Alcalde de Tibú alertó por un ‘plan pistola’ en ese municipio del Catatumbo

Richard Claro aseguró que en su municipio se han reportado homicidios selectivos en el casco urbano que sería consecuencia de la guerra entre el ELN y el Frente 33 por el control de la ruta del narcotráfico a través de Venezuela

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Policías armados patrullan las calles,
Policías armados patrullan las calles, tras los ataques del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Tibú, Colombia, 3 de febrero, 2025. REUTERS/Carlos Eduardo Ramírez

El alcalde de Tibú (Norte de Santander), Richard Claro, alertó el domingo 16 de febrero por los homicidios selectivos que se han estado perpetrando en su municipio uno de los más poblados en la convulsionada región del Catatumbo, en la zona de frontera con Venezuela y donde hay una cruenta confrontación entre el ELN y el Frente 33, una de las disidencias de las Farc, que a sangre y fuego buscan dominar la ruta del narcotráfico a través del hermano país.

Según el mandatario tibuyano, se trata de un ‘plan pistola’ dentro de las hostilidades de los dos grupos armados organizados y que se trasladó al casco urbano de esa población, por lo volvió a solicitar apoyo del Gobierno Nacional para que recupere el orden público en esa zona del nororiente de Colombia, donde tras un mes de confrontaciones hay casi 85.000 afectados, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

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“Necesitamos realmente la presencia de la institucionalidad en todas sus esferas. La guerra se ha trasladado y transformado, y en estos momentos hay como un plan pistola que han generado los grupos y lo cual ha sido difícil controlar, pese a que el pueblo está militarizado y tiene un control efectivo de Policía y Ejército”, afirmó Claro en la emisora Caracol Radio.

Aunque la violencia guerrillera se está padeciendo en las zonas rurales, que provocó que 13.000 personas que las habitan fueran víctimas de desplazamiento forzado, el mandatario municipal insistió en que se requiere que más entidades del Estado colombiano copen ese territorio.

La policía patrullaba las calles
La policía patrullaba las calles de Tibú. La violencia en la región colombiana del Catatumbo es la peor que ha vivido el país en una generación - crédito New York Times.

“Hay militarización, se ha visto el trabajo de la Fuerza Pública en recuperar la seguridad del municipio, pero insistimos en que debe haber presencia institucional para garantizar el acceso a derechos a la población civil. Hay homicidios selectivos, y por más esfuerzos que hagan, este tipo de delitos podrían seguir ocurriendo por eso se requiere la presencia de la Fiscalía y de un juzgado que debe estar aquí en el territorio generando todas las investigaciones e indagaciones por estos crímenes", señaló en otra entrevista que concedió en el informativo de televisión Noticias Caracol.

Claro señaló también el narcotráfico sigue siendo el principal generador de violencia en esa región del país, lo que no se puede solucionar solo con intervenciones de la Fuerza Pública, sino que requiere de más acciones de todo el Estado en ese territorio.

“Hemos insistido, en el ejercicio del liderazgo por muchos años, en que el Estado debe tener presencia en esta zona desde todas sus esferas. Aquí no hay autoridad para llevar a cabo todas estas investigaciones de los diferentes delitos que se comenten. Necesitamos que haya un programa real de sustitución de cultivos ilícitos, donde se le cumpla a las familias y que además se destine la inversión que se requiere para quitarle fuerza a estos grupos criminales que han querido reemplazar por todo este tiempo al estado”, recogieron de sus declaraciones en el periódico regional El Heraldo.

En Tibú hay 13.000 personas
En Tibú hay 13.000 personas desplazadas por la guerra que libra el ELN con las disidencias de las Farc. (Crédito: New York Times).

Finalmente, el alcalde de Tibú le volvió a exigir a los grupos armados organizados que tienen injerencia en El Catatumbo que asuman un compromiso real para cesar la violencia y respeten a la población civil, en especial en las zona rurales, que son las más afectadas por la guerra entre el ELN y el Frente 33.

Los grupos armados ilegales deben tener voluntad de paz , obviamente de poder parar esta situación y no arremeter contra la población civil, que es en fin la que se ve afectada de todo esto, hoy se está viendo golpeadas incluso las escuelas, muchos niños y jóvenes no tiene por el momento clases”, destacaron en el diario vallecaucano El País.