Cinco destinos geológicos de Colombia que revelan la historia de la Tierra, según el Servicio Geológico Colombiano

Colombia, un país reconocido por su biodiversidad y paisajes únicos, también es un escenario privilegiado para explorar la historia geológica del planeta. Según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), cinco lugares emblemáticos del territorio nacional destacan por su belleza natural y por su relevancia científica e histórica. Desde las dunas que se encuentran con el mar en La Guajira hasta el Cañón del Chicamocha en Santander, estos destinos ofrecen una ventana al pasado de la Tierra y a los procesos que han moldeado su superficie durante millones de años.

De acuerdo con el SGC, cada uno de estos sitios representa un laboratorio natural donde es posible observar fenómenos geológicos únicos. Los cinco lugares seleccionados por los expertos de la entidad sirven para comprender mejor la evolución del planeta y del territorio colombiano. A continuación, se detallan las características y el valor de cada uno de estos destinos.

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Ubicadas en la Alta Guajira, las dunas de Taroa son recomendadas por Julio Fierro Morales, director general del SGC, como un destino imperdible. Este lugar, donde las dunas de arena se encuentran con las aguas del mar Caribe, ofrece un paisaje único que combina depósitos de viento y oleaje. Las diferencias entre las caras de las dunas, conocidas como barlovento y sotavento, son claramente visibles mientras el viento desplaza la arena, creando un espectáculo natural en constante cambio.

Para llegar a este remoto paraje, se sugiere contratar vehículos 4x4 en Riohacha, conducidos por guías locales que conocen bien las condiciones del desierto. Además de las dunas, la región cuenta con bahías, ciénagas y otras formaciones arenosas cercanas a Nazareth, que están comenzando a estabilizarse gracias a la vegetación. Según el SGC, este destino es ideal para observar cómo el viento y otros agentes naturales moldean la superficie terrestre.

En el departamento de Guaviare, la Serranía de La Lindosa se destaca por sus formaciones rocosas únicas, como la Ciudad de Piedra, La Puerta de Orión y los túneles naturales. Según Nathalia Contreras, directora técnica (e) de Geoamenazas del SGC, estas estructuras son el resultado de un proceso conocido como erosión diferencial, en el que las rocas más blandas se desgastan más rápido que las duras, dando lugar a arcos, columnas y túneles de formas impresionantes.

Este lugar también alberga skolithos, pequeños tubos fósiles que son evidencia de la actividad de antiguos organismos marinos. Explorar la Serranía de La Lindosa es, de acuerdo con el SGC, como caminar por un museo al aire libre donde los procesos geológicos se hacen tangibles.

Aunque a menudo se le llama desierto, La Tatacoa, en el departamento de Huila, es en realidad un bosque seco tropical con una rica historia geológica. Victoria Corredor, coordinadora del Museo Geológico Nacional del SGC, idicó que este lugar es un verdadero tesoro paleontológico. La erosión ha dejado al descubierto fósiles que datan de hace 13 millones de años, incluyendo restos de crustáceos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

Las colinas de tonos grises y rojizos que caracterizan a La Tatacoa son un testimonio de los cambios climáticos y geológicos que han ocurrido en la región. Este destino invita a reflexionar sobre el pasado de la Tierra, y ofrece una experiencia única para los amantes de la astronomía, ya que sus cielos despejados son ideales para la observación de estrellas.

En el departamento de Antioquia, el Cerro La Tusa se eleva a 1.950 metros sobre el nivel del mar, destacándose por su forma piramidal. Según Luz Adriana Díaz, directora técnica de Hidrocarburos del SGC, esta formación volcánica se originó hace aproximadamente ocho millones de años y está compuesta por flujos de lava y materiales piroclásticos intercalados con depósitos fluviales.

El cerro está rodeado de una exuberante vegetación y ofrece vistas panorámicas de la cordillera Central. Además, en sus alrededores se encuentran las Cuevas de Santa Catalina y petroglifos indígenas, lo que añade un componente cultural a su atractivo geológico. Este destino es ideal para quienes desean explorar la interacción entre los procesos volcánicos y la erosión en un entorno natural único.

Ubicado en Santander, es uno de los cañones más grandes del mundo, con una extensión de más de 108.000 hectáreas y una profundidad de 2.000 metros. Sergio Amaya, geólogo e investigador del SGC, explicó que este lugar es un ejemplo impresionante de la historia geológica de Colombia, formada a lo largo de millones de años.

Además de su belleza natural, el cañón es un punto de interés para los estudios sísmicos, ya que alberga el segundo nido sísmico más activo del mundo, con más de 120 movimientos registrados mensualmente. Este fenómeno convierte al Cañón del Chicamocha en un laboratorio natural para la investigación geocientífica, según el SGC.