A colombiana le cancelaron la cita de solicitud de asilo en EE. UU. faltando 20 minutos, por nuevas directrices de Donald Trump: “Fue devastador”

Margelis Tinoco y su hijo, de 13 años, quedaron varados en la frontera con México tras la cancelación del programa CBP-One, el primer día de mandato del presidente republicano

Guardar
La cancelación del programa fue
La cancelación del programa fue una de las primeras decisiones de Trump - crédito Christian Torres Chavez / AP

La colombiana Margelis Tinoco se convirtió en el rostro de miles de migrantes que quedaron varados en la frontera entre México y Estados Unidos tras las órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump en su primer día, de regreso a la presidencia, para detener el éxodo masivo hacia su país.

Según comentó en entrevista para Caracol Radio, “venía pidiendo la cita y me salió el primero de enero, para entrar a los Estados Unidos legalmente el día 20. Llegamos al puente a las 5:00 de la mañana y, al llegar, nos preguntaron a qué hora teníamos la cita. Les dijimos que a la 1:30 y contestaron que debíamos esperar a entrar a las 11:00 porque primero debían pasar los de la mañana”.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Entonces, junto con su hijo, de 13 años, la devolvieron “en medio del frío y estuvimos haciendo las larga filas hasta que, en esas, me llega a mí un correo en el que me dicen que la cita estaba cancelada y que no podíamos entrar. Fue un momento devastador pa’ mí. Me sentí muy mal y mi hijo de 13 años me preguntaba: ¿Qué vamos a hacer, mami? ¿Ahora qué vamos a hacer?

El llanto de Margelis conmovió a miles de personas luego que su cita de solicitud fuera cancelada a 20 minutos de entrar al puesto de control fronterizo - crédito Ernesto Morales / Facebook

Una vez en Estados Unidos planeaba apoyarse en la madrina de su hijo para evitar que sufriera el mismo destino de otro niño al que perdió en Latinoamérica. De ahí que regresar no sea una opción, pese a los riesgos de la migración irregular y sus costos.

Me demoré seis meses en llegar. Yo salí de Colombia el 10 de julio a las 10 de la noche. Llegamos a Medellín, de Medellín agarramos pa’ Necoclí y ahí emprendimos el viaje por la selva hasta llegar aquí, donde estamos. En México estuvimos en muchas caminatas. Corrimos muchos riesgos, por ejemplo, estuve en una caravana en la que un carro embistió a varios de mis compañeros de viaje. Hubo muertos, heridos y, en general, ha sido muy difícil mi travesía”.

El llamado de Margelis no es otro que: “Busquen a los criminales, porque no somos nosotros. Nosotros venimos en busca de resguardar nuestras vidas, de trabajar y darle una vivienda digna a nuestros hijos. No venimos a hacer daño, no venimos haciendo daño. Lo único que queremos es resguardarnos”.

Entre las ordenes ejecutivas firmadas
Entre las ordenes ejecutivas firmadas por Trump el primer día está la cancelaciópn del programa CBP One - crédito Carlos Barria / Reuters

Tras llegar al cargo, sobre el medio día del lunes 20 de enero, el presidente Trump firmó varias órdenes ejecutivas, entre ellas la cancelación del programa CBP One con el que 900.000 migrantes lograron ingresar a los Estados Unidos y otros 1.450 tenían citas, a diario, para solicitar asilo en cualquiera de los ocho cruces fronterizos ubicados en la zona suroeste de los Estados Unidos.

El programa, junto con la aplicación por medio de la cual se solicitaba la cita, fue lanzado en 2023 por el Gobierno Biden y facilitaba la entrada a migrantes que estuvieran en verdadero peligro; ya que solo tenían que esperar una repuesta.

Margelis estuvo a 20 minutos
Margelis estuvo a 20 minutos de realizar su solicitud formal de asilo - crédito Joebeth Terríquez / EFE

“Me pregunto qué va a pasar con mi familia. Me siento sin palabras, devastada. Yo venía buscando resguardarme y ahora estoy en Ciudad Juárez, frontera con los Estados Unidos y dicen que va a regresar el permiso que le dan a algunos migrantes de permanecer en México, pero yo no he visto nada, no he salido. Me he sentido muy mal”, lamentó Margelis que estaría pasando el crudo invierno en medio de la incertidumbre; ya que se quedó sin dinero y depende de la caridad:

No tengo plata, yo no tengo nada. Estoy sin ropa, hace un frio muy fuerte y estoy en un albergue donde nos ayudaron con la dormida y la alimentación, pero necesito comprarle ropa a mi hijo, una chaqueta, porque hay días en los que la temperatura amanece en menos dos grados. Deudas es lo que tengo. Sucedió algo en Venezuela en el camino y debo 1.000 dólares allá”.