“Pepe Cáceres”, el hombre detrás de la figura del toreo

La película, que se estrena el 19 de enero en las principales salas del país, narra la historia de uno de los matadores más importantes de la tauromaquia en Colombia. Infobae habló con uno de los directores de la película, Sebastián Eslava, hijo de Cáceres

Guardar

Si José Humberto Eslava Cáceres, mejor conocido como Pepe Cáceres, no hubiera muerto tras ser embestido por un toro de lidia en Sogamoso, quizás hubiera podido continuar en el ruedo hasta donde se lo hubiera permitido la vida. Si Pepe Cáceres hubiera hecho realidad uno de sus amores de la juventud, con seguridad no existirían sus hijos Sebastián y Adriana Eslava.

Si Sebastián, y su colega Camilo Molano Parra, no se hubieran obsesionado con la historia de Pepe, la película Pepe Cáceres no se estrenaría el 19 de enero en las principales salas de cine de Colombia, y entonces su recuerdo hubiera quedado solo en la memoria de unos cuantos, en unos videos de archivo en España, recortes de periódicos y fotografías amarillas.

La película es protagonizada por
La película es protagonizada por Sebastián Eslava, Valeria Galviz y Sara Cassanovas. Cortesía.

El último recuerdo que tiene Sebastián Eslava de su padre, advierte el actor y director de cine así como puede ser inventado, puede ser real. Eslava tenía solo dos años cuando Pepe murió. En su recuerdo, que dice está ligado a los sentidos, el pequeño Sebastián subía a paso acelerado las escaleras de la casa en la que vivía, llegaba al despacho de su papá, que al verlo, lo cargaba en sus piernas mientras fumaba una pipa.

Hay quien dice los recuerdos son una ficción, pues cada vez que se intenta acceder a ellos, estos cambian y mutan. Algunos recuerdos, muchas veces traducidos en ficciones, logran, en algunos casos, superar el olvido y hablan de su tiempo y de las personas que vivieron esos tiempos, hoy inaccesibles. Eso pasa con los recuerdos que tiene Eslava de su padre en Pepe Cáceres.

La película es una suerte de rompecabezas, un trabajo de 17 años que se ha venido armando hasta dar como resultado una narración compacta, de diálogos divertidos y una belleza formal con la que pretende, más allá de la crueldad que se esconde tras práctica del toreo, contar la historia de uno de los toreros más afamados de la historia colombiana. Un hombre y un padre prácticamente desconocido para Sebastián Eslava, al que, poco a poco, en el proceso de creación, fue desentrañando.

En la imágen de la
En la imágen de la izquierda, Pepe Cáceres al lado de Ernest Hemingway y en la imágen de la derecha Pepe Cáceres acompañado de Pablo Picasso.

La película narra un lapso muy contenido de la vida del torero, desde su infancia en Honda, cuando la curiosidad lo llevó a soltar una vaca e intentar torearla, hasta su juventud en donde no solo toca la gloria con los dedos, la seduce y envuelve en su capote, hasta ganarse —para algunos— el prestigio que otorga el enfrentarse a un animal, ya provocado por el hombre, ya alterado por las heridas, y salir invicto del ruedo.

Esta violencia, propia de la tauromaquia, es tocada con pinzas en la película. La brutalidad del toreo se sugiere, pero no se esconde, es un vehículo para contar la historia de un hombre y contar su lado humano, dice Eslava.

Sobre la prohibición, advierte: “yo creo que, como decía Gabriel García Márquez, ‘que se acaben cuando la gente deje de ir’. Algunas veces hay mucha ignorancia frente al tema y la manipulación política se aprovecha para conseguir cosas. Yo simplemente invito a la gente a que antes de tomar una posición, independientemente de si les gusta o no, es a conocer un poquito más. Creo que la película puede ayudar a que tengan una percepción un poco más amplia y más humana del toreo”.

Al respecto, Luis Hoyos, que interpreta al padre de Cáceres en la película, dice:

Para esta suerte de homenaje a hombre, más que al torero, la película explora los resquicios de la vida de la primera gran figura del toreo colombiano, un hombre que se codeó, en España, con personajes como Picasso, Hemmingway y que compartió ruedo con Luis Miguel Dominguín. Eslava intenta desnudar a su padre poniéndose en su piel, no solo mostrando al hombre seguro de sus sueños, sino al que tuvo que renunciar a todo para dejar de ser Joselito Eslava y convertirse en Pepe Cáceres, un matador al que le cuesta arrancarle la vida al toro y que halla su destino en los errores cometidos en la arena.

Sebastián Eslava, hijo de Pepe
Sebastián Eslava, hijo de Pepe Cáceres, interpreta al protagonista de la película y también es uno los directores.

Del héroe al hombre

Hemmingway, en El verano peligroso, escribió, sobre el valor del torero, que va más allá que enfrentarse a la muerte:

En una de las escenas de la película, uno de los personajes le dice al joven torero, “más que el traje de luces, lo importante es el valor”, y como una epifanía, surge el cambio de un personaje que desde un corral de una finca del Tolima pasa a las plazas de los pueblos y evoluciona para convertirse en una estrella sobre las plazas más importantes.

Pero este Pepe Cáceres, el de la ficción, tiene una peculiaridad adicional: es su propio hijo, el director de la película, Sebastián Eslava, que en su rol de actor, imprime pasión y valentía a escenas cargadas de fuerza, partiendo del conocimiento sobre lo que le contaron, a través de los objetos y retratos de un padre fallecido.

Pepe Cáceres murió cuando Sebastián tenía dos años. El Pepe Cáceres niño vio a su papá suicidarse, según se ve en la película. Los dos comparten ese vacío.

Sebastián Eslava presenta, 17 años después de haber decidido hacer la película, entre verónicas, naturales y pases de pecho la historia de su padre y de Pepe Cáceres, la figura del toreo. Una historia que fue encontrando en fotos refundidas como agüeros, trajes de luces, capotes y montera.

En la foto, una de
En la foto, una de las escenas de la película. La imágen por momentos se convierte en poesía.

Seguir leyendo: