En el plano internacional se han reportado delicadas emergencias relacionadas con sismos en los últimos meses; si bien la tierra nunca deja de moverse, algunas de estas actividades son mucho más perceptibles para la ciudadanía. En Colombia este fenómeno genera una amplia preocupación por los antecedentes, lo que insta a los expertos a mantener en constante alerta y aclarar cualquier tipo de información sobre el mismo.
Un sismo de magnitud 3.1 se registró en la mañana del 3 de febrero de 2025 en el municipio de Los Santos, Santander. Según el reporte actualizado del Servicio Geológico Colombiano, el evento sísmico ocurrió a las 11:34 a. m. (hora local) con una profundidad de 152 kilómetros. Debido a sus características, es posible que el movimiento haya sido percibido levemente en algunas zonas. Las autoridades recomiendan a la población reportar cualquier sensación del temblor para contribuir al monitoreo sísmico en el país.
Luego del sismo con magnitud 5.7 que sacudió gran parte del país el pasado 28 de mayo, con epicentro en Los Santos, Santander, que causó la evacuación en edificios y la publicación de cientos de reacciones de internautas, pone en la lupa nuevamente este municipio que, según el Sistema Geológico Colombiano (SGC), es el epicentro de aproximadamente el 60 % de los sismos ocurridos en el país, pero ¿por qué?.
Red de atención en Colombia: líneas clave para emergencias
En Colombia, existe un sistema de atención telefónica diseñado para responder de manera rápida y eficiente ante diferentes emergencias. La línea principal para reportar situaciones de riesgo es el 123, que conecta a los ciudadanos con los servicios de seguridad, salud y rescate según la naturaleza del incidente.
Además, distintos organismos cuentan con líneas especializadas para atender emergencias específicas. La Policía Nacional responde a través del 112, mientras que incidentes en vías pueden ser reportados a la Policía de Tránsito en el 127. La Defensa Civil está disponible en el 144, los bomberos en el 119 y la Cruz Roja en el 132. Para solicitudes de ambulancias, el 125 es la línea habilitada, mientras que el Gaula atiende casos de secuestro a través del 165. Ante desastres naturales, la ciudadanía puede comunicarse al 111 para recibir orientación y asistencia.
Este sistema permite coordinar respuestas oportunas ante accidentes, crisis de seguridad y emergencias sanitarias, garantizando la intervención de las entidades correspondientes en cada situación.
Hoy en día es inviable prever con anticipación un sismo, pero Google ha modificado un sistema para teléfonos Android que es capaz de enviar una alerta unos segundos antes de que un temblor pueda percibirse.
Medidas clave para protegerse después de un sismo
Luego de un sismo, es fundamental evaluar el entorno y priorizar la seguridad. Lo primero es comprobar el estado físico propio y el de quienes se encuentren cerca, brindando asistencia en la medida de lo posible y esperando la llegada de los servicios de emergencia en casos más graves. Si el lugar presenta daños estructurales evidentes, como grietas severas o paredes inestables, lo más seguro es evacuar de inmediato para evitar riesgos mayores.
Mantenerse informado es clave en estos momentos. Utilizar radios o teléfonos para seguir las indicaciones de las autoridades permite tomar decisiones acertadas. Si se encuentra atrapado en un espacio reducido, es recomendable buscar una vía de escape visible o un punto donde pueda hacer señales para pedir ayuda. Evitar rutas desconocidas o zonas inestables reduce el peligro de nuevos derrumbes o accidentes.
En caso de quedar bajo escombros, es importante protegerse de la inhalación de polvo cubriendo la nariz y la boca con un paño. Si no está presionado por estructuras pesadas, intente moverse hacia áreas seguras sin hacer movimientos bruscos que puedan comprometer la estabilidad de los escombros. Si la movilidad es limitada, generar sonidos suaves puede facilitar que los rescatistas detecten su ubicación. Mantener la calma y controlar la respiración son medidas clave para conservar energía mientras llega la ayuda.
Preparación ante sismos: lo que debe incluir un botiquín de emergencia
En situaciones de emergencia, contar con un botiquín bien equipado puede marcar la diferencia. Es fundamental incluir medicamentos esenciales como analgésicos, antialérgicos y cualquier tratamiento de uso regular para atender condiciones médicas preexistentes.
El material de curación es otro componente clave, por lo que se recomienda disponer de gasas, vendas, esparadrapo, tijeras, alcohol, agua oxigenada y antisépticos para tratar heridas o lesiones menores. Además, herramientas básicas como pinzas, un termómetro y guantes desechables pueden facilitar la atención inmediata en caso de necesidad.
Los productos de higiene también juegan un papel importante en la prevención de infecciones. Jabón, toallas desinfectantes y mascarillas pueden ser útiles en un entorno afectado por un desastre natural. Asimismo, es recomendable contar con una linterna con baterías de repuesto, una lista de contactos de emergencia y copias de documentos importantes para facilitar la comunicación y la identificación en momentos críticos.
Para garantizar su efectividad, el botiquín debe mantenerse en un lugar accesible y su contenido debe revisarse periódicamente para reemplazar los elementos vencidos o en mal estado.
Zonas de Colombia con mayor actividad sísmica y su impacto
Colombia, ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es un país con alta actividad sísmica debido a la interacción de las placas tectónicas. La subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana genera frecuentes movimientos telúricos, especialmente en regiones cercanas a la cordillera de los Andes y la costa del océano Pacífico.
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Departamentos como Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Huila y Risaralda registran una alta recurrencia de sismos, al igual que ciudades como Popayán, Pasto, Cali y Bogotá, que han sido escenario de temblores de diversa magnitud. Ante este panorama, las autoridades mantienen un monitoreo constante y refuerzan estrategias de prevención para reducir el impacto de posibles eventos sísmicos.