Residentes afectados por edificio que colapsó en Barranquilla denunciaron terrible sorpresa tras volver a su vivienda: “Nos saquearon”

Desde el incidente en el barrio Campo Alegre, varios habitantes del conjunto residencial denunciaron la presencia de ladrones que entran a sus casas todas las noches para robar sus pertenencias

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El caso del conjunto Privilegios
El caso del conjunto Privilegios sigue sin ser resuelto - crédito redes sociales

A finales de noviembre de 2024, el edificio residencial Privilegios, ubicado en el barrio Campo Alegre de Barranquilla, Atlántico, colapsó de manera repentina, lo que dejó a una persona muerta, varias personas heridas y a 17 familias sin un lugar donde vivir.

A dos meses de la tragedia, los residentes del conjunto expresaron su molestia, ya que sumado a la pérdida de su inmueble se enfrentan a otro problema, la falta de seguridad en el sector. De acuerdo con diversos testimonios, ladrones que transitan por el sitio se infiltran en las ruinas para llevarse los objetos de valor que están sepultados entre los escombros.

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Desde el incidente en el
Desde el incidente en el barrio Campo Alegre, varios habitantes del conjunto residencial denunciaron la presencia de ladrones que entran a sus casas todas las noches para robar sus pertenencias - crédito: Yuliia Ovsiannikova/Europa Press

Además de eso, aprovechan los espacios de acceso del equipo de vigilancia del conjunto residencial para ingresar al sector y desvalijar los apartamentos que siguen en pie, asegurando que se han robado hasta los inodoros.

Los ciudadanos afectados también denunciaron varias irregularidades en las reparaciones al edificio; además de expresar inconformismo por la falta de atención de la Alcaldía de la ciudad, que solo los trasladó a un hotel y los acompañó en el retiro los elementos básicos, como documentos y dinero. Para las familias, la cifra otorgada como compensación económica no fue suficiente ante la magnitud de los daños a su vivienda.

“Todo se frenó en diciembre. Dijeron que el 15 de enero retomaban. Además de darnos un auxilio de 700 mil pesos por tres meses, nos dejaron dos semanas en un hotel”, contó a un medio local una de las personas afectadas, que prefirió no revelar su identidad. Igualmente, cuestionó la vigilancia de la zona, que calificó de ineficiente.

“Cuando recién pasó eso, le pusieron un candado al edificio y decir que no podíamos entrar. Lo dejaron con poca vigilancia, solo había vigilancia en una de las entradas del edificio. Luego ya ni siquiera había vigilancia. Empezaron a saquear todos los apartamentos. En mi apartamento ni siquiera hay una puerta”, expresó la mujer.

Esta edificación fue desalojada hace
Esta edificación fue desalojada hace aproximadamente 20 años debido a problemas estructurales detectados desde su construcción - crédito Ejército Nacional

La denunciante también mencionó que no logró ingresar al edificio después de su colapso. Sin embargo, en horas de la noche pudo acceder sin ningún problema y recuperar su mascota, acción que también realizan los ladrones para seguir hurtando los apartamentos.

Con respecto a la indemnización que se debe derivar por la pérdida de su hogar, sostuvo que no han obtenido respuestas. “No tienen más excusas para alargar el proceso legal, que lleva más de 18 años en pie sobre la indemnización de dichos apartamentos”, manifestó al recordar que el edificio estaba en una zona de alto riesgo, situación de la que la administración local estaba al tanto y nunca resolvió.

El caso del edificio residencial Privilegios no es el único en el sector

La empresa de Alejandro Char
La empresa de Alejandro Char fue la encargada de edificar el conjunto Privilegios, pero años después enfrentó serios problemas legales que culminaron en su liquidación - crédito Colprensa

El caso del conjunto Privilegios no fue el único problema en la zona. Campo Alegre vivió otra crisis relacionada con la seguridad de sus edificaciones. En agosto de 2024, el Tribunal Administrativo del Atlántico emitió una orden de evacuación para 27 torres en las urbanizaciones Colina Campestre I y II, que también enfrentaban graves riesgos debido al deterioro de sus estructuras.

Según los informes, alrededor de 400 familias se vieron directamente afectadas por el colapso del edificio, pues perdieron todo su dinero invertido en la compra de sus viviendas. A pesar de que la Alcaldía de Barranquilla tenía la obligación de reubicarlas con urgencia, garantizando que sus nuevas viviendas tuvieran condiciones similares a las que se les ofrecieron en el proyecto original, la situación quedó en un punto de incertidumbre. El alcalde de Barranquilla anunció que los afectados por el colapso iban a ser atendidos, pero a más de tres meses del incidente siguen en la misma situación.