Este es el lugar donde puede disfrutar de la naturaleza y a su vez del arte rupestre cerca a Bogotá

Con sus vestigios milenarios, el Parque Arqueológico de Facatativá cautiva a los visitantes mediante pinturas rupestres, abrigos naturales y leyendas que narran el origen de antiguas civilizaciones

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Parque arqueológico las Piedras del
Parque arqueológico las Piedras del Tunjo, ubicado en el municipio de Facatativa es uno de los mayores atractivos turísticos cerca de Bogotá - crédito Colparques Página Web

A solo 35 kilómetros de Bogotá, en el municipio de Facatativá, se encuentra el Parque Arqueológico Piedras del Tunjo, un espacio que combina historia, arqueología y naturaleza.

Este lugar, declarado Bien de Interés Cultural del ámbito nacional en diciembre de 2020, alberga vestigios de arte rupestre que datan de hace miles de años, así como formaciones rocosas que han dado pie a mitos y leyendas. Este parque es único en Colombia por estar ubicado dentro del casco urbano de una población, a solo un kilómetro de la plaza principal de Facatativá.

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El parque, conocido también como Piedras del Tunjo, es un destino que invita tanto al esparcimiento familiar como a la reflexión sobre el pasado precolombino del altiplano cundiboyacense. Entre sus principales atractivos se encuentran las pinturas rupestres, que, aunque deterioradas, son testimonio de las primeras comunidades humanas que habitaron la región.

Según investigaciones realizadas en 2013 y 2014 por el profesor José Vicente Rodríguez de la Universidad Nacional, estas manifestaciones artísticas podrían remontarse al periodo precerámico, hace aproximadamente 8.000 años. Sin embargo, el origen exacto de los pictogramas sigue siendo objeto de debate, con teorías que los sitúan en épocas posteriores, como la muisca o el periodo Herrera.

El arte rupreste en Facatativá
El arte rupreste en Facatativá son un atractivo lleno de historia y curiosidad - crédito Vango

Un lugar cargado de historia y leyendas

El Parque Arqueológico Piedras del Tunjo no solo destaca por su valor arqueológico, sino también por las historias que rodean su origen. Una de las leyendas más conocidas relata un pacto entre un sacerdote de Quito y el diablo, en el que este último se comprometió a construir una iglesia monumental a cambio del alma del religioso. Según el relato, el sacerdote huyó antes de cumplir su parte del trato, lo que llevó al diablo y a sus ayudantes a abandonar las enormes rocas que transportaban, dejándolas esparcidas en el altiplano cundiboyacense. Estas formaciones rocosas, que parecen emerger del suelo de manera abrupta, son ahora uno de los principales atractivos del parque.

Entre los puntos más destacados del parque se encuentran la piedra de la rana, la piedra de los presidentes, la piedra de las trillizas, la rotonda y el lago. La piedra de los presidentes, también conocida como galería liberal, es especialmente interesante por los retratos que alberga. Aunque su nombre sugiere que todos los personajes representados fueron mandatarios, solo Francisco de Paula Santander y Manuel Murillo Toro ostentaron dicho cargo. Los demás, como Rafael Uribe Uribe, Ricardo Gaitán Obeso y Zenón Figueredo, fueron figuras destacadas de la política colombiana. Según el medio citado, estas pinturas datan de 1915, un año después del asesinato de Uribe Uribe.

La historia del Parque arranca
La historia del Parque arranca en 1889, cuando el presidente Carlos Holguín lo declaró monumento nacional - crédito Turismo en Colombia

De cantera a monumento nacional

La historia del Parque Arqueológico Piedras del Tunjo como espacio protegido comenzó en 1889, cuando el entonces presidente Carlos Holguín lo declaró monumento nacional. Sin embargo, durante las primeras décadas del siglo XX, el lugar fue utilizado como cantera, lo que provocó daños significativos en las formaciones rocosas. Las explosiones para extraer materiales dejaron cicatrices visibles, como algunas de las cuevas que hoy se encuentran en el parque. En 1936, el terreno fue expropiado con el objetivo de garantizar su conservación, y en 1946 se estableció oficialmente como parque arqueológico.

A pesar de los esfuerzos por protegerlo, las pinturas rupestres han sufrido un deterioro considerable debido a factores naturales y humanos. Según el medio consultado, el vandalismo, el paso del tiempo y los años en que el lugar fue explotado como cantera han dejado las imágenes casi imperceptibles. Su importancia histórica y cultural sigue siendo innegable, y se han implementado medidas adicionales para preservar el sitio, como la prohibición de realizar asados en sus inmediaciones.

En 1946 nació oficialmente el
En 1946 nació oficialmente el Parque. El 9 de diciembre de 2020 fue declarado Bien de Interés Cultural del ámbito nacional, un hito que continúa con este proceso de reconocimiento del valor arqueológico del territorio - crédito Travel for Colombia

Un espacio para la recreación y el aprendizaje

El acceso al parque es sencillo. Desde Bogotá, se puede tomar un bus intermunicipal por la calle 13 o desde el Terminal de Transporte, con un costo aproximado de 6.000 pesos colombianos. Una vez en el parque principal de Facatativá, basta con caminar cuatro cuadras hacia el oriente, en dirección al Batallón del Ejército Nacional Distrito 46. Los precios de entrada varían según la categoría: los colombianos pagan 13.000 pesos, los residentes de Facatativá 2.200 pesos, los adultos mayores ingresan gratis, y los extranjeros deben abonar 65.000 pesos. También se cobra una tarifa de 11.600 pesos para motocicletas.

El Parque Arqueológico Piedras del Tunjo es un recordatorio tangible de las primeras comunidades humanas que habitaron el altiplano cundiboyacense y de la importancia de preservar el patrimonio cultural. Aunque las pinturas rupestres han perdido parte de su nitidez, su valor histórico sigue siendo incalculable. Este espacio, que combina naturaleza, historia y mitología, continúa siendo un destino imprescindible para quienes deseen explorar las raíces de Colombia y disfrutar de un entorno único a pocos kilómetros de la capital.