China apela a las alianzas de la Segunda Guerra Mundial y busca apoyo en Europa contra Japón

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Personal diplomático de China pidió a funcionarios británicos y franceses que estuvieran de su lado en la división que tienen con Tokio por la disputa sobre Taiwán.

La presión diplomática de China contra Japón por su apoyo a Taiwán se ha dirigido al presidente Donald Trump, a las Naciones Unidas y, ahora, a dos de los socios europeos más cercanos a Tokio.

La semana pasada, en conversaciones por separado con funcionarios británicos y franceses de alto rango, el principal diplomático de Pekín, Wang Yi, aludió a las victorias de sus naciones sobre Japón imperial durante la Segunda Guerra Mundial y los instó a ponerse de nuevo del lado de China en la división cada vez más profunda que esta tiene con Tokio.

Sus comentarios constituyeron el intento más reciente de China de recabar apoyos en una disputa que se ha recrudecido durante semanas, desde que la nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, insinuó que su país podría intervenir militarmente si China atacaba Taiwán.

El 7 de noviembre, Takaichi declaró ante el Parlamento japonés que cualquier intento de China de bloquear o apoderarse de Taiwán podría constituir una "situación que amenazara la supervivencia" de Japón, lo que implicaba una posible respuesta militar. Sus comentarios reflejaban una política japonesa sostenida durante mucho tiempo, pero que rara vez se ha verbalizado.

Pekín, que afirma que Taiwán, autogobernado, forma parte del territorio chino, ha respondido con furia. Acusó a Takaichi de cruzar una "línea roja" y exigió una retractación. Ha pedido a millones de turistas chinos evitar Japón, ha cancelado cientos de vuelos y ha prohibido la importación de pescados y mariscos japoneses. Incluso artistas japoneses han visto cómo se cancelaban abruptamente sus actuaciones en China; una de ellas, en Shanghái la semana pasada, fue cancelada en mitad de una canción.

El mes pasado, China le envió una carta a António Guterres, secretario general de la ONU, en la que acusaba a Takaichi de violar el derecho internacional y añadió que la carta se distribuiría entre los Estados miembros. Xi Jinping, el máximo dirigente chino, llamó al presidente Trump y le dio a entender que los dos países, tras haber luchado "hombro con hombro contra el fascismo y el militarismo" en la Segunda Guerra Mundial, deberían contraatacar juntos a Japón.

Mucho antes de que Takaichi hiciera su comentario, Xi había estado aumentando la presión sobre Taiwán y su presidente, Lai Ching-te, a quien Pekín califica como un peligroso separatista.

"China quiere aislar a Japón y asegurarse de que otros miembros clave de la comunidad internacional no se alejen de su preciado 'principio de una sola China'", dijo Jean-Pierre Cabestan, experto en China del Centro Asiático de París, refiriéndose a la postura oficial de Pekín de que Taiwán es una parte inalienable del territorio chino.

Algunos analistas afirman que Xi puede sentirse envalentonado porque Trump ha hecho menos que sus predecesores, militar o económicamente, para tranquilizar a Taiwán o a los aliados estadounidenses vecinos ante el ascenso de China. Trump le "ha enviado mensajes contradictorios a Taiwán que no han ayudado y han preocupado a los aliados de Estados Unidos en la región", añadió Cabestan.

Durante la reunión que Wang tuvo el jueves en Pekín con Jonathan Powell, asesor británico de seguridad exterior, y la llamada que realizó el viernes con Emmanuel Bonne, asesor presidencial francés de política exterior, les pidió a ambos países europeos que siguieran respetando el principio de una sola China.

Al hacerlo, Wang eludió la postura más matizada que mantienen el Reino Unido y Francia sobre China y Taiwán. Ambas naciones reconocen diplomáticamente a Pekín, no a Taipéi, pero también apoyan el statu quo y se oponen a cualquier esfuerzo de China por utilizar la fuerza en el estrecho de Taiwán o a la amenaza de hacerlo.

Al igual que Xi hizo con Trump, Wang intentó apelar a la historia compartida de sus naciones en la lucha contra Japón y les pidió "salvaguardar los resultados" de la Segunda Guerra Mundial.

"Los comentarios provocadores sobre Taiwán de la dirigente japonesa en funciones están haciendo retroceder descaradamente la rueda de la historia e infringen la soberanía y la integridad territorial de China", le dijo Wang a Bonne durante la llamada, que se produjo mientras ambas partes se preparaban para una visita de tres días a China esta semana del presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Pekín se ha sentido frustrado por lo que considera un continuo apoyo europeo a Taiwán, dijo Noah Barkin, experto en relaciones chino-europeas de la empresa de investigación Rhodium Group.

En octubre, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, canceló un viaje a Pekín debido a las tensiones surgidas después de que criticara el "comportamiento agresivo" de China en el estrecho de Taiwán. El mes pasado, el vicepresidente de Taiwán, Hsiao Bi-khim, habló ante el Parlamento europeo en Bruselas, y su expresidenta Tsai Ing-wen pronunció un discurso en una conferencia en Berlín.

"En Pekín crecen la preocupación por el aumento del compromiso europeo con Taiwán y la determinación de cortarlo de raíz", dijo Barkin.

"Plantear el conflicto de Japón a las capitales europeas forma parte de esta campaña", dijo. "El mensaje es: 'No cruces nuestras líneas rojas como ha hecho Japón o responderemos'".

Es poco probable que esa campaña resulte persuasiva, según los analistas. A los países europeos aún les duele la decisión de China de imponer nuevos controles a la exportación de minerales de tierras raras y siguen frustrados por el apoyo de Pekín a la guerra de Rusia en Ucrania.

Shen Dingli, experto en política exterior con sede en Shanghái, dijo que China corría el riesgo de extralimitarse en sus descarados esfuerzos por frenar a Japón. Dijo que sería contrario a los intereses estadounidenses y europeos que Taiwán cayera bajo control chino y que, por tanto, instar a Occidente a ponerse de parte de China sería "insensato".

"Taiwán es un asunto interno de China", dijo Shen. "¿Cómo puede internacionalizarse un asunto interno?".

Berry Wang colaboró con reportería desde Hong Kong.

David Pierson cubre la política exterior china y el compromiso económico y cultural de China con el mundo. Es periodista desde hace más de dos décadas.

Berry Wang colaboró con reportería desde Hong Kong.