Colombiano privado de la libertad logró terminar su maestría en una universidad de Estados Unidos: este fue su método

Pese a haber cometido errores por el camino, Velázquez aprovechó los espacios de resocialización en el penal para adelantar sus estudios

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Pese a haber cometido errores
Pese a haber cometido errores por el camino, Velázquez aprovechó los espacios de resocialización en la cárcel para adelantar sus estudios - crédito montaje realizado con pantallazos de CW+ Noticias

Una condena de 9 años en prisión no evitó que el colombiano Carlos Velázquez terminara su maestría en ciencias de la Universidad Estatal de North Dakota.

Pese a haber cometido una serie de errores que lo llevaron a pagar condena tras regresar de Estados Unidos, el joven, nacido en Florencia (Caquetá), pero criado entre Popayán y Cali, encontró en el aula de sistemas de la cárcel de Villahermosa, en la capital del Valle del Cauca, una oportunidad para continuar con sus estudios.

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Su reflexión, a contados días de salir de prisión por una rebaja por buen comportamiento que redujo su tiempo en el penal a 6 años, es que “caer a la cárcel, estar enfermo o en condiciones limitantes, no es un obstáculo para cumplir los sueños”.

Según dijo en una entrevista concedida al medio local CW + Noticias, al estar privado de la libertad aprendió sobre “humildad, tolerancia, compañerismo y minimalismo. Con lo mínimo y con lo básico uno aprende a sobrevivir acá”.

Rasgos que junto a su pasión por la naturaleza lo ayudaron a terminar el posgrado que inició mientras vivía en el norte del continente: “Tengo una familia de agricultores, de campesinos y parte de mi niñez, y mi infancia transcurrió en la vida de mis abuelos”.

El colombiano inició sus estudios
El colombiano inició sus estudios de postgrado mientras vivía en los Estados Unidos - crédito montaje realizado con pantallazos de CW+ Noticias

Los días en la cárcel eran difíciles, “la distancia con la familia, la falta de comunicación, perderse los momentos más bonitos: los cumpleaños, el crecimiento de los hijos, compartir con ellos” fueron sus mayores retos, pero en el estudio encontró una distracción que, además, le dio esperanzas de un futuro alejado de las rejas.

Liseth Obregón, dragoneante del Inpec, explicó en entrevista para el medio citado que en el penal cuentan “con un aula de sistemas que está en educativas, a donde él iba y realizaba sus clases allá, copias e impresiones, de parte de educativas, se le brindaban y él podría estudiar cuando estaba en su celda”.

Un caso exitoso de resocialización que, incluso, la directora de la cárcel de Villahermosa, Lorena Serrano, celebró: “es digno, también, demostrar, que nosotros, aquí, desde el Instituto Nacional Penitenciario, le brindamos oportunidades, para que la persona se pueda reintegrar a la sociedad”.

La familia de Velázquez, lejos de sentirse avergonzada, hoy siente orgullo por lo que logró mientras estuvo en prisión y es que, ni la distancia, ni el tiempo que pasó antes de que retomara sus estudios, le impidieron sacar su título adelante: “Mi hijo está muy contento, está muy orgulloso y me dice: ‘Papá, si tú lo lograste estando en la cárcel, cuando estés en libertad, no te va a quedar nada grande’”.

Al salir buscará un trabajo en el que pueda poner a prueba sus conocimientos, pero sobre todo, “compartir en familia, eso para mí es lo más importante: mi hijo, mi esposa, mis padres, estar con ellos. Y, otra vez, empezar poco a poco a retomar mi vida ya en condición de libertad”.

Su tiempo en  prisión
Su tiempo en prisión fue aprovechado para conseguir un título internacional - crédito Procuraduría General de la Nación

Colombia impulsa la formación digital en cárceles para reducir la brecha tecnológica entre reclusos

Un proyecto piloto en Colombia busca transformar la vida de mujeres privadas de la libertad mediante la enseñanza de habilidades tecnológicas. Según informó el Ministerio TIC, a finales del 2024, esta iniciativa comenzará en el centro penitenciario El Buen Pastor, de Bogotá, con el objetivo de capacitar a 4.000 internas en competencias digitales. Este esfuerzo forma parte de un programa más amplio que pretende impactar a 100.000 personas en diferentes cárceles del país, en colaboración con los programas Mujeres TIC para el Cambio y SenaTIC.

La brecha digital en las cárceles; es decir, la desigualdad en el acceso a tecnología y formación digital entre la población reclusa y el resto de la sociedad, es un problema global. Según detalló el Ministerio TIC, esta desigualdad limita las oportunidades de educación y reintegración social de los internos, perpetuando su exclusión económica y social tras cumplir sus condenas. En este contexto, el proyecto colombiano busca reducir esta brecha y abrir nuevas oportunidades laborales para las mujeres que recuperen su libertad.

Noruega, España y Estados Unidos
Noruega, España y Estados Unidos son referentes de la iniciativa - crédito Andina

El caso de Colombia no es único. En otros países, se han implementado programas similares para abordar esta problemática. Según consignó el Ministerio TIC, Noruega es un referente en este ámbito, gracias a su sistema penitenciario progresista. En este país, los reclusos tienen acceso a formación educativa avanzada, incluyendo cursos de tecnología y habilidades digitales. Las cárceles noruegas trabajan en colaboración con instituciones educativas y utilizan plataformas en línea para garantizar que los internos adquieran competencias que les permitan integrarse al mercado laboral tras su liberación.

En Estados Unidos, algunos estados han desarrollado programas piloto que permiten a los reclusos acceder a clases en línea bajo supervisión. Estas clases están diseñadas para enseñar habilidades tecnológicas y fomentar el desarrollo profesional, con el objetivo de facilitar su reintegración social y económica.

Y en España se ha implementado iniciativas que promueven la alfabetización digital en las prisiones. Estas acciones se llevan a cabo mediante alianzas con empresas tecnológicas y organizaciones educativas, permitiendo a los internos completar cursos de corta duración en competencias básicas de informática y manejo de herramientas digitales.