Habitante de calle viral por limpiar su “hogar” debajo de un puente será desalojado por la Alcaldía de Cali

Henry Camacho contó que hace 28 años vive en las calles y hace seis habita debajo del puente de la autopista Suroriental con 44 debido al consumo de estupefacientes. Elevó una petición al alcalde de Cali, Alejandro Éder, para que no lo obliguen a botar, vender o regalar su sofá, cama, nochero, entre otros artículos

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Habitante de calle se popularizó por su limpieza y orden - crédito _reggaetondeporteshouse/Instagram

Infortunadamente, persiste un estigma por la forma en que conviven los habitantes de calle en cualquier rincón del país, pues comúnmente se les relaciona con la suciedad, el desorden y la escasez.

Pese a esto, hay algunos que suelen marcar la diferencia, y a pesar de las diferentes dificultades económicas, sociales o de salud, intentan superarse, vivir diferente y enfrentar los problemas que llevaron a terminar “sin hogar”.

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Tal es el caso de Henry Camacho, un habitante de calle que llamó la atención de miles de usuarios en redes sociales por acondicionar su “hogar” debajo de un puente en Cali.

Los habitantes de calle usualmente
Los habitantes de calle usualmente cargan con el estigma de ser personas desordenadas y desaseadas - crédito Colprensa

Se trata del puente de la autopista Suroriental con 44, que desde hace aproximadamente seis años se habría convertido en su pequeño espacio de descanso, amoblándolo con un sofá blanco con cojines cafés, una cama pulcramente tendida, un cuadro, cachuchas colgadas y hasta un nochero. Nada que envidiarle a la habitación de cualquier colombiano.

Sin embargo, su dolor de cabeza comenzó cuando su estilo de vida se viralizó, ya que, al parecer, esa fue la ventana para que la alcaldía de Alejandro Éder se enterara del caso y le ordenara desalojar el área, al formar parte del espacio público de los caleños.

“Entendemos las condiciones sociales que atraviesa, no solo la ciudad, sino el país, con grandes problemas que pueden llevar a que distintas personas habiten en calle; sin embargo, la Alcaldía no solo tiene un equipo de control de bordes invasiones que retira cambuches, sino que trabajamos conjuntamente con la Secretaría de Bienestar Social”, afirmó el subsecretario de Seguridad de Cali, Álvaro José Pretel Meneses, en entrevista con CW+.

El funcionario aseguró que el desalojo está acompañado de oportunidades para que las personas en esta condición accedan a hogares de paso junto con otros paquetes de beneficios, pero que Camacho no ha querido aceptar dicha ayuda.

El hombre no ha querido
El hombre no ha querido aceptar la ayuda de la Alcaldía de Cali - crédito Alcaldía

La historia de Henry Camacho

Camacho reveló al medio citado que tiene 44 años, de los cuales, lleva más de 28 habitando las calles de la capital vallecaucana.

Según explicó, su adicción por las drogas lo llevó quedarse sin nada y a habitar los puentes de la ciudad hasta que llegó al polémico espacio.

Camacho también explicó los motivos por los que prefiere el orden en su espacio de descanso. “Eso viene ya de pronto de crianza. Mi hermana, que en paz descanse - se murió el año pasado, ella siempre me inculcó el aseo de la casa y el aseo personal (sic)”, dijo Camacho, que vive otra dificultad al ser diagnosticado con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

El habitante de calle fue
El habitante de calle fue captado mientras organizaba su espacio de descanso - crédito _reggaetondeporteshouse/Instagram

“A mí me da lo mismo vivir o morirme, porque en el fondo yo busco la muerte. Es mejor que lo maten a uno a decir: ‘Uy, este man tiene sida’”, complementó en la entrevista citada.

En cuanto a la exigencia de la Alcaldía, Camacho recalcó que se considera una persona “apegada a sus cosas”, por lo que pide que no lo obliguen a regalarlas, venderlas o botarlas.

“Pueden ser de la basura (...) Yo le pido de pronto al alcalde, a la alcaldía, que ¿por qué me van a desalojar? O sea, se lo digo, ya que me dan la oportunidad, yo aquí no vendo vicio, aquí no se sienta nadie, solo me siento yo", aseveró, pues para evitar que los dueños de lo ajeno se apropien de sus pertenencias, adecuó un letrero que dice: “Peligro, no tocar. Ajeno, gracias”.

En este caso, las redes sociales hicieron un efecto adverso, pues su “pulcritud” no fue reconocida y, contrario a esto, reflejó el grave problema que enfrenta la ciudad con el espacio público.

“Vio donde no lo hubieran subido algún lado estaría tranquilo“; ”se ponen a grabarlo y le joden la vida, por qué no graban cosas realmente importantes, perros en condiciones de maltrato, niños, que investiguen esas cosas“; ”Dejen tanto cuento el hombre está invadiendo espacio público y por eso es que en cali todo mundo hace lo que le da la gana, que lo reubiquen, pero no aplaudan algo que está mal hecho así de sencillo (sic)“, fueron algunas reacciones al respecto.