
En redes sociales, el creador de contenido Camilo Bermúdez, del proyecto ciudadano Los Tapahuecos expuso cómo se metió en problemas con la Policía luego de que intentara restaurar una escultura que, aun, en condiciones deprobables sigue trayendo turistas en el departamento del Tolima: “Cometimos un delito con la Bambuquera, uno de los monumentos más importantes de la ciudad”.
“Esta escultura”, según comentó, “se fundó en 1993, como símbolo de la danza y del folclore para que los turistas se den cuenta de que en Ibagué se goza y se disfruta este baile”.
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Junto a su equipo, Bermúdez limpió el polvo y las hojas con una escoba, para luego tallarla con agua, jabón y la misma escoba que había estado utilizando.
Pero eso no es todo, Los Tapahuecos querían “darle un cambio extremo, así que encontramos a alguien que nos patrocinara con una pintura especial y esencial para este tipo de monumentos”.
Durante el proceso de restauración, advirtieron que la escultura no solo está sucia, también “tiene una afectación directa en su columna, tiene una grieta. Ojalá vengan a recuperarla como se debe”.
Además, “uno de los problemas más grandes de la escultura es en los pies, porque toda el agua sucia se acumula ahí cuando llueve y se forma y un charco, además huele a meados”.
Los Tapahuecos se han hecho virales por atender las quejas de los ciudadano e intervenir la maya vial, pero, entendiendo la importancia de la Bambuquera, decidieron que era momento de hacer algo más por la ciudad:
“Es increíble que turistas vengan a tomarse fotos acá en la Bambuquera y no la tenga ni siquiera pintada, que la tengan toda desechable, así que nosotros tomamos la decisión de pintarla de blanco para darle más presentación a la ciudad. La pintura es anticorrosiva, antihongos y permite proteger aun más la escultura”.
Durante el tiempo en que estuvieron limpiando la escultura la gente se acercaba para agradecerles, pero, una vez empezaron a pintarla, funcionarios de la Secretaría de Cultura de la capital del Tolima se habrían presentado para persuadirlos:

“Llegaron dos personas de la Secretaría de Cultura y nos dijeron que esto era un delito. Nos dijeron que cometimos un delito y que le estábamos haciendo daño a la escultura pintándola de blanco, a pesar de que ella es blanca. Pero hay persona que vienen, tiran basuras, se orinan, hacen de todo en estas esculturas y a ellos no les dicen nada”.
Así lo dieron a conocer en redes: “Hicimos una gran parte, cambio bastante, pero venía la policía y tuvimos que salir corriendo. Pedimos disculpas si hicimos algo mal, no era nuestra intención, solo queríamos mejorar la ciudad y que too sea vea bonito, ojalá le metan mano”.
La intervención de las autoridades, lejos de tranquilizar a la ciudadanía, generó una ola de malestar en redes; ya que, si bien Bermúdez no es un experto en restauración, es el único que se ha interesado en la Bambuquera los últimos años. Cuenta de ellos su estado deplorable:
“Se trata de qué podemos hacer por la ciudad y no que es lo que puede hacer la ciudad por nosotros. Excelente labor y amor por la ciudad”, “Total apoyo para este tipo de proyectos e iniciativas, están contribuyendo más que cualquier ente gubernamental”, “Excelente. Muchas gracias por todo lo que hacen en favor de Ibagué”, “Y a los que van a orinarse allá si no les llaman la Policía”.

¿Qué dice la Ley colombiana sobre la intervención de esculturas?
En Colombia, las esculturas y monumentos públicos son considerados bienes de interés cultural y están protegidos por leyes específicas que regulan su intervención para garantizar su preservación y el respeto por el patrimonio histórico y artístico del país.
La Ley 163 de 1959 establece de manera clara que ninguna persona puede alterar, restaurar o intervenir un monumento público sin la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales, entidad encargada de evaluar y decidir sobre cualquier modificación o restauración. Cualquier intervención no autorizada puede acarrear sanciones contempladas en el Código Penal colombiano, al ser considerada un daño al patrimonio cultural.
De otro lado, la Ley 1185 de 2008 refuerza el marco legal para la protección del patrimonio cultural material, incluyendo esculturas y monumentos. Bajo esta normativa, se impulsa la conservación de estos bienes mediante procesos autorizados y regulados por expertos, con el fin de preservar su valor histórico, artístico y arquitectónico.
Estas leyes buscan proteger la integridad de los monumentos y esculturas, asegurando que cualquier intervención sea realizada por profesionales calificados y con procedimientos técnicos adecuados, evitando daños que puedan resultar de acciones no expertas. De ahí que, incluso, si los ciudadanos tienen buenas intenciones de restaurar cualquier obra, deben someterse al proceso legal establecido para proteger el patrimonio de todos los colombianos.
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