Tres miembros del Ejército Nacional perdieron la vida en un acto violento perpetrado por uno de sus compañeros, en un batallón ubicado en La Tagua, Putumayo. El capitán Juan Pablo Herrera Mazo, el sargento Carlos Rojas Otavo y el soldado Yoandris Mejía Mejía fueron las víctimas mortales del atroz suceso; el último falleció en las últimas horas.

El presunto autor de la masacre es Alexánder Orozco, un soldado de tan solo 19 años, nacido en el municipio de Cajibío, Cauca, quien llevaba casi ocho meses en servicio militar. De acuerdo con audios obtenidos por Caracol Radio, Orozco habría abandonado su puesto de centinela y perpetrado un engaño, aparentando un ataque a la unidad militar.

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Los informes indican que Orozco disparó contra el capitán Herrera Mazo y luego contra el sargento Rojas Otavo, en lo que parece ser un acto coordinado. Se sospecha que Orozco podría haber estado colaborando con grupos armados ilegales, según los testimonios conocidos por el medio referido.

La tercera víctima, el soldado Yoandris Mejía Mejía, sucumbió a las heridas recibidas en el incidente, mientras que otro uniformado que recibió un impacto de bala en una de sus extremidades inferiores se encuentra actualmente recuperándose en un centro médico en Caquetá, luego de ser trasladado en helicóptero hasta ese lugar.

“Ampliamos la información de los hechos ocurridos en el Batallón de Selva N°49 ubicado en La Tagua, Putumayo, donde desafortunadamente debido a la gravedad de las heridas falleció nuestro soldado SL18 Yoandris Mejía Mejía”, actualizó la sexta división del Ejército.

El Ejército Nacional ha desplegado un plan de seguridad en colaboración con la Policía Nacional y la Infantería de Marina para localizar al agresor, quien aún porta su arma de dotación. Asimismo, se está brindando apoyo psicosocial a las familias de los militares afectados por esta lamentable tragedia.

Uno de los soldados presentes en el momento de los hechos señaló a Caracol Radio que el autor de los hechos habría lanzado varios disparos al aire. En ese momento, cuenta el uniformado, “mi capitán se volteó a pasar revista. Cuando mi capitán fue, el man ya lo estaba esperando. Le pegó un tiro en la cabeza”.

Enseguida, habría llegado a la guardia el sargento Rojas, quien no sabía que era justamente su compañero la persona que estaba haciendo los disparos, ni que había ido contra el capitán Herrera Mazo. “Cuando mi sargento dio la vuelta, le dispara por la espalda. Le mete tres tiros”, detalló el testigo al mismo medio.

Por su parte, otro de los uniformados dio un testimonio similar y agregó que, por coincidencia, el presunto responsable no encontró al mayor del ejército en el lugar. “El coronel no estaba tampoco, porque el man estaba de centinela y, como estaba todo coordinado, se metió al casino de oficiales. Me imaginó que el primer oficial que encontró fue a mi capitán”, puntualizó ese segundo militar que hace parte del batallón de Selva N°49.

Según dijo en el audios que conocieron las autoridades, el soldado sería un infiltrado de los grupos armados pues, al parecer, al otro lado del río Caquetá se encontraba un grupo de personas esperando al presunto autor de los hechos al momento de su huida.

De hecho, después de la balacera se reportó un hostigamiento de un grupo armado, aun por identificar, justamente del otro lado del río Caquetá, donde se encontraban los supuestos cómplices de la fuga de Orozco.

Mientras tanto, las autoridades judiciales competentes se encuentran en el lugar de los hechos terminando las labores de investigación que podrán esclarecer la situación.