El partido entre Junior y La Equidad terminó por falta de garantías luego de que agredieran al juez de línea

El tercer ciclo de Arturo Reyes a cargo del Junior FC inició con un empate 0-0 ante La Equidad en el estadio Metropolitano de Techo de Bogotá. Sin embargo, el marcador del compromiso podría cambiar, ya que el motivo por el que el juez central Diego Ulloa finalizó el encuentro fue la falta de garantías luego de que hinchas del equipo barranquillero, ubicados en la tribuna oriental, agredieran con una botella al árbitro asistente que se ubicaba en ese costado.

En la transmisión no quedó registrado el momento en el que Elkin Echavarría es alcanzado por el objeto. Esta agresión se dio sobre el minuto 90, luego de un gol del Club Deportivo La Equidad, anotado por Yoiber González. El tanto fue anulado tras la revisión del VAR, ya que este fue antecedido por una mano de Brayan Fernández, quien tras un error técnico en medio de un cabezazo terminó cometiendo la infracción.

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Tras el golpe a Echavarría, fue necesario que el departamento médico del club local atendiera al asistente arbitral. Afortunadamente, el suceso no pasó a mayores, pero con el reloj marcando 100 minutos, Ulloa tomó la decisión de dar por finalizado el compromiso con el marcador 0-0. Si bien, el juez central manifestó que el partido llegaba a su final por falta de garantías, tuvo un error de procedimiento que fue criticado por los analistas arbitrales.

El árbitro junto a sus asistentes debía abandonar el terreno de juego sin decretar el final, dando entender que había sido suspendido y dando pie a que la comisión disciplinaria decrete el resultado en el escritorio. Sin embargo, Ulloa señaló el centro del juego finalizando el partido.

“La ley 5 le da la facultad al árbitro para que en caso de FALTA DE GARANTIAS el “abandone el juego” o se vaya del partido e informe para que la Comisión disciplinaria decida si quita o no los puntos. Aquí pito y finalizó el partido; es decir, lo concluyó en el tiempo reglamentario”, explicó Jose Borda, exárbitro y ahora analista.

Este partido disciplinariamente fue complejo para el juez, ya que sobre el minuto 77 hubo una discusión entre Joan Castro, de los aseguradores, y José Enamorado, del Junior FC. Esta decantó la expulsión de ambos jugadores por la rudeza de la pelea. Aparte de las cartulinas rojas, el árbitro mostró cuatro tarjetas amarillas para los locales y cinco para las barranquilleras. También sancionó 28 faltas: 16 de La Equidad y 12 del tiburón.

Fue necesaria de la presencia de la Policía Nacional y agentes de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden, anteriormente conocida como Esmad, para desalojar a los hinchas del Junior FC, que incluso llegaron a invadir el terreno de juego del estadio Metropolitano de Techo.

El partido entre Deportivo Cali, que terminó en empate 1-1 ante Atlético Nacional, se vio opacado por la agresión desde la tribuna de sur en contra de uno de los jueces de línea del compromiso. La situación se presentó luego de que Jhon Ospina, encargado de impartir justicia, decretara un penalti a favor del equipo visitante. Fue entonces cuando desde la tribuna popular cayó una lata de cerveza que impactó la cabeza del colegiado.

Días después, el sujeto que realizó el bochornoso acto fue individualizado y sancionado sin ingresar al estadio por los próximos 24 meses. Dimayor impuso una sanción económica y de cuatro fechas de suspensión a la tribuna popular sur. Entretanto, la Alcaldía de Palmira no permitirá el ingreso a ningún otro sector del estadio a quienes asistieron a esa localidad en el partido Cali vs. Nacional durante el tiempo de la sanción.