Cómo hacer un pollo casero crujiente y 100% jugoso como el de las principales cadenas: este es el paso a paso

¿Te ha pasado que se te antoja ese pollo frito de cadena famosa, pero quieres prepararlo tú mismo, con ingredientes reales y sin salir de casa?

Esta receta de pollo al estilo KFC casero es para ti. Crujiente por fuera, jugoso por dentro y con ese sabor especiado que lo hace inconfundible, esta preparación se ha convertido en una de las favoritas para reuniones informales, cenas de fin de semana o simplemente cuando se busca consentir el paladar con un antojo irresistible.

Inspirada en la receta original del Coronel Sanders, este plato ha dado la vuelta al mundo y tiene múltiples versiones.

En esta adaptación casera, resaltamos el equilibrio entre especias y técnicas simples como el doble empanizado y la refrigeración previa a la fritura, que ayudan a lograr ese acabado crocante tan buscado.

Ideal para acompañar con papas fritas, ensalada de col o mazorca de maíz, esta versión te permitirá replicar en casa uno de los íconos del fast food con ingredientes que probablemente ya tienes en tu despensa.

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El secreto del éxito está en tres claves: la sazón, el empanizado y la fritura a temperatura controlada. Primero se condimenta y cocina brevemente el pollo, luego se empaniza en dos etapas (harina especiada y mezcla líquida), se deja reposar para fijar el empanizado, y finalmente se fríe en abundante aceite hasta lograr ese dorado irresistible.

La combinación de harina de trigo con maicena permite que la cobertura quede ligera pero muy crocante, mientras que la leche evaporada y la mostaza en la mezcla líquida aportan un sabor profundo y una textura adherente. Con esta técnica, tendrás piezas de pollo doradas que no tienen nada que envidiarle a las del restaurante.

Tiempo total estimado: 1 hora y 10 minutos

• Preparación de ingredientes y marinado: 15 minutos
• Precocción del pollo: 10 minutos
• Empanizado y refrigeración: 20 minutos
• Fritura del pollo: 20–25 minutos
• Escurrido y reposo final: 5 minutos

• 10 piezas de pollo (muslos y piernas, con piel)
• 2 tazas de harina de trigo
• 5 cucharadas de maicena
• 2 huevos
• 1 taza de leche evaporada
• 1 cucharada de mostaza
• 1 cucharada de sazonador de pollo o de carnes
• 1 cucharada de ajo molido
• Sal al gusto
• Pimienta al gusto
• Aceite vegetal suficiente para freír (de girasol, canola o maíz)

• Lava y seca las piezas de pollo, luego sazónalas con sal y pimienta.
• Precocina el pollo en agua hirviendo con sal durante 10 minutos. Escurre bien y deja enfriar.
• En un tazón grande, mezcla la harina de trigo, la maicena, el ajo molido y el sazonador de pollo.
• En otro tazón, bate los huevos y añade la leche evaporada, la mostaza, sal y pimienta al gusto.
• Empaniza el pollo: pasa cada pieza primero por la mezcla seca de harina, luego por la mezcla líquida, y finalmente de nuevo por la mezcla de harina. Presiona bien para que se adhiera.
• Refrigera las piezas empanizadas por al menos 15-20 minutos. Esto ayudará a que el empanizado no se despegue al freír.
• Calienta suficiente aceite en una olla profunda o sartén alto a fuego medio (170–180°C).
• Fríe el pollo por tandas, sin amontonarlo, hasta que esté dorado y crujiente por fuera, y completamente cocido por dentro (unos 7–8 minutos por tanda).
• Escurre sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
• Sirve caliente, acompañado de tus salsas favoritas y un buen acompañamiento. ¡A disfrutar!

Esta receta rinde aproximadamente 5 porciones, considerando dos piezas medianas de pollo por persona.

Cada porción de este pollo crujiente estilo KFC contiene aproximadamente:

• Calorías: 520
• Grasas: 32 g
• Grasas saturadas: 7 g
• Carbohidratos: 28 g
• Azúcares: 2 g
• Proteínas: 32 g

El pollo frito casero se puede conservar en la heladera por hasta 3 días, preferiblemente en un recipiente hermético. Para recalentarlo y mantener su crocancia, se recomienda usar el horno o una freidora de aire.