Sacerdote se hizo viral por discurso en plena eucaristía tras el asesinato de Sara Millerey: “No nos importa lo que el otro tenga entre las piernas”

El cura recordó que Medellín y Colombia han vivido episodios de extrema violencia, pero aseguró que es momento de tomar acción y, desde la Iglesia, denunciar cualquier tipo de agresión, sin importar quién sea la víctima

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El sacerdote cautivo a los
El sacerdote cautivo a los feligreses y usuarios de las redes sociales con su intervención al referirse al brutal crimen de Sara Mllerey en Bello, Antioquia - crédito redes sociales/@accionprometea/TikTok

Un sacerdote de la Iglesia católica se ha vuelto tendencia en redes sociales por el discurso que dirigió a los feligreses durante la homilía, al referirse al crimen de Sara Millerey, ocurrido el viernes 4 de abril en Bello, Antioquia.

El sacerdote comenzó su intervención señalando a quienes tuvieron la oportunidad de ayudar a la mujer de 32 años y no lo hicieron, pese a haber presenciado el sufrimiento por el que atravesaba.

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“¿Qué hay en la cabeza de una persona que ve a un ser humano sufriendo y agonizando en una quebrada, después de ser violentada, maltratada, con sus manos y piernas fracturadas, para no prestarle auxilio? Hoy hay que romper el silencio como Iglesia, como pueblo de Dios, como comunidad”, afirmó.

Mencionó que Medellín y Colombia han vivido episodios de extrema violencia. Sin embargo, sostuvo que es momento de tomar acción y, desde la Iglesia, empezar a marcar la diferencia, denunciando cualquier tipo de agresión, sin importar quién sea la víctima.

“La construcción identitaria de cada sujeto es asunto de cada sujeto. Nadie tiene derecho a tomar justicia, supuesta justicia, para destruir al otro”, añadió.

El sacerdote comenzó su intervención señalando a quienes tuvieron la oportunidad de ayudar a la mujer de 32 años y no lo hicieron, pese a haber presenciado el sufrimiento por el que atravesaba - crédito @accionprometea/TikTok

Hizo referencia al momento litúrgico que atraviesa la Iglesia y afirmó que es el momento adecuado para que, como comunidad, se actúe desde la rebeldía y la revolución del amor.

Reconoció que el hecho de no denunciar ni ayudar es una forma de apoyar este tipo de actos: “No podemos seguir alimentando el silencio frente a las violencias sistemáticas, de una Iglesia, de una comunidad, de un pueblo, de una nación que normaliza el daño al otro. A ustedes no les importa, a la Iglesia no le importa, a nadie le importa lo que el otro tenga entre las piernas ni cómo quiera hacerse llamar”.

Se dirigió a la comunidad afirmándoles que lo único relevante para los creyentes es que existe un solo Dios para todos, y que no se ha logrado interiorizar su legado. “Se parte, se reparte y se comparte para todos y todas por igual”, expresó.

Velatón en el Parque de
Velatón en el Parque de los Hippies por Sara Millerey y víctimas de transfeminicidio en 2025 - crédito Colprensa

Agregó que cada vez que se guarda silencio se contribuye a normalizar la violencia contra el otro, y que resulta más fácil destruirnos entre sí que unir fuerzas para proteger los derechos, la legitimidad y la vida de otra persona.

“¿Qué estamos haciendo de diferente en una sociedad que, desde lo más mínimo, busca destruir y dañar al otro?”, cuestionó.

Se permitió hacer una invitación a todos los sacerdotes que dirigen comunidades —y también a quienes no lo hacen— a desvincularse del “esquema hegemónico y patriarcal” y, desde allí, comenzar a construir una Iglesia y una comunidad distintas. Señaló que los intereses y prejuicios de otros no pueden seguir permitiendo que se acabe con la vida de personas iguales, advirtiendo que, dentro de las comunidades, a menudo se prefiere fomentar la persecución interna antes que generar interés y propósitos colectivos.

Un sacerdote de la Iglesia
Un sacerdote de la Iglesia católica se ha vuelto tendencia en redes sociales por el discurso que dirigió a los feligreses durante la homilía, al referirse al crimen de Sara Millerey, ocurrido el viernes 4 de abril en Bello, Antioquia - crédito Luisa Gonzalez/Reuters

“Aquí no nos ganamos nada discutiendo sobre bautismos legítimos o ilegítimos. Aquí no nos ganamos nada discutiendo sobre sucesiones apostólicas válidas o inválidas. Aquí no nos ganamos nada discutiendo sobre templos grandes, costosos o catedrales humildes por donde entra el agua, como esta. Aquí tenemos que edificar el Reino de los Cielos rompiendo los paradigmas y los esquemas que destruyen la vida del pueblo de Dios y por los cuales se nos pedirá cuenta como ministros”, declaró.

Finalmente, hizo un llamado a rechazar de manera contundente toda forma de violencia por mínima que sea en contra de cualquier persona, especialmente aquella que atente contra la vida y la dignidad, sin importar como se identifique.