Judicializaron a integrantes de los Satanás en Bogotá: están acusados de asesinar a un transportador que se negó a pagar una extorsión

Dos presuntos integrantes de la banda criminal Satanás fueron enviados a prisión tras ser acusados del asesinato de un transportador informal en la localidad de Bosa.

Se trata de Erick Miguel Leones Castillo y Mauricio Beltrán Ariza, quienes habrían atacado a la víctima por negarse a pagar una extorsión.

El crimen ocurrió el pasado 12 de enero en el barrio San Antonio. El cuerpo del transportador fue hallado dentro de su vehículo, acompañado de un mensaje en el que el grupo delincuencial se atribuía el asesinato y advertía a otros conductores sobre el pago obligatorio de extorsiones para operar en la zona.

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La Fiscalía General de la Nación presentó pruebas que vinculan a los capturados con el homicidio y logró que un juez de control de garantías les impusiera medida de aseguramiento en centro carcelario. La investigación también apunta a que los acusados estarían involucrados en otros hechos delictivos ocurridos en el último año en el suroccidente de la ciudad.

“Jefes de rutas, de Bosa libertad y choteros: estas son las consecuencias de no atender el llamado que se les hizo. Y si no llegan a un diálogo con nosotros, no los vamos a dejar trabajar tranquilos. Matándoles los choteros, la felicidad y la tranquilidad no tienen precio”, se pudo leer en los panfletos amenazantes, según las autoridades.

Leones Castillo y Beltrán Ariza fueron imputados por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir con fines de extorsión, tentativa de extorsión, fabricación y tráfico de armas de fuego y explosivos. Sin embargo, no aceptaron los cargos.

Las capturas se llevaron a cabo en operativos del Gaula de la Policía Nacional en las localidades de Ciudad Bolívar y Usme. Durante los allanamientos, las autoridades incautaron una motocicleta presuntamente usada en el crimen, un arma de fuego, una granada y panfletos con amenazas dirigidas a transportadores de la zona.

El Tren de Aragua, la organización criminal de origen venezolano que ha expandido su dominio en Colombia, recibió un duro golpe en Bogotá.

En un operativo conjunto entre el Ejército y la Policía Nacional, dos de sus cabecillas fueron capturados en las localidades de Bosa y Kennedy, sectores donde dirigían una red de extorsión y amenazas contra comerciantes.

Según información de las autoridades, los detenidos imponían cuotas ilegales a negocios de la zona a cambio de supuesta “protección”. Aquellos que se negaban a pagar eran víctimas de represalias violentas. La estructura, conocida por sus métodos brutales, también estaría involucrada en homicidios selectivos y tráfico de drogas.

El operativo se llevó a cabo tras una minuciosa labor de inteligencia. Las fuerzas especiales del Ejército, en coordinación con unidades de la Policía, lograron ubicar a los dos cabecillas en viviendas separadas. En el allanamiento se encontraron armas de fuego, celulares con evidencia de extorsiones y dinero en efectivo, presuntamente producto de sus actividades ilícitas.

El Tren de Aragua, surgido en una cárcel venezolana, ha logrado expandir su control a varios países de Sudamérica.

En Colombia, su presencia ha sido detectada en ciudades como Bogotá, Medellín y Cúcuta, donde ha diversificado sus actividades criminales. La captura de estos dos líderes representa un avance en la lucha contra esta organización, aunque las autoridades advierten que aún hay más integrantes operando en la capital.

Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía y enfrentan cargos por extorsión, concierto para delinquir y porte ilegal de armas. Mientras tanto, la Policía y el Ejército continúan desplegando operativos para desmantelar por completo la estructura del Tren de Aragua en la ciudad.