Capturaron a siete hinchas del Bucaramanga tras intento de robo de bus en la localidad de Usme: secuestraron al conductor

Un enfrentamiento entre un grupo de sujetos que vstían camisetas del Atlético Bucaramanga y la Policía Metropolitana de Bogotá desató caos en el portal de Usme.

Según reportes difundidos en redes sociales, los incidentes ocurrieron en la noche del sábado 3 de mayo, tras el partido disputado por el equipo santandereano contra el club Llaneros en Villavicencio, correspondiente a la decimoséptima jornada de la Liga BetPlay.

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Las imágenes viralizadas mostraron al grupo de aficionados del Atlético Bucaramanga intentando robar un bus de servicio público y al parecer, habrían amenazado al conductor del mismo en el sur de la ciudad.

Segundos después, los hinchas protagonizaron enfrentamientos con las fuerzas del orden en medio de un operativo de control, mientras eran seguidos por varias motocicletas de la Policía Metropolitana de Bogotá.

Los uniformados dispararon a las llantas para inmovilizarlo y segundos después, uno de los oficiales apuntó su arma al conductor del bus, logrando que se detuviera.

Los seguidores del equipo denunciaron presuntas agresiones e irregularidades por parte de los agentes policiales. Por su parte, las autoridades intentaron contener la situación y restablecer el orden público en la zona.

La Policía Nacional logró detener a siete pasajeros del vehículo por los delitos de lesiones personales, daño en bienes del estado y violencia contra servidor público.

“Al momento que los policías intervienen estos responden violentamente contra los uniformados causando daños a una motocicleta de la institución y huyen en el bus que los transportaba, sometiendo al conductor con arma cortopunzante, obligándolo a conducir sin detenerse y en exceso de velocidad”, informó la institución.

El concejal de Bogotá Leandro Castellanos se refirió a través de sus redes sociales sobre los hechos: “Rechazo los hechos violentos ocurridos en Usme, donde presuntamente hinchas del fútbol se robaron un bus y secuestraron al conductor. Luego de una persecución, estos hinchas fueron detenidos. El deporte debe unirnos, no ser excusa para la delincuencia. ¡Así no es!“, expresó en su cuenta de X.

Por su parte, la barra Fortaleza Leoparda Sur se refirió a los hechos a través de un comunicado en sus redes sociales. “Desmentimos de forma categórica las acusaciones que señalan a nuestra barra como responsable del supuesto ‘secuestro’ de un bus. El vehículo en cuestión fue contratado previamente por nuestra organización para realizar un recorrido específico con nuestros integrantes. No se trató de un robo ni retención ilegal”, se lee en uno de los apartes del documento.

Entre líneas seguidas, continuaron explicando sobre la situación: “cuando los buses de la Fortaleza Leoparda Sur transitaban por la localidad de Usme (Bogotá), fueron emboscados por integrantes de otras barras, quienes atacaron de manera premeditada y violenta con objetos contundentes y armas blancas, poniendo en grave riesgo la vida e integridad de nuestros miembros".

Fue así como aclararon que “el bus que fue atacado provenía de Villavivencio con destino a Bucaramanga, y transportaba hinchas que habían asistido al partido de nuestro equipo. La agresión se dio a la entrada de Bogotá, sin ningún tipo de prevención o acompañamiento por parte de las autoridades. La respuesta de la Policía nacional fue parcializada y violenta, reprimiendo exclusivamente a nuestros integrantes, mientras los agresores escapaban impunemente”.

El enfrentamiento entre hinchas del Cúcuta Deportivo y residentes del municipio de Tolú, en el departamento de Sucre, dejó un saldo trágico que obligó a la suspensión del partido programado entre los equipos Jaguares de Córdoba y Cúcuta Deportivo.

Según informó la Dimayor, el encuentro, correspondiente a la fecha 11 del Torneo BetPlay, debía disputarse en el estadio Arturo Cumplido Sierra de Sincelejo el domingo 13 de abril a las 3:45 p. m., pero los graves incidentes registrados la noche anterior hicieron imposible su realización.

De acuerdo con información preliminar, los disturbios comenzaron cuando hinchas del equipo visitante se hospedaron en Tolú antes del partido. Según reportes, estos seguidores habrían protagonizado actos de vandalismo en el municipio, lo que derivó en enfrentamientos con residentes locales.

Además, se registraron choques con hinchas del Junior FC, lo que intensificó la violencia. En un principio, se informó sobre la muerte de un hincha del Cúcuta Deportivo, identificado como Charlie Ricardo Figueroa Rojas. Sin embargo, la barra oficial del equipo, conocida como “La Banda del Indio”, denunció que el saldo real fue de tres fallecidos, varios heridos y personas desaparecidas.

Los agresores habrían utilizado piedras, armas de fuego y armas blancas para atacar a los seguidores del Cúcuta Deportivo. Además, denunciaron que los atacantes incendiaron una motocicleta y un hotel donde se encontraban hospedados algunos de sus integrantes.

En el comunicado, los barristas rechazaron las acusaciones de vandalismo y aseguraron que fueron víctimas de un ataque injustificado.