Colombiano revela las consecuencias de la gentrificación de Centroamérica: “Acá un almuerzo vale 20 dólares”

En su último video, el youtuber colombiano Juan Díaz mostró cómo la llegada masiva de extranjeros ha provocado que la vida en Costa Rica sea más costosa

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Una noche en un hotel
Una noche en un hotel promedio cuesta más de 250 dólares - crédito Tripavidsor

De acuerdo con la ONU, “La gentrificación sucede cuando un proceso de renovación y reconstrucción urbana se acompaña de un flujo de personas de clase media o alta que suele desplazar a los habitantes más pobres de las áreas de intervención”.

Esta situación se está registrando en varios países de Latinoamérica, en los que ha aumentado la llegada de extranjeros con intenciones de radicarse, teniendo en cuenta que la mayoría son más económicos y es más cómodo vivir, en comparación con sus países de origen.

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El youtuber colombiano Juan Díaz, más conocido como Planeta Juan, recorrió Nosara, una de las zonas más exclusivas de Costa Rica, en donde cientos de propiedades han sido adquiridas por extranjeros, provocando aspectos positivos y negativos para los pobladores de esta nación.

El colombiano mostró cómo ha
El colombiano mostró cómo ha golpeado la gentrificación a las personas en Costa Rica - crédito @PlanetaJuan/YouTube

En primer lugar, Díaz recordó que la gentrificación es un fenómeno que se está registrando en varios países de la región, poniendo como un ejemplo claro Medellín, que es una de las ciudades más visitadas de Colombia, lo que ha provocado que múltiples propietarios de viviendas dejen de arrendar sus apartamentos a residentes de la ciudad para alquilar estos espacios a los turistas por medio de plataformas como Airbnb.

Sobre los centros de vacaciones de Nosara, Díaz indicó que intentó alquilar una habitación, pero tenía que tener reservación y el precio mínimo era de 250 dólares (más de un millón de pesos), por lo que prefirió solo recorrer las propiedades por fuera.

“Esto es un lugar económico, un hotel de más nivel cuesta 750 dólares la noche, miramos en Google y una opción es más, solo por un hotel normal. Los medianos 800 dólares y uno de lujo 4.000 dólares la noche. Nadie sabe que esconden estos muros”, indicó el colombiano.

Las cartas de los restaurantes
Las cartas de los restaurantes solo están en inglés - crédito @PlanetaJuan/YouTube

Díaz habló con pobladores, que indicaron que la llegada masiva de turistas provocó que los residentes se vieran obligados a vender sus terrenos, en los cuales se han construido mansiones u hoteles, cambiando por completo lo que era vivir en ese lugar.

Acá la gente no va a la playa, va a la beach, acá nada está en español, todo en inglés; en los restaurantes no se toman la molestia de tener los dos idiomas, porque nadie local puede venir a un sitio de estos”, argumentó el colombiano.

“El mundo está cambiando”, argumentó Díaz, al explicar que cada vez son más los europeos que buscan radicarse en países como Costa Rica ante la oportunidad de trabajar de manera remota.

Un local afirmó que ahora
Un local afirmó que ahora es imposible para un costarricense vivir cerca a la playa - crédito @PlanetaJuan/YouTube

En contraste con el paraíso que es Nosara para los extranjeros, Díaz entrevistó a varios costarricenses que expusieron por qué la gentrificación ha afectado su calidad de vida.

“Yo soy de acá, de la zona sur, pero acá solo está el americano, también está la zona en la que están los locales, quedan, pero pocos. Es increíble, nos dejan en una esquina y ya. La gente quiere que no se siga vendiendo, porque viene el gringo y a ellos no les alcanza, acá un almuerzo vale 20 dólares, el más básico”, indicó el local.

Sin embargo, para las nuevas generaciones no todo es negativo, puesto que la inversión internacional también ha provocado que la zona reciba adecuaciones a nivel educativo y social, lo que hace que los jóvenes tengan más oportunidades.

“Acá antes no había ni una casa, ahora son solo mansiones. Acá el que vive es porque tiene plata, porque tiene billete. Acá se promociona un lugar ecológico, pero acá la demanda de agua ha superado los estándares, se han perforado posos, no es real la sostenibilidad”.