Álvaro Uribe ratificó su inocencia con una contundente frase: “No quiero que a mis nietos le digan que su abuelo fue un mentiroso”

El 8 de mayo de 2025, en la Sala 44 Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá, comenzó el día 36 del juicio contra el expresidente de la República Álvaro Uribe Vélez por los presuntos delitos de fraude procesal y soborno de testigos en 2018.

El líder político del Centro Democrático, bajo declaración juramentada, habló sobre la relación de su exabogado defensor Diego Cadena y el exparamilitar Carlos Enrique Vélez, alias Víctor.

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En la diligencia, el exsenador dijo que nunca tuvo conocimiento de las acciones del abogado Cadena. Además, confirmó que fue informado sobre la escritura de la declaración, pero no de la radicación de la carta ante la Corte Suprema de Justicia, una decisión que, según él, fue autónoma del litigante.

“Yo nunca hablé con el doctor Diego Cadena para que delegara en alguien de su oficina verificaciones. Esos son trabajos que hacía mi abogado en ejercicio, y él lo hizo autónomamente, sin mi autorización”, sostuvo.

Una vez que terminó su declaración, el expresidente se retiró de la sala y a su salida habló con varios medios de comunicación sobre sus percepciones del caso y el testimonio que rindió ante la justicia colombiana.

Uribe Vélez agradeció a su equipo de abogados, que ha trabajado incansablemente para demostrar su inocencia. “Agradecer al equipo de mi defensa encabezado por los doctores Granados, Lombana, al doctor Juan Felipe, el doctor Franklin Asesores como el doctor Barraza, nuestro abogado internacional, el doctor Víctor Mosquera”.

Y agregó: “He dicho que tanto a la señora juez como a la señora fiscal que hizo el contrainterrogatorio, que cualquier impertinencia me la perdone. Esto se hizo con amor a la patria”.

El exgobernador de Antioquia también explicó que una de las razones por las que se ha expuesto al juicio es para limpiar su nombre y demostrarle a su familia, en especial a sus nietos, que no es un mentiroso, sino una persona honorable.

“Yo en mi vida pública he procurado siempre decir la verdad. Tengo unos nietos que no quiero que les digan que su abuelo era un mentiroso. Tengo una familia que quiero mucho”, señaló.

A propósito, dijo que, pase lo que pase, su intención es enviar un mensaje a los colombianos sobre el respeto hacia las instituciones y la decisión de afrontar los procesos legales con transparencia, puesto que lo considera un deber con la patria.

“Quiero esta patria y espero que este ejercicio de cuatro días, no fácil, sea un humilde aporte para que en la política de este país se piense que todos tenemos que respetar las instituciones, así haya discrepancias”.

Esta no es la primera vez que el expresidente habla sobre la intimidad de su familia. El 7 de mayo de 2025, mientras pedía a la jueza del caso permiso para comunicarse con su personal de seguridad, que no habían tenido su hora de almuerzo, reveló una solicitud que hizo a sus hijos que debían cumplir a cabalidad cuando se muera.

De acuerdo con el testimonio del exsenador, sus hijos están en la obligación de cuidar a toda persona que se ha encargado de su seguridad y la de su familia, porque su labor ha sido de vital importancia.

“Yo le he dicho a los hijos míos: cuando yo me muera, cuiden las personas que nos han dado seguridad. Para mí es algo muy del alma”, explicó.

La juez autorizó la comunicación, a lo que el exgobernador de Antioquia dijo: “Me informan que personal de seguridad ya tienen el almuerzo, entonces no sé si procedemos de una vez el receso, creo que fue con inmediatez”.

Así las cosas, la juez dijo: “Como ya tienen el almuerzo asegurado, entonces vamos a hasta la 13:00 de la tarde, el receso para el almuerzo”.