Se conocen nuevas declaraciones del asesino Brayan Campo, sobre su violento ataque a Sofía Delgado: “En esos días me empezó a maquinar la cabeza”

El confeso asesino de la pequeña de 12 años que fue violentada hasta la muerte ofreció su versión del feminicidio; habló de brujería, psicoanálisis, voces internas y la sensación de “desaliento”

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Brayan Campo testificó lo que
Brayan Campo testificó lo que estaba sucediendo en su mente cuando acabó con la vida de Sofía Delgado - crédito redes sociales/X

En pleno inicio de su larga condena de 58 años y tres meses, y en el centro penitenciario donde cumple su castigo, Brayan Campo, el feminicida confeso de la niña Sofía Delgado, ofreció su primera entrevista.

Lo hizo para el canal de Youtube Conducta delictiva, para el que narró con frialdad los detalles del crimen que estremeció a Colombia el 29 de septiembre de 2024, y que dejó sin vida a la pequeña de 12 años, en el Valle del Cauca.

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Lo que conoce el país es que ese día, en el corregimiento de Villagorgona, en el municipio de Candelaria, Sofía, entró al local comercial de Brayan Campo para comprar champú. Nunca salió con vida.

El hombre, dueño del negocio, la asesinó y abandonó su cuerpo en un cañaduzal cercano, en la vía Candelaria–Florida.

Más de siete meses después, el país vuelve a estremecerse con las declaraciones del autor del crimen, con las que describió las situaciones previas y paralelas al asesinato. Habló sobre lo que estaba pasando en su interior.

En la entrevista, Campo intentó explicar lo que hizo. Cuando le preguntaron por qué cometió el crimen, respondió sin rodeos que “sentía un desaliento”.

Días antes de que yo cometiera el crimen, yo sentía como un desaliento. Le cogí pereza a ir a trabajar, le cogí pereza a ir a mi negocio, le cogí pereza al estudio; cancelé el semestre, no seguí. Le cogí pereza a ir al gimnasio”, testificó en el diálogo.

Sospechas de esoterismo

A lo largo de sus declaraciones, apeló a razones esotéricas, psicológicas y personales. Dijo haber sospechado de “brujería” realizada en su contra por una expareja, con quien mantenía una relación informal antes de establecerse con su actual esposa.

La familia y comunidad de
La familia y comunidad de Sofía Delgado reciben la sentencia como un acto de justicia - crédito Leidy Zuñiga/Facebook

“Y no sé si ustedes creen en la brujería o no, pero pues, uno busca razones. Uno busca la razón psicológica, uno se hace un autoanálisis del porqué. De pronto en la infancia de uno hubo algo que generara que uno tuviera ese tipo de pensamientos, o lo de la brujería”, aseguró.

De hecho, relató que tuvo “una infancia dura porque mis papás se separaron desde muy pequeño. Mi mamá se fue”.

De acuerdo con sus declaraciones, el confeso asesino habría descubierto que la mujer en cuestión se había comunicado con una supuesta pitonisa (mujer dedicada a la adivinación) que le prometía separarlo de su familia.

“Ella le escribía que me separara de la mamá de la niña, que me separara de la niña, de mi familia, y que solo tuviera ojos para ella”, dijo, y agregó que la mujer habría pagado 450.000 pesos por esos hechizos.

La antesala del crimen

Las declaraciones también fueron recogidas por el medio Semana. Allí se consignó que Campo explicó que, en los días previos al crimen, además de perder el interés por todo, su esposa, Evelyn Rodas, le advirtió que en su casa “les estaban tirando cochinadas”, en referencia a supuestos rituales.

Rodas se mostró triste cuando
Rodas se mostró triste cuando Campo le reveló su responsabilidad en el crimen de Sofía Delgado - crédito Jay Alarcón- True Stories / Facebook

Además narró cómo en su mente comenzaron a surgir imágenes perturbadoras: “Me empezó a maquinar la cabeza… me imaginaba matando a una mujer ‘x’. Era como una presión, una voz interna que me decía que cometiera ese delito. Y en mi mente visualicé como a dos mujeres adultas, pero nunca lo hice, solo me lo imaginaba”, testificó.

El día del crimen

El relato de Campo sobre el 29 de septiembre es aún más escalofriante. Según dijo, poco antes del crimen, fantaseó con asesinar a otras mujeres que pasaban frente a su local, pero no se atrevió.

“Me senté en el andén del local y pasó una pelada por ahí de 20 años. Me llegó el pensamiento de entrarla y quitarle la vida. No tomé la decisión. Al rato, pasó otra más joven, a ella sí le hablé y le dije que ingresara, pues le iba a regalar algo. Sin embargo, no fui capaz, intenté cerrar la puerta”, contó.

Minutos después se encontró con Sofía, que entró inocentemente al local. “Le dije que ingresara, que le iba a regalar algo. Cuando lo hizo, le golpeé la cabeza (...) Luego volví a aterrizar y no sabía qué hacer”, relató.

Especificó que mató a la pequeña de un golpe con una cuchara con la que dispensaba el alimento para animales. Dijo que Sofía no sufrió y que su muerte fue rápida.

Momentos tras la muerte de la menor

Después de cometer el crimen, Campo se fue a almorzar con su esposa. “Mi mente no estaba ahí (...) después de eso dejé a mi suegra en su casa. Volví a mi casa, y después le dije a mi esposa que iba para el mecánico, y regresé al local. En ese momento, decidí llevar el cuerpo a un cañal”, confesó.

Tras cometido el doloroso delito, afirmó que intentó limpiar la escena. Las autoridades, según reconoció, hallaron rastros de químicos durante la investigación.

Confeso asesino de Sofía Delgado
Confeso asesino de Sofía Delgado llegó finalmente a La Tramacúa de Valledupar - crédito Inpec

Su testimonio, más allá de ofrecer respuestas, parece multiplicar el horror. En su propia reflexión, apenas llega a preguntarse: “Ahora me pregunto yo, pues pensando esas cosas tan macabras, ¿por qué no busqué ayuda espiritual o psicológica? Pero bueno, ya pasó”.

Incluso, dijo que está “muy arrepentido de lo que hice, pero no porque esté en la cárcel. Cuando estaba libre, fui a la iglesia, compre un velón y escribí: «Perdón, Sofía»“.