Porqué evitar el uso del jacuzzi cuando va de viaje en un crucero

En los últimos años los cruceros se han convertido en uno de los planes favoritos de la mayoría de las personas para pasar vacaciones sobre todo porque ofrecen una experiencia todo incluido que abarca alojamiento, comidas y entretenimiento, lo que simplifica la planificación de los días de descanso.

Además, permiten visitar múltiples destinos en un solo viaje lo que resulta atractivo para quienes quieren explorar diferentes lugares sin tener que volver a organizar el equipaje.

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La variedad de actividades y servicios a bordo, desde espectáculos y restaurantes hasta actividades recreativas son ideales para todos los miembros de la familia. Además, se considera un plan ideal para las parejas recién casadas.

Una de las ventajas que pueden experimentar los viajeros es que los cruceros ofrecen desde suites de lujo hasta cabinas más modestas para todo tipo de presupuestos.

De hecho algunas habitaciones premium incluyen jacuzzi privado o también se pueden encontrar en la parte del spa del barco. Sin embargo, hay algunas precauciones que se deben tomar a la hora de utilizar estas pequeñas bañeras de hidromasajes.

Según un informe reciente del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) el uso de estos jacuzzis es la causa de dos brotes de legionela detectados en cruceros en 2022 y 2024.

En total se enfermaron 12 personas de las cuales 10 tuvieron que ingresar en el hospital. La legionelosis causada por bacterias de legionela es una enfermedad respiratoria que puede llegar a ser muy grave. Estas bacterias a menudo se encuentran en el agua de las fuentes o en los sistemas de ventilación. Pueden eliminarse con el calor, pero el agua de un jacuzzi no está suficientemente caliente ya que resisten hasta 50ºC. Por eso también es una buena fuente para que las bacterias puedan proliferar.

Esto llevó a los expertos del Cdc a considerar las bañeras de hidromasaje como primera opción sobre las infecciones de estos barcos. Sin embargo, descubrieron que no había ni rastro de bacterias en las piscinas con jacuzzi públicas de los cruceros. Luego optaron por investigar también las bañeras privadas y comprobaron que estás eran las culpables.

La legionela puede proliferar en las bañeras de hidromasaje. Por eso estas se suelen drenar y clorar muy frecuentemente. Muchas personas se bañan al día en ellas de manera que la desinfección es esencial.

En cambio un jacuzzi privado solo se desinfecta cuando se va a pasar de un huésped a otro. A veces se limpia al mismo tiempo que la habitación, pero no de una forma tan recurrente. Por esta razón, al no estar tan sometido a control es más fácil que las bacterias proliferen ahí.

• Los jacuzzis en cruceros no solo producen esas infecciones respiratorias también pueden ser focos de bacterias y otros patógenos debido a la alta cantidad de personas que los utilizan. Esto aumenta el riesgo de infecciones cutáneas o gastrointestinales.

• Las personas con ciertas condiciones de salud como problemas cardíacos o de presión arterial deben evitar el calor intenso del jacuzzi.

• A veces los sistemas de filtración no son tan eficientes como deberían ser lo que puede resultar en agua sucia o mal tratada. Aunque se utilizan productos químicos para desinfectar el agua la cantidad y concentración de estos pueden variar. Un mal equilibrio puede llevar a la proliferación de microorganismos o causar irritación en la piel y ojos de los usuarios.

• Los jacuzzis suelen estar a temperaturas bastante alta típicamente entre 37 y 40 grados Celsius. Esta exposición prolongada al calor puede aumentar la temperatura corporal y hacer que el cuerpo pierda líquidos a través del sudor.

• Durante los días de navegación los jacuzzis pueden estar muy concurridos lo que puede hacer que la experiencia no sea placentera y aumente el riesgo de accidentes.