Esta es la vía más bonita de Colombia, conecta dos departamentos y permite explorar un volcán

La ruta, que atraviesa paisajes impresionantes, no solo es conocida por su belleza natural, sino por ser escenario de la tragedia que dejó el Nevado del Ruiz en 1985

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Colombia es hogar de una de las rutas más impresionantes del mundo, un trayecto que conecta Manizales, en el departamento de Caldas, con el municipio de Murillo, en el Tolima. Esta carretera, que se extiende por aproximadamente 85 kilómetros, no solo ofrece vistas espectaculares de montañas y frailejones, sino que también guarda historias de tragedia y resiliencia.

De acuerdo con los videos de travesías publicados por Kristian Blasquez y la cuenta Arquidiócesis de Manizales; a través de la plataforma de YouTube, este recorrido, que alcanza alturas promedio de 4.000 metros sobre el nivel del mar, es considerado por muchos como la carretera más hermosa del país.

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Este trayecto de 85 kilómetros
Este trayecto de 85 kilómetros destaca por sus paisajes de montañas y frailejones - crédito @kristianblasquez/YouTube

“El cuento está regado por las redes sociales, que esta es la carretera más bonita o la vía más bonita de Colombia. Como yo ya estoy grandecito y a mí no me enredan fácil, yo dije que mis ojos te vean y me vine a mirar los tales frailejones y que la cascada de siete colores y que por donde pasó la corriente del Nevado del Ruiz que sepultó a 25.000 personas. Entonces vamos a ver todo eso”, resaltó el padre Jairo Carmona Llano.

Por su parte, Kristian Blasquez destacó los primeros pasos de su travesía de la siguiente forma “paisaje único en el mundo. Montañas imponentes, un clima gélido y una ruta más de 4000 metros de altura. Hoy conoceremos la carretera con los paisajes más sensacionales que he podido ver. Y es realmente emocionante hoy contarles la realidad de esta ruta".

Este trayecto de 85 kilómetros
Este trayecto de 85 kilómetros destaca por sus paisajes de montañas y frailejones - crédito @ARQUIDIOCESISDEMANIZALES/YouTube

Así inicia el recorrido de una de las vías más imponentes y más cerca del cielo de Colombia

El viaje comienza en Manizales, una ciudad conocida por su clima frío y su cercanía al Nevado del Ruiz, uno de los volcanes más emblemáticos de Colombia. Los viajeros suelen madrugar para evitar la congestión en la ruta y aprovechar las primeras horas del día, cuando el clima es más favorable.

En el caso de Blasquez, el recorrido inició a las 5:20 de la mañana, con la esperanza de disfrutar de un amanecer despejado y, con suerte, observar el nevado en todo su esplendor. “Es la carretera que queda entre Manizales y Murillo, con un promedio de altura de unos 4.000 metros. Así que vamos bien abrigaditos para el frío y vamos readys para conocer".

A lo largo del trayecto, los viajeros se encuentran con una serie de paradas obligatorias que destacan por su belleza natural y su importancia histórica. Una de las primeras es el cruce hacia los nevados, donde es común detenerse para disfrutar de un desayuno típico, como caldo de costilla y huevos, ideal para combatir el frío intenso de la zona. Según el medio, esta parada es estratégica, ya que la ruta suele llenarse rápidamente de visitantes, incluidos grupos numerosos de motociclistas.

Más adelante, la carretera ofrece vistas privilegiadas del Nevado del Ruiz, aunque en esta ocasión, el volcán no mostraba mucha nieve. Sin embargo, la majestuosidad del paisaje no decepciona. Una de las paradas destacadas es la Laguna Negra, ubicada a una altitud de 3.200 metros sobre el nivel del mar. Este lugar no solo es un punto de interés turístico, sino que también invita a reflexionar sobre la historia de la región.

La Laguna Negra, ubicada a
La Laguna Negra, ubicada a 3.200 metros de altitud, es una de las paradas más significativas de esta ruta - crédito @ARQUIDIOCESISDEMANIZALES/YouTube

Memorias de una tragedia

El recorrido por esta carretera también lleva a los viajeros a recordar uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de Colombia: la erupción del Nevado del Ruiz en 1985, que provocó una avalancha de lodo y escombros que sepultó al municipio de Armero, dejando más de 20.000 víctimas. El cauce del río Lagunilla, que atraviesa esta zona, fue el canal por donde descendió la avalancha, arrasando todo a su paso.

Los viajeros suelen partir temprano
Los viajeros suelen partir temprano desde Manizales para aprovechar el clima favorable en las primeras horas del día - crédito @kristianblasquez/YouTube

“En este lugar, justamente donde estamos ubicados por aquí, bajó la avalancha. Esto es como el cauce del río Lagunilla. Por aquí abajo, se llevó el puente, hizo estragos. Aquí abajo, bajaron piedras grandísimas; bajó agua en cantidades, lodo, barro. Pues tanto bajó que alcanzó a tapar Armero”, narró el padre Carmona.

La magnitud del desastre aún se percibe en el paisaje erosionado de la montaña, un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de las consecuencias de la falta de prevención por parte de las autoridades de la época. A pesar de la tragedia, el lugar sigue siendo un destino de gran interés, tanto por su historia como por la belleza de sus alrededores.

La carretera entre Manizales y
La carretera entre Manizales y Murillo alcanza alturas promedio de 4.000 metros sobre el nivel del mar - crédito @ARQUIDIOCESISDEMANIZALES/ YouTube

El recorrido entre Manizales y Murillo no solo es una experiencia visual, sino también una oportunidad para conectar con la historia, la cultura y la naturaleza de Colombia. Desde los imponentes frailejones, que pueden alcanzar alturas sorprendentes y vivir por décadas, hasta el único río termal del país, cada kilómetro de esta carretera ofrece algo único.

Frailejones de gran tamaño y
Frailejones de gran tamaño y un río termal son algunos de los elementos únicos que se encuentran en el camino - crédito @ARQUIDIOCESISDEMANIZALES/YouTube

A pesar de que Blasquez no lograra ver el Nevado del Ruiz completamente despejado, los viajeros coinciden en que el esfuerzo y el frío valen la pena. Según los creadores de contenido de YouTube, esta ruta es un recordatorio de la riqueza natural y cultural de Colombia, un país que nunca deja de sorprender con sus paisajes y su historia.

Murillo: un pueblo de tradición y color

El viaje puede culminar en Murillo, en dado caso de que la travesía inicie por Manizales. Este pequeño municipio, que ha ganado popularidad gracias al turismo, se ha caracterizado por su arquitectura de “tabla parada”, típica de climas fríos, ha experimentado un cambio en su apariencia, pasando de ser un lugar de casas blancas a un destino colorido y vibrante.

La tradición y los colores
La tradición y los colores vibrantes de Murillo atraen cada vez a más turistas a esta región - crédito @ARQUIDIOCESISDEMANIZALES/YouTube

El padre Carmona resalta de Murillo como un territorio productor de papa y leche, productos elementales de la canasta familiar. Además, señala que el turismo ha impulsado la aparición de puestos de artesanías, dulces y postres, convirtiendo al pueblo en un punto de encuentro para los viajeros que recorren la carretera.

Finalmente, destaca las campanas de su iglesia, como símbolo de la fe católica de sus habitantes, que llama a los fieles a rezar, reflejando la sencillez y devoción de su gente.