Hijo y sobrino de alcaldesa de Cerrito, Valle, y cinco individuos más fueron sorprendidos enterrando un cadáver

No hay crimen perfecto: a las malas aprendieron esta lección siete personas capturadas el martes 31 de enero en el corregimiento de Santa Elena, en zona rural del municipio de El Cerrito, departamento de Valle del Cauca. Los sujetos fueron sorprendidos cavando un hoyo para enterrar un cadáver en un predio adscrito a la Sociedad de Activos Especiales, (SAE). Para colmo de males, dos de los capturados son familiares de la alcaldesa del municipio, Luz Dary Roa.

Según el coronel Ever Yovanni Gómez, comandante de la Policía del Valle, la comunidad se dio cuenta de que este grupo de individuos estaba abriendo una fosa y decidieron llamar a las autoridades. Al acudir al llamado, hallaron un cadáver con signos de tortura y una herida de bala en el pecho en el bar de la vivienda, la cual está en proceso de extinción de dominio.

El comandante añadió que, cuando los siete implicados notaron la presencia de los policías, abrieron fuego contra ellos para alejarlos y alcanzaron a lesionar a uno. De todas maneras, los uniformados prosiguieron con el operativo y dejaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación a los capturados —dos de los cuales presentan antecedentes judiciales por hurto y lesiones personales— y su armamento.

“Se logra la captura en flagrancia de siete personas por delitos de homicidio y porte ilegal de armas de fuego. También la incautación de siete armas de fuego con munición, entre ellas una Five-seveN, la cual se utiliza para atravesar blindajes”, explicó el oficial.

Aunque la noticia es macabra por sí sola, ha llamado la atención por la identidad de dos de los siete implicados. Uno de ellos es Silvio Santiago Montaño Roa, de 32 años, quien es hijo de la mandataria de El Cerrito. En su poder estaba la pistola a prueba de vidrio blindado. El otro es Juan Pablo Montaño Sánchez, primo de Santiago y sobrino de Luz Dary Roa.

Hasta el momento, la Alcaldía de El Cerrito no ha emitido ningún comunicado sobre lo sucedido. Roa tampoco ha dado declaraciones a los medios de comunicación para detallar la cercanía con sus dos familiares. Las cuentas de redes sociales del municipio no han publicado contenidos desde el lunes 30.

El joven identificado como Josué Quiñones Valdés, de 17 años de edad, perdió su vida el 31 de enero por una herida de arma de fuego. De acuerdo con testigos, esta fue disparada por el arma de un uniformado en un enfrentamiento con presuntos delincuentes.

El secretario de Seguridad y Justicia, Jimmy Dranguet, aseguró que los delincuentes atacaron con arma de fuego a los uniformados del Modelo Nacional de Vigilancia por Cuadrantes, quienes se encontraban en labores de patrullaje. Las autoridades adelantan las investigaciones correspondientes para determinar responsabilidades.

“Es irresponsable decir que la Policía es responsable de los hechos, pero las investigaciones nos permitirán establecer y esclarecer lo que pasó. Se están haciendo los cotejos balísticos, la Policía usa un arma que es privativa de la fuerza pública y correlacionando el proyectil que se encontró en el cuerpo del menor, podremos establecer que arma fue la que generó su muerte”, indicó Dranguet.

El funcionario explicó que el protocolo para este tipo de casos, en los que miembros de la Policía están involucrados, consiste en entregar las armas para hacer el cotejo balístico e identificar cuál fue el proyectil que impactó a Josué y causó su muerte.