El río Medellín se convirtió en la fosa común del Valle de Aburrá: han recuperado 55 cuerpos en los últimos dos años

Solo en 2023, las autoridades reportaron 29 cuerpos en el afluente hídrico, y la capital de Antioquia es donde más casos se han registrado en los 10 meses del año

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En la imagen, una panorámica
En la imagen, una panorámica de la ciudad de Medellín - crédito Alcaldía de Medellín

El río Medellín, que atraviesa de norte a sur los 10 municipios del Valle de Aburrá y se ha convertido en el atractivo de la capital antioqueña, ha empezado a salir en los principales titulares del país, pero no por ser referente turístico, sino por volverse en los dos últimos años en el escenario de una serie de crímenes, con el descubrimiento de 55 cadáveres.

Y es que el creciente número de casos de cuerpos hallados en aguas antioqueñas ha revivido en la comunidad las prácticas que datan de la época de Pablo Escobar, cuando el río era utilizado como una fosa común para deshacerse de los cuerpos de personas asesinadas. Sin embargo, lo que parecía ser parte del pasado ha resurgido en los últimos meses, con un marcado aumento en los hallazgos durante el presente año.

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Según el informe de las autoridades, la mayoría de los cadáveres son encontrados en Medellín y los municipios del norte metropolitano. Solo en 2022, los forenses rescataron 26 cuerpos sin vidas de las aguas, pero este año la situación parece encrudecerse al confirmar que lo que va del 2023, se han registrado 29 cadáveres, faltando todavía 48 días para cerrar el año.

Estos descubrimientos han sido especialmente prominentes en Medellín (12 casos), Barbosa (9), Copacabana (3), Bello (2), Girardota (1), y Caldas(2). Uno de los casos más inquietantes y aún sin resolverse ocurrió en septiembre, cuando fueron encontradas una cabeza y el tronco de una mujer en dos puntos diferentes de la Medellín.

A pesar de transcurrir 58 días desde este macabro hallazgo, las autoridades no han logrado identificar a la víctima y las partes del cuerpo permanecen en la sede del Instituto Nacional de Medicina Legal, a la espera de pruebas científicas cruciales para iniciar la investigación criminal.

Hay casos que no han
Hay casos que no han logrado esclarecerse ante el deterioro de los cuerpos - crédito @FunSumapaz/X

Otro caso emblemático es el de Alexander Tordecilla Pérez, un joven de 26 años, que fue encontrado el pasado 4 de noviembre en las aguas del río cerca a la estación Libertadores de Bomberos de Medellín. En este caso, revelado por El Colombiano, la víctima mortal presentaba lesiones con golpes, lo que llevó a las autoridades a deducir que lo atacaron previamente y luego fue arrojado al río Medellín.

La problemática se ha extendido hasta la Hidroeléctrica Carlos E. Restrepo, en la vereda Popalito de Barbosa, donde se han encontrado siete cadáveres. Este sector, ubicado en uno de los meandros del río, se ha convertido en un punto recurrente de hallazgos, sugiriendo un patrón de disposición de cuerpos en la zona.

La problemática parece ser más grave ante la poca efectividad que han arrojado las investigaciones de los homicidios. De los 29 hallazgos de este año, solo ocho han sido confirmados como homicidios, mediante el uso de arma de fuego, ataques con arma blanca, y golpes. Los demás casos están en investigación, ya sea debido a su avanzado estado de descomposición o la ausencia de señales claras de la causa de la muerte que no han permitido continuar con las labores.

Especialistas en seguridad aseguran que este panorama resulta preocupante, toda vez que esta práctica, aunque no resulta ser una forma nueva para intentar deshacerse de sus víctimas, sí iría en contravía de los índices de homicidios en el Valle de Aburrá, que ha logado reducir sus números en los 10 meses del 2023.

Y es que solo en octubre y los primeros días de noviembre las cifras igualaron y repuntearon los números del año anterior, con el descubrimiento de seis cuerpos en diferentes lugares, destacando los barrios Caribe, Patio Bonito y La Candelaria en Medellín, así como en El Hatillo (Barbosa) y La Inmaculada (Caldas).

No obstante, este fenómeno no se limita al río Medellín, ya que las quebradas también son escenario de macabros hallazgos. En lo que va del año, se han encontrado 20 cadáveres en estas corrientes de agua, con mayor claridad sobre la causa de muerte en comparación con los casos del río.

Las autoridades, conscientes de la gravedad de la situación, mantienen medidas para prevenir que los 104 kilómetros de longitud del río dejen de ser una fosa común para los delincuentes. Aunque reconocen las limitaciones de tener vigilancia policial en cada punto del río, la tecnología se emplea para mantener una supervisión constante y evitar nuevos episodios.