
Meses después de los conocidos cierres de operaciones de las aerolíneas de bajo costo Viva Air y Ultra Air por dificultades económicas, el mercado aéreo colombiano puede verse afectado de nuevo por la posible bancarrota de la aerolínea de bajo costo estadounidense JetBlue, que opera también en este país.
Esto, luego de que la fusión entre JetBlue Airways Corp. y Spirit Airlines Inc. fuera bloqueada por un juez federal de Boston (Estados Unidos), siguiendo argumentos de que la adquisición, valorada en USD3.800 millones ($14.8 billones), reprimiría la competencia en la industria aérea y aumentaría los precios para los consumidores. Así, la decisión impide que JetBlue se convierta en la quinta aerolínea más grande de Estados Unidos, según informó inicialmente EFE y fue secundado por Bloomberg.
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La sentencia emitida por el juez William G. Young coincide con la postura del Departamento de Justicia estadounidense, resaltando que la desaparición de Spirit como opción de bajo costo tendría efectos negativos sobre los viajeros preocupados por los precios.
“Si se permitiera a JetBlue absorber a Spirit, al menos como se propone, se eliminaría uno de los pocos competidores principales del sector aéreo que ofrece una innovación y una disciplina de precios únicas”, escribió Young el 16 de enero, según Bloomberg. Agregó: “Peor aún, la fusión probablemente incentivaría aún más a JetBlue a abandonar sus raíces como aerolínea disidente de bajo costo”.
El fiscal General, Merrick Garland, expuso que la fusión limitaría las opciones de vuelos y conduciría a un incremento de tarifas.
Caída en las acciones
Por su parte, JetBlue y Spirit defendieron en marzo pasado que su fusión impulsaría la competitividad, aunque el juicio reveló que podría significar el fin del modelo económico de Spirit. Las razones detrás de esta integración empresarial y sus potenciales impactos en el mercado fueron cubiertos en detalle por declaraciones y datos suministrados tanto por la CNBC como por el Departamento de Justicia.
La cancelación de la fusión llevó a una caída del 61% en el valor de las acciones de Spirit y un breve aumento seguido de una disminución en las de JetBlue. Las aerolíneas están evaluando pasos futuros, incluyendo una posible apelación.
Frente a esta situación, JetBlue había ofrecido vender algunas puertas de aeropuerto y franjas horarias de Spirit para aliviar las preocupaciones antimonopolio, aunque esto fue considerado insuficiente por los abogados gubernamentales. Hay que señalar que la administración de Joe Biden ha tomado una postura activa contra la consolidación en el sector aéreo, como se refleja en los esfuerzos por bloquear la Northeast Alliance de JetBlue con American Airlines, mencionados en los informes de Bloomberg.

En los procedimientos judiciales se hizo evidente la intención de JetBlue de cambiar el modelo de negocio de Spirit y adaptar la flota de esta última a sus estándares, lo que podría reducir la cantidad de asientos por avión entre un 10% y un 15%. El acuerdo de fusión entre las empresas tiene una fecha de expiración en julio de 2024, y el siguiente litigio podría tener lugar en el Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de Estados Unidos en Boston.
Los antecedentes de esta fusión se remontan a 2017, cuando JetBlue comenzó a considerar un acuerdo con Spirit; la oferta en efectivo se presentó después de que Frontier hiciera una propuesta para adquirir Spirit. Documentos internos mostraron dudas por parte de los líderes de Spirit sobre la sinceridad de la oferta de JetBlue.
Spirit se pronunció sobre la situación y aseguró a que aunque les decepciona este resultado, tiene confianza en sus fortalezas y estrategia.
“Seguimos comprometidos con ofrecer tarifas económicas y un buen servicio a nuestros pasajeros, además de brindar excelentes oportunidades para nuestro personal. Spirit ha estado y seguirá tomando pasos prudentes para asegurar que tanto el balance general como las operaciones diarias sean óptimas. Spirit no pretende realizar ni está involucrado en una reestructuración de deuda”, informó la compañía.
Aerolíneas que dejaron de operar en Colombia
En los últimos 30 años fueron doce aerolíneas las que dejaron de operar en Colombia. Son las siguientes:
- Aerotal (1970 - 1983).
- Aerocóndor (1955 - 1985).
- Isleña (1993 - 1994).
- ACES (1971 - 2003).
- West Caribbean Airways (1998 - 2005).
- Intercontinental (1960 - 2005).
- AeroTaca (1965 - 2006).
- SAM (1945 - 2010).
- ADA (1987 - 2019).
- GCA (2017 - 2019).
- Viva Air (2009 - 2023).
- Ultra Air (2022 - 2023).
Las dos últimas aerolíneas eran caracterizadas por su modelo de bajo costo, sin embargo, llama la atención de los usuarios que en menos de 15 años ya han dejado de operar cinco aerolíneas, aunque 2023 marcó un importante registro respecto a este asunto, ya que fue cuestión de semanas lo que separó a Ultra y Viva respecto a su cese en funcionamiento.
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