Chileno vive desde hace un mes en el aeropuerto El Dorado: llegó al país por una oferta de trabajo, lo engañaron y lo dejaron sin un centavo

Su compañero de viaje y ‘amigo’ durante los últimos doce meses tomó sus pertenencias una vez llegaron a la terminal de transportes de Bogotá

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Luego de robar su celular,
Luego de robar su celular, habrían llamado a Chile para extorsionar a su familia y conseguir ocho millones de pesos - crédito pantallazo tomado de Arriba Bogotá

Volver a casa antes de Navidad es el único deseo del chileno Justin Andrés Alejandro Vera, luego de haber sido víctima de hurto a manos de un ciudadano colombiano al que conocía hace más de un año y que le ofreció trabajar en el país, para poder ayudar a su familia, que atravesaba una situación económica difícil.

Para escapar del frío decidió instalarse en el aeropuerto El Dorado, en donde ha estado viviendo el último mes, en busca de ayuda para regresar a su país. No le quedó de otra. Al llegar a Bogotá su “amigo” y compañero de viaje lo dejó con la ropa que llevaba puesta y nada más.

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No contento, utilizó su celular para comunicarse con Chile y, aprovechando su cercanía con la familia de Justin, les dijo que había sido secuestrado por uno de tantos grupos armados y que para recobrar su libertad debían enviarle ocho millones de pesos.

“Empecé a viajar el 6 de octubre, desde Chile hacia Colombia; ya que en Chile no estaba pasando un buen momento familiar (…) a Camilo lo conocí en un matadero, así se llama el hombre. En Chile duramos un año de colegas, él era, prácticamente, familia para nosotros, y por eso yo comencé a viajar con él, porque él me dijo que en Colombia había bien sueldo, que podía postularme a una casa, más fácil, y a un auto también y me podía traer a mi familia en un tiempo más, yo por eso, más que nada, viaje”, recordó Justin en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá.

Justin ha estado buscando, sin
Justin ha estado buscando, sin éxito, un vuelo humanitario de regreso a Chile - crédito archivo Infobae

Camilo jamás llegó a mostrar comportamientos que hicieran dudar a Justin sobre sus intenciones con la familia Vera. Por el contrario, parecía un buen tipo en el que podían confiar a ojo cerrado, pero terminó siendo un estafador de primera.

“Viajamos juntos desde Perú a Ecuador, de Ecuador a Colombia, y fueron como tres semanas de viaje con él, solo con él. Nunca me mostró nada malo hasta llegar a Bogotá. Aquí en Bogotá llegamos al terminal como a la 1 de la mañana, me sacó un cuchillo grande y me pidió mis pertenencias, una maleta con herramientas, me pide mi teléfono, me pide mi billetera y un par de dólares que yo tenía”.

El robo de sus pertenencias solo fue el principio. Conocía bien la situación económica en la que se encontraban los Vera, pero también que harían cualquier cosa por su hijo menor. Fue así que inventó un falso secuestro para hacerse a una millonada, con la cual pasar el fin de año por lo alto.

“Con mi teléfono que él robo le habló a mi mamá y le dijo que yo, supuestamente, había sido secuestrado por la guerrilla y le pidió ocho millones de pesos colombianos para que me soltaran, y yo ni enterado”. Lograron reunir el dinero en cuestión de días y enviárselo a Camilo, antes de que Justin consiguiera un nuevo teléfono para ponerse en contacto.

Justin ha estado viviendo en
Justin ha estado viviendo en El Dorado el último mes - crédito Colprensa

“Cuatro días más tarde de que él me roba, me regalan un teléfono para yo poder comunicarme con mi familia y llamo a mi hermano y me encuentro con la sorpresa de que él había amenazado a mi mamá de que yo me iba a morir y, como mi mamá lo conocía, no desconfiaba de él, entonces mi mamá le mandó el dinero”.

Sin nadie a quien recurrir, Justin caminó hasta el consulado chileno, con la esperanza de conseguir un vuelo humanitario, pero la solución que recibió no podría estar más alejadas de sus necesidades actuales: “Con esos antecedentes fui al consulado de Chile y en el consulado de Chile solo me dieron un salvoconducto y efectuaron el denuncio hacía la persona, peor más allá, no recibí ayuda del consulado”.

“Prácticamente vivo aquí en el aeropuerto y ha sido frustrante y es indignante un poco, pero es mucho más tranquilo y no paso tanto frio como afuera, la verdad. Estos días que he estado aquí en el aeropuerto he estado buscando ayuda, en aerolíneas, viendo qué puedo hacer con la gente, si hay algún vuelo humanitario o algo que me ayude a llegar a mi casa, porque es lo único que quiero, quiero volver a estar con mi mamá, quiero poder abrazarla y quiero llorar, porque yo la extraño mucho a ella y después de lo que pasó más todavía porque mi mamá es lo único que tenemos con mi hermano, yo solo quiero volver a mi casa”, comentó, con lagrimas en los ojos.