis diplomática de Bolivia para consolidar a Colombia como el país que más exportaba droga a Estados Unidos y Europa, aprovechando la cercanía de capos como Carlos Lehder con líderes en Centroamérica para conformar rutas que se mantuvieron durante años, llegando al punto de trabajar en conjunto con las dictaduras de Panamá y Nicaragua.