A 20 años de cárcel fue condenado profesor por abusar sexualmente de sus alumnos en Bucaramanga

En la investigación se encontró que el docente les ponía a los menores esposas, les vendaba los ojos y los amarraba para agredirlos sexualmente

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El hombre grababa los abusos
El hombre grababa los abusos sexuales. Foto: Fiscalía.

A la cárcel Modelo de Bucaramanga fue enviado el profesor de artes digitales Juan Sebastián Gómez Rosas por haber abusado sexualmente de tres menores de edad. Según la Fiscalía, el hombre aprovechaba su condición de docente para dictar clases particulares en su casa y acceder carnalmente a los menores.

En la investigación se encontró que el docente les ponía a los menores esposas, les vendaba los ojos y los amarraba para agredirlos sexualmente.

Gómez, que dictaba clases en la academia ‘Aplícate’, estaba preso desde hace 13 meses por presuntos abusos sexuales a dos niñas de 11 años mediante supuestos retos que terminaban en violaciones que eran registradas en videos. Por eso, colectivos de derechos humanos alertaron, previo a la reciente sentencia, sobre la posibilidad de que el hombre quedara en libertad.

La preocupante situación de abuso sexual contra menores en Guaviare

Menores de edad de las
Menores de edad de las comunidades indígenas indígenas nukak y jiw son víctimas de abusos sexuales. (Colprensa - Mauricio Alvarado)

En las últimas semanas, salieron a flote diferentes denuncias sobre presuntos abusos sexuales a niñas y adolescentes en San José del Guaviare, capital de Guaviare, sobre todo en la vía 40, donde funcionaría una zona de tolerancia. Allí, a altas horas de la noche, se verían niños sentados en los andenes.

Los menores harían parte de las comunidades indígenas nukak y jiw, que viven en asentamientos ubicados en cercanías al casco urbano de San José del Guaviare. Medios como El Tiempo y Semana afirman que estarían expuestos al consumo de licor y drogas.

Pero, lo más grave, es que esos menores serían utilizados para turismo sexual, y abusados por mayores de edad. “No solo borrachos, militares o los propios indígenas están abusando de los niños. Los taxistas llegan hasta los asentamientos, llevan turistas o ellos mismos saben que en ciertos puntos pueden ofrecer algo de dinero o comida para complacer sus aberraciones”, le relató una líder social a la revista Semana.

Años atrás, en 2019, la capital de Guaviare ya había sido noticia por un caso de abuso sexual masivo que dejó como responsables a miembros del Ejército. En aquella ocasión, la ONU advirtió que al menos seis soldados secuestraron y violaron a una menor nukak.

La opinión pública se escandalizó y comenzaron las investigaciones, pero, cuatro años después, no han llevado a ninguna conclusión. De hecho, las relaciones sexuales con niñas de corta edad son comunes en esa región del país, y hasta las autoridades saben lo que pasa ahí sin que se haga nada.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hizo dos recorridos por el municipio y afirmó que no encontró nada sospechoso. “Hicimos el ejercicio, con la directora de protección, fuimos dos veces, pero infortunadamente no hubo un niño”, dijo Joaquín Mendieta, director regional de la entidad.

La Procuradora General, Margarita Cabello, envió una comisión especial a la zona para verificar la situación. Según el Gobierno nacional, en los últimos cuatro años se reportaron 587 casos de supuesto abuso sexual contra niños y adolescentes.

Se conoce que muchos de los casos de prostitución de menores de edad son avalados por sus padres o tutores, que terminan lucrándose a cambio de vender a los pequeños.

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