Hombres armados robaron y amenazaron al personero de Tibú, Norte de Santander

Los hechos de violencia en el Catatumbo no cesan. Esta subregión concentra el 81% de la población afectada por el conflicto armado en el departamento

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Hombres armados interceptaron el vehículo
Hombres armados interceptaron el vehículo donde se movilizaba el personero de Tibú y se llevaron la camioneta de la UNP - crédito redes sociales

Un hecho de violencia se registró el jueves 25 de enero de 2024 en Tibú, Norte de Santander, por cuenta de hombres armados, quienes habrían asaltado y amenazado al personero municipal.

De acuerdo con la información preliminar de las autoridades, los sujetos interceptaron el vehículo donde se transportaba el personero de Tibú, Jhon Ascanio, que salía a almorzar, junto con sus escoltas que hacen parte de la Unidad Nacional de Protección (UNP).

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Posteriormente, los obligaron a bajarse del carro, les quitaron sus armas de dotación y se llevaron la camioneta. El hecho ocurrió a eso de las 2:00 p. m., a pocas cuadras de la estación de Policía de este municipio.

Pero el hecho no quedó allí, pues según el diario local La Opinión, los hombres armados también amenazaron al funcionario y sus escoltas antes de huir del sitio donde cometieron el robo.

Cabe recordar que la zona del Catatumbo en Norte de Santander es una de las más afectadas por el conflicto armado y la violencia en Colombia. Persisten los enfrentamientos entre grupos armados ilegales por el control territorial.

Enfrentamientos entre grupos armados en Catatumbo dejaron más de 1.400 desplazados en 2023

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Menores de edad son la población que más ha sufrido de reclutamiento forzado por parte de grupos guerrilleros en Norte de Santander - crédito Ernesto Guzmán/EFE

La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reveló la gravedad de la situación humanitaria que vivió la subregión del Catatumbo (Norte de Santander) en 2023, por causa de la violencia y el conflicto armado.

La organización evidenció que hubo un deterioro en la crisis humanitaria en dicha zona, que concentra el 81% de la población afectada por la violencia y el conflicto armado en el departamento.

De acuerdo con la Ocha, entre enero y septiembre de 2023,1.638 personas resultaron afectadas por hechos de violencia tales como desplazamientos forzados, amenazas, homicidios selectivos, la presencia de Municiones sin Explosionar (MSE) y Trampas Explosivas (TE) por parte de los grupos armados que hacen presencia en cualquiera de los 11 municipios que componen la subregión del Catatumbo.

Adicionalmente, se registraron 47 enfrentamientos o combates armados que han causado el desplazamiento masivo de 1.470 personas en la subregión del Catatumbo, entre enero y noviembre de 2023.

La organización mostró su preocupación por los riesgos que enfrenta la población civil debido a la instrumentalización para la realización de actividades ilícitas. Este es un fenómeno que no cesa en el país, ya que niños y jóvenes son la población que más ha sufrido de reclutamiento forzado por parte de grupos guerrilleros en distintas zonas de alto conflicto.

Afectaciones en la salud de la población civil en Norte de Santander

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presentaron 31 casos de tuberculosis y 688 brotes de paludismo durante 2023 en las comunidades indígenas de Tibú -crédito Archibo Infobae

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) llevó a cabo una misión humanitaria del 2 al 6 de octubre de 2023 en las comunidades de Puerto Palmas, del corregimiento La Gabarra, y en las autoridades indígenas de Tibú; así como en los corregimientos de San Pablo y Aserrío en Teorama, y en la vereda de San Ignacio (San Calixto). Estas son las principales zonas afectadas por el conflicto armado en Norte de Santander.

La organización halló que las principales afectaciones hacia la población civil por causa de los constantes enfrentamientos entre grupos armados se evidencian en la protección, salud, educación, seguridad alimentaria y nutrición de dichas comunidades.

Uno de los casos que se destacan en el informe de misión humanitaria de la Ocha tiene que ver con los impactos negativos de la violencia en la salud de las comunidades. La organización evidenció que se presentaron 31 casos de tuberculosis y 688 brotes de paludismo durante 2023 en las comunidades indígenas de Tibú.

Además, se registraron afectaciones emocionales en niños y adolescentes debido a enfrentamientos y amenazas de los grupos armados.