Mujer a la que no le gustó el diagnóstico que le dio el optómetra golpeó al profesional médico y destruyó equipos avaluados en $30 millones

Un incidente en la Institución Prestadoras de Servicios de Salud IPS OCP Cesar, en Valledupar, terminó con la destrucción de un equipo médico valorado en treinta millones de pesos y la captura de la mujer que causó los daños.

Los hechos se registraron la mañana del jueves 20 de marzo de 2025, cuando una discusión entre una paciente y una profesional de la salud escaló hasta convertirse en una agresión física y daños materiales, aseguró el portal informativo El Pilón.

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De acuerdo con el reporte de la Policía Metropolitana de Valledupar, la detenida fue identificada como Nailin Morón, de 31 años, y habría golpeado a una optómetra de 34 años que se encontraba de turno en el establecimiento.

Durante el altercado, Morón también habría arrojado al suelo un visiometro, un aparato especializado que se usa para realizar exámenes de visión, que quedó inservible tras el impacto.

Por tal motivo, la mujer fue puesta a disposición de la Fiscalía, donde enfrentará cargos por los delitos de lesiones personales y daño en bien ajeno.

En diálogo con el mismo medio local, el abogado defensor de la hoy detenida detalló que el incidente se originó cuando Morón acudió al centro médico para realizarse una serie de exámenes requeridos para obtener su licencia de conducción.

El jurista aseguró que la cliente ya había sido atendida previamente por otros profesionales en el mismo establecimiento, y ellos no encontraron inconvenientes en los exámenes relacionados con su audición y estado psicológico. Sin embargo, al llegar al área de optometría, surgió una discusión con la especialista encargada.

El representante legal de Morón señaló que la disputa comenzó cuando la optómetra cuestionó la validez de los exámenes médicos que la paciente había llevado consigo. Este desacuerdo verbal escaló rápidamente, derivando en la agresión física y los daños materiales reportados. La optómetra sufrió golpes en el rostro y el pecho, lesiones que requirieron atención médica inmediata.

El daño de este aparato representa una pérdida significativa para la IPS OCP Cesar, tanto en términos económicos como en su capacidad para atender a otros pacientes.

Tras el incidente, la Policía procedió a capturar a Morón en el lugar de los hechos. La mujer fue trasladada a las instalaciones de la Fiscalía, donde se determinará su situación judicial.

Los cargos que enfrenta incluyen lesiones personales, debido a las agresiones físicas contra la optómetra, y daño en bien ajeno, por la destrucción del equipo médico.

“No está disponible”, fueron las palabras que detonaron la ira de un ciudadano en Barranquilla, y que terminó volviéndose famoso en rede sociales, debido a que más de un colombiano de a pie aseguró sentirse identificado con la situación que le tocó vivir al hombre, que llegó en muletas hasta una de las sedes de la droguería Cafam, y debido a que no contaban con el medicamento que llevaba yendo a reclamar desde hace dos meses, la emprendió contra el mobiliario del lugar para expresar su rabia y frustración por no obtener su medicina.

Dicha situación es el pan de cada día de cientos de colombianos y usuarios de Entidades Prestados de Servicios de Salud (EPS) en Colombia, donde algunos usuarios se exponen a la interrupción de sus tratamientos por el desabastecimiento de medicamentos en las sedes de las entidades donde se les orden ir a reclamarlo. Esto ocurre en varios puntos del país.

En concreto, el caso del ciudadano colombiano se conoció a través de redes sociales el 21 de febrero de 2025, y en la grabación se puede apreciar cómo el sujeto, con una de sus muletas en mano, se ayuda para lanzar computadores y quebrar las pantallas que muestran los turnos de atención.

La situación, pese a que ya pasó un mes de ocurrido este incidente, parece que sigue igual en muchas zonas del país, debido a que en redes se siguen conociendo hechos donde los pacientes aseguran hacer largas filas durante horas, para recibir al final la noticia de que no hay unidades de los medicamentos que requieren para seguir con sus tratamientos.