Conduciendo motocicleta con las manos en el celular y sin tocar el manubrio: exponen en redes a mujer que puso en riesgo la vida de su pequeña hija

Más de cinco mil motociclistas fallecieron en vías colombianas durante el 2024, convirtiéndose en los actores viales con la mayor tasa de mortalidad en el país.

Solo en Antioquia se registraron 1.093 víctimas, 866 en el Valle del Cauca, 664 en Cundinamarca y 652 en Bogotá.

Las cifras son aterradoras, pero no tanto como para evitar que motociclistas sigan cometiendo maniobras imprudentes en la vía. Cuenta de ello el episodio registrado a finales de febrero (2025) en el departamento de Santander.

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Según denunció otro conductor, una motociclista, que llevaba a su pequeña hija en la parte de adelante, estuvo a punto de ocasionar un accidente por ir mirando su celular, sin siquiera tomar el manubrio.

Así quedó registrado en un video que el ciudadano compartió en plataformas de denuncia para persuadir a otros motociclistas de imitar tal maniobra, sobre todo, con un menor a bordo:

“la irresponsabilidad de esta mujer conduciendo motocicleta con una niña y hablando por celular, hechos ocurridos Barrancabermeja, Santander”.

Sin embargo, una escena casi igual fue registrada los días siguientes en el departamento de Córdoba, en donde otra motociclista fue grabada, mientras hablaba por teléfono y conducía, llevando a su hijo en frente del vehículo.

Ambos casos fueron criticados y generaron preocupación en redes, en donde, las denuncias parecen perderse, a pesar de que el Ministerio de Transporte lanzó una plataforma para denunciar casos similares por Internet.

La postura y el comportamiento de los niños durante un trayecto en motocicleta pueden ser determinantes para evitar accidentes. Según consignaron especialistas en movilidad y seguridad vial, es esencial que los menores que viajen como acompañantes en este tipo de vehículos mantengan las piernas en los posapiés y se ubiquen en el centro del asiento, evitando cualquier inclinación hacia los lados que pueda comprometer la estabilidad del vehículo. Estas recomendaciones forman parte de una serie de medidas que buscan minimizar los riesgos asociados al transporte de menores en motocicletas.

De acuerdo con los expertos, los niños menores de diez años no deberían ser transportados en motocicletas bajo ninguna circunstancia. Tal como informaron los especialistas, esta restricción responde a la vulnerabilidad física de los menores y a los riesgos inherentes a este medio de transporte. Para aquellos que superen esta edad, es imprescindible cumplir con las normativas de seguridad establecidas, que incluyen el uso obligatorio de un casco y un chaleco ajustados a su tamaño, así como la ubicación del menor exclusivamente en el asiento trasero del vehículo.

Antes de iniciar cualquier trayecto en motocicleta, los menores deben recibir instrucciones claras sobre cómo comportarse durante el viaje. Según informaron los especialistas, es crucial que el niño entienda la importancia de mantenerse quieto mientras el vehículo está en movimiento. Movimientos bruscos o inesperados pueden distraer al conductor y aumentar significativamente el riesgo de accidentes.

Estas recomendaciones buscan no solo proteger la integridad física de los menores, sino también garantizar la seguridad del conductor y de otros usuarios de la vía. La educación y la concienciación sobre estas medidas son esenciales para reducir los riesgos asociados al transporte de niños en motocicletas.

El transporte de menores en motocicletas plantea desafíos específicos en términos de seguridad vial. Según los especialistas, la recomendación de no transportar a niños menores de diez años responde a la necesidad de proteger a los más vulnerables en situaciones de riesgo. Esta restricción, aunque no siempre está contemplada en las normativas legales, debe considerarse una medida preventiva.

Para los niños que superen esta edad, el cumplimiento de las normativas de seguridad es ineludible y los expertos insisten en el uso de casco, chaleco y la ubicación en el asiento trasero, que representan prácticas esenciales para minimizar los riesgos en caso de accidentes.