Así es como migrante colombiano vive una jornada cantando vallenato en el metro de NY: incluso se ganó a la Policía

Con el tiempo, ha notado como, incluso quienes no conocen el género disfrutan de sus presentaciones en las estaciones del metro

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Con el tiempo, ha notado
Con el tiempo, ha notado como, incluso quienes no conocen el género disfrutan de sus presentaciones en las estaciones del metro - crédito Alejo Portela / Facebok

Aplausos, bailes inesperados y la sorpresa de encontrarse a uno que otro compatriota que corea sus canciones, son, además de del dinero, los incentivos que el cantante vallenato Alejo Portela recibe, a diario, presentándose en el metro de Nueva York.

En su talento, Portela encontró una fuente de ingresos que lo ayuda a ahorrar algo de dinero y costear sus gastos en la Gran Manzana.

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Lejos de sentirse ahuyentado por la Policía, su amor por lo que hace lo llevo a congeniar con las autoridades neoyorquinas que, suelen saludarlo y escuchar su repertorio, al encontrarse en las estaciones del metro.

Con su música logró hacerse amigo de la Policía - crédito Alejo Portela Facebook

Y es que, según Portela, “Cuando el arte habla, la autoridad escucha. La música toca corazones, incluso, los menos esperados”. Una lección que le permite sentirse seguro en cada presentación y congeniar con quienes, aun sin conocer el vallenato, disfrutan de su arte.

De regreso en Colombia, gracias a las redes sociales, las presentaciones de Portela generan admiración y halagos que sobresalen en los comentarios, en los que se siente el orgullo patrio:

“Haciendo patria”, “Soy mexicana, peor cada vez que escucho el vallenato me pongo muy feliz”, “Todo Colombia está amando a ese poli”, “Ánimo a mis latinos que hacen el bien y la luchan en el exterior”, “Solo puedo imaginarme la emoción de los colombianos que pasaron por ahí”, “El poder de la música es inmenso”.

Artista colombiano reveló cuáles eran sus ganancias trabajando en las calles de Europa:

En las calles de Europa, donde el arte callejero se convierte en una forma de vida para muchos, Daniel Giraldo, conocido en redes sociales como El Dane, encontró una manera de cumplir su sueño de viajar mientras genera ingresos. Los últimos años, el creador de contenido colombiano ha logrado financiar sus recorridos por los continentes de Europa, Asia y África gracias a su trabajo como bailarín callejero, una actividad que realiza junto a su grupo de amigos.

El Dane explicó que su rutina laboral se basa en una filosofía particular: trabaja “cada que tiene hambre” y descansa “cuando se lesiona”. Esta dinámica le permite mantener un equilibrio entre su pasión por el baile y la necesidad de generar ingresos. Según detalló, en un solo día de presentaciones en las calles, puede llegar a recaudar más de un salario mínimo colombiano, lo que le permite cubrir los costos de transporte, alimentación y estadía en las ciudades que visita.

Con lo reunido, El Dane logró montar su canal de viajes y visitar otros países del viejo continente - crédito @Soyeldane1 / TikTok

El objetivo de El Dane siempre fue “vivir viajando” y generar ingresos en los lugares que visita. Para lograrlo, identificó los puntos más concurridos por turistas en Europa, donde encuentra espacios estratégicos para realizar sus presentaciones. Su meta diaria es alcanzar los 500 euros (aproximadamente 2.446.6oo pesos colombianos), una cifra que les permite a él y a su equipo regresar a sus ciudades de residencia que, para el caso de El Dane, fue Rimini, durante muchos años.

Aunque evitó revelar una cifra exacta de sus ingresos diarios, por respeto a otros artistas callejeros, El Dane aclaró que no todos logran recaudar las mismas cantidades. Explicó que “hay quienes no hacen ni la mitad ni un 30%” de lo que él y su equipo logran con su espectáculo. Sin embargo, también reconoció que los resultados dependen de diversos factores, como el talento, la ubicación y la afluencia de público.

Además del dinero suficiente como
Además del dinero suficiente como para viajar varias veces en el año, Giraldo ha recibido cuantiosas multas durante sus espectáculos - crédito @soyeldane / Instagram

A pesar de los beneficios económicos que obtiene, El Dane enfrenta desafíos importantes en su labor como artista callejero. Al no contar con permisos oficiales para trabajar en el espacio público, tanto él como sus compañeros de baile se enfrentan a la posibilidad de ser sancionados por las autoridades locales. Estas sanciones pueden incluir amonestaciones verbales, multas e incluso la confiscación del dinero recaudado o del equipo utilizado, como el bafle con el que reproducen la música para sus presentaciones.

El Dane no es el único en esta situación, ya que otros artistas callejeros, incluso de nacionalidad italiana, enfrentan las mismas dificultades. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, el colombiano y su equipo lograban mantener sus actividades y cumplir con sus objetivos económicos del día a día.