Menor de edad le disparó en la cabeza a su hermano: esto es lo que se sabe

En Colombia la posesión o porte de armas no es un derecho; sin embargo, hay más de 300.000 personas que cuentan con uno de los tres tipos de permisos que existen para tener este tipo de objetos, que deben estar fuera del alcance de los menores en todo momento.

En un hecho que ha generado indignación en Norte de Santander, un joven de 15 años ingresó al Hospital de Ocaña luego de haber recibido un disparo en la cabeza, en hechos que son materia de investigación, testigos afirmaron que el arma fue accionada por su hermano de 16 años.

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Juan Carlos Sierra, coordinador de servicios de urgencias del centro médico, confirmó a los medios de comunicación que al lugar había llegado un menor de edad proveniente del municipio de El Tarra con una herida de bala en la cabeza, pero debido a la gravedad de las heridas, no fue posible realizar una intervención que requiere.

“El paciente presentaba sangrado en la cabeza, se realizaron controles iniciales y los estudios revelaron una lesión cerebral debido al impacto de la bala. Dada la gravedad de las heridas, no fue posible realizar una intervención quirúrgica”.

De acuerdo con el informe preliminar entregado por las autoridades, el menor de edad, del que no se entregó información en cuanto a su identificación, fue llevado hasta el centro de salud de El Tarra tras recibir un impacto de bala en la cabeza, allí lograron estabilizarlo y luego fue remitido a Ocaña.

En cuanto a la información entregada por testigos del hecho, se presume que el arma estaba siendo manipulada por el hermano de la víctima en el momento que se registró el disparo; sin embargo, esto no ha sido confirmado y será investigado por las autoridades en Norte de Santander.

Dentro de las dudas por esclarecer se encuentra de dónde provino el arma de fuego y por qué un menor de edad estaba manipulando este artefacto. En estos momentos el joven afectado se encuentra en cuidados intensivos mientras los profesionales esperan como sigue su evolución para tratar de salvarle la vida.

“Los menores estaban jugando con un arma de fuego, la cual se acciona, propinándole un disparo en la cabeza a uno de los menores, que fue trasladado a Ocaña, el cual está recibiendo atención profesional mientras se espera evolucione su salud”, declaró el teniente Carlos Esteban, comandante operativo de la Policía en Norte de Santander.

De la misma forma, el uniformado recalco que la responsabilidad de los padres de familia es hacer que los menores de edad se encuentren en espacios seguros, siendo un factor principal para ello no tener armas de fuego en la residencia o tenerlas lejos del acceso de ellos.

“Nuestra recomendación es a la responsabilidad y control que deben ejercer los padres de familia con respecto a generar espacios seguros que no permitan que sus hijos tengan acceso a armas de fuego u otros elementos que les pueda generar una lesión”.

Se desconoce la identidad del propietario del arma de fuego y si esta persona cuenta con el permiso para portar este objeto.

El ciudadano que tenga la intención de tener una arma de fuego primero debe solicitar una cita ante el Departamento de Control, Comercio de Armas, Municiones y Explosivos (Dccae) de las Fuerzas Militares, a la que deberá de entregar una solicitud con firma, nombre completo, número de identificación, correo electrónico, teléfono y dirección de residencia.

Sumado a ello, la persona debe presentar un certificado médico de aptitud psicofísica que haya sido expedido por una institución autorizada por la Dirección General de Sanidad Militar, un certificado del curso de manejo de armas de una entidad autorizada por el Departamento Control Comercio de Armas, Municiones y Explosivos.

Por último, la persona debe entregar una certificación bancaria y una justificación para la adquisición del arma, en la que deberá argumentar porque requiere portar el elemento para su defensa e integridad personal.