Juan Pablo Llano dejó huella en “Masterchef Celebrity” y no descarta una versión internacional: “Aprendí técnicas que transforman la cocina”

El viernes 13 de diciembre de 2024, Juan Pablo Llano, reconocido actor y presentador colombiano, concursó por última vez en MasterChef Celebrity, lo que resultó en un episodio cargado de emociones que marcó su salida de la competencia.

Durante el desafío de eliminación, los participantes debieron presentar platos inspirados en diversas regiones de Colombia.

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A Llano le correspondió preparar una propuesta con baby back carnuda, representando a la región Caribe; sin embargo, un inconveniente con el hogao determinó su eliminación.

“Se me quemó un hogao previo porque la estación estaba complicada, el fuego era industrial y no el que estábamos acostumbrados a usar. Estaba preparando otra cosa, volteé y se me quemó. Me tocó volver a empezar”, explicó Llano en entrevista con Infobae Colombia.

A pesar de la dificultad, el actor defendió su plato, que había diseñado como una propuesta creativa, pero finalmente no fue suficiente para avanzar a la final.

La despedida del paisa fue especialmente conmovedora. Por ejemplo, Adria Marina, una de las chefs jurado, le dedicó palabras que emocionaron al actor hasta las lágrimas: “Tus hijos se deben sentir orgullosísimos de quien eres, un caballero honorable y respetable. Un ejemplo a seguir”.

En la entrevista, Juan Pablo Llano destacó lo que significó para él participar en MasterChef Celebrity, un proceso que describió como transformador: “Mi estrategia fue simplemente cocinar, disfrutar, aprender y ser yo mismo”.

La respuesta de sus compañeros, del jurado y del público fue, para él, lo más gratificante de la experiencia: “Sentir que hiciste algo bien y que dejaste una huella positiva, en medio de tantas cosas difíciles, es muy bonito”.

Más allá de los platos específicos, lo que el actor rescató como aprendizaje fundamental fueron las técnicas adquiridas a lo largo de la competencia: “Aprendí a hacer salsas, manejar proteínas, utilizar diferentes fuegos y combinar sabores para lograr el famoso umami. No se trata de aprender recetas, sino de entender las técnicas que transforman un plato común en algo extraordinario”.

Uno de los platos que más disfrutó fue la hamburguesa Carlos Vieco, una propuesta que fusionaba sabor y concepto; sin embargo, también recordó retos difíciles, como una de las primeras pruebas junto a la chef Marcela, en la que los imprevistos complicaron la ejecución de su idea original.

Llano también compartió detalles sobre la relación con los jurados, Jorge Rausch, Nicolás de Zubiría y​ Adria Marina, a quienes describió como “maestros y grandes personas”.

Aunque en pantalla puedan parecer exigentes y estrictos, aseguró que fuera del set el trato es amigable y de gran respeto: “Son personas maravillosas. Aprender a recibir críticas constructivas es fundamental porque no somos expertos, y ellos están ahí para guiarnos”.

En cuanto al impacto de la experiencia en su vida personal, Juan Pablo mencionó que cocinar en casa ahora es una actividad compartida con su esposa, Catalina Gómez, que también participó en la primera temporada del programa: “Hacemos buen equipo cocinando”, afirmó con entusiasmo.

La experiencia en MasterChef Celebrity también despertó nuevas inquietudes en la carrera de Juan Pablo Llano. Aunque no ofreció detalles concretos sobre sus próximos pasos, adelantó que se encuentra en etapa de audiciones y evaluando nuevas oportunidades: “Hasta que uno no firme, no puede decir nada, pero vienen varias cosas”.

Sobre la posibilidad de participar en una versión internacional del programa, el actor no descartó la idea: “Por ahí están haciendo ojitos. Vamos a ver qué tan loco estoy cuando tenga que tomar esa decisión. Esto requiere estar un poco fuera de lo cuerdo, porque el estrés es enorme”.

La salida de Juan Pablo Llano no solo dejó un vacío entre sus compañeros y seguidores del programa, también una lección sobre el valor de la resiliencia y el aprendizaje constante.

Su participación en MasterChef Celebrity fue más que una competencia; fue una oportunidad para mostrar una faceta distinta, alejada de los escenarios y las cámaras tradicionales.

Llano, que admitió que no le gustaba el sudado de pollo antes de la competencia, reconoció que aprendió a prepararlo de una manera excepcional.

“La cocina es un proceso de riesgo, donde no siempre todo sale como esperas. Pero lo importante es no tomarse las críticas de manera personal y estar dispuesto a mejorar”, reflexionó.

El actor también mencionó un postre creativo que no pudo llevar a cabo por limitaciones de tiempo, una idea que consistía en una estructura similar a una “matera” que se rompía para revelar una preparación en su interior: “Me hubiera encantado hacerlo, pero no era viable con el tiempo y los materiales que teníamos”.