Emilio Tapia, condenado por corrupción, pidió perdón al país por el escándalo de Centros Poblados: “La plata no se perdió”

Emilio Tapia, empresario condenado por múltiples casos de corrupción en Colombia, dio una entrevista a una emisora en la que se refirió a sus antecedentes legales.

Centros Poblados, considerado uno de los escándalos de corrupción más graves de los últimos años en el país, fue el tema principal en el que Tapia rindió sus versiones en una entrevista con la W Radio.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Tapia fue condenado por liderar una red que, mediante documentación fraudulenta, logró adjudicarse un contrato estatal de 1.3 billones de pesos, destinado a llevar internet a escuelas rurales durante la pandemia.

En sus declaraciones, el empresario aseguró que no actuó con dolo y que asumió la responsabilidad por una “omisión”, alegando que confió en que las garantías estaban en regla y que el Ministerio de Tecnologías de la Información no hizo las verificaciones pertinentes.

“La reincidencia no es universal. Si alguien estudia mi error en el caso, comprenderán que fue un enorme descuido de mi parte, una falta de verificación, por eso asumí mi responsabilidad por omisión", explicó Tapia en diálogos con el medio mencionado.

“Teníamos confianza de que ya había expedido casi trescientas pólizas. ¿cuántas personas verifican cuando su compañía de seguros le envía póliza a su correo y llaman a verificar?”, cuestionó.

Estas afirmaciones fueron recibidas con escepticismo por los periodistas de la emisora, quienes le recordaron que es reincidente en delitos de corrupción.

“Asumí la responsabilidad por omisión, pagué lo que me correspondía privado de la libertad”, afirmó Tapia, insistiendo en que ha aprendido de los errores del pasado.

Frente a los recursos públicos del contrato fallido, Tapia sostuvo que “la plata no se perdió”, y que fue invertida en la ejecución del proyecto.

Sin embargo, informes de la Fiscalía y de organismos de control citados durante la entrevista contradicen esta versión, señalando que parte del anticipo fue usado para gastos personales, como vuelos privados y bienes en el exterior.

“Hoy aprovecho la oportunidad para pedirle perdón al país y a mi familia, porque no me canso de pedir perdón por el tiempo que le quité a mis hijos. Ahora no voy a dejar de estar ni un minuto”, afirmó finalmente Tapia en diálogos con la W Radio.

Además del caso Centros Poblados, la entrevista abordó las recientes denuncias que lo vinculan con una presunta intención de intervenir en la operación logística de la empresa Copservir, que administra Drogas La Rebaja.

La investigación involucra a entidades como la Uiaf y varias superintendencias, y se centra en supuestos encuentros entre empresarios, abogados y figuras políticas para definir el futuro de la compañía, que enfrenta procesos de extinción de dominio.

Tapia negó de forma categórica cualquier interés en el manejo de esa empresa: “Mi interés es cero. No me interesa en lo más mínimo”.

También rechazó haber tenido participación en reuniones celebradas en julio de 2023 en la Casa de Nariño, donde se discutieron temas relacionados con Drogas La Rebaja. Aseguró que se enteró de esos encuentros por comentarios de terceros.

Otro de los puntos discutidos fueron los presuntos vínculos entre Tapia y abogados o empresarios cercanos al manejo logístico de Copservir.

En particular, se mencionó a Manuel Sánchez, abogado que habría planteado propuestas sobre el programa Foam, encargado del suministro de medicamentos para el magisterio.

Tapia respondió que su relación con Sánchez es del pasado y que no ha concretado negocios con él ni con otras personas mencionadas en las investigaciones. “No he hecho ningún negocio con las personas mencionadas”, dijo.

La entrevista también abordó la relación de Tapia con el exgobernador Juan Carlos Abadía, actualmente detenido. Tapia reconoció haber conversado con él sobre diversos temas, incluyendo menciones superficiales a Drogas La Rebaja, pero negó cualquier negociación o acuerdo.

Del mismo modo, descartó vínculos con Dionisio Alandete y Sebastián Caballero, señalados de tener implicaciones en contratos logísticos relacionados con esa cadena farmacéutica.

Aseguró haber aprendido la lección tras sus condenas y expresó su voluntad de reconstruir su vida con su familia.

“Le he enseñado a mis hijos la importancia de asumir las consecuencias de los errores”, finalizó.