Elecciones en Chile: lo que hay que saber

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El país ha introducido el voto obligatorio para estos comicios, lo que podría llevar a las urnas a una oleada de jóvenes. Las encuestas muestran que los candidatos de derecha serían los más favorecidos.

El domingo, los chilenos se dirigen a las urnas en unas elecciones nacionales para las cuales los candidatos presidenciales se han esforzado por superarse mutuamente prometiendo férreas medidas contra la delincuencia y la inmigración.

Los narcotraficantes deben estar "en la cárcel o en el cementerio", dijo Evelyn Matthei. "Bala o cárcel" dijo otro, Franco Parisi, al considerar el narcotráfico "narcoterrorismo". Y un tercer candidato, Johannes Kaiser, propuso ejecuciones para determinados delitos.

Sin embargo, a pesar de que el tenor de la campaña parecía mostrar un claro giro a la derecha, una nueva ley de votación obligatoria puede impulsar a millones de nuevos votantes a las urnas, lo que añade una dimensión de impredecibilidad al proceso.

Cuatro años después de que los chilenos eligieron a Gabriel Boric, un presidente joven y progresista que muchos veían como el símbolo de una nueva era para la izquierda latinoamericana, el país se enfrenta ahora a un electorado profundamente polarizado. Muchos votantes están preocupados por un aumento en la inmigración y el crimen vinculado a redes trasnacionales en el que ha sido durante mucho tiempo uno de los países más seguros de América Latina.

La centralidad de esta cuestión --un tema clave en el que la derecha política suele llevar ventaja-- ha impulsado la campaña de José Antonio Kast, el principal aspirante conservador, quien ha tomado prestado abundantemente del manual de jugadas del presidente Trump. Pero también ha reforzado el ascenso de Kaiser, quien se ha situado a la derecha de Kast, y ha prometido un liberalismo de Estado reducido y una postura estricta con el crimen y la inmigración.

Se prevé que la votación de este fin de semana sea la primera de dos vueltas, ya que no se espera que ninguno de los candidatos consiga una mayoría absoluta. Las encuestas muestran que los candidatos con más probabilidades de llegar a una segunda vuelta son Kast y --porque los candidatos de tendencia derechista dividirán el voto conservador-- Jeannette Jara, integrante del Partido Comunista.

¿Quiénes son los candidatos?

Kast, de 59 años, integrante del Partido Republicano y hermano de un exministro que ejerció durante la dictadura militar del general Augusto Pinochet, se presenta a las elecciones presidenciales por tercera vez. Surgió en 2017 como un candidato de derecha que defendía parte del legado de Pinochet y se oponía al aborto. Esta vez, ha dejado de lado muchas de sus propuestas más divisivas para centrarse en la lucha contra la delincuencia y la inmigración ilegal.

Jara, de 51 años, exministra del gobierno de Boric, es integrante del Partido Comunista de Chile. Muchos observadores afirman que sus propuestas están más en línea con la agenda reformista de centro-izquierda adoptada por Boric. Ha prometido hacer más generosas las pensiones, reducir las facturas de electricidad y construir decenas de miles de nuevas viviendas.

Kaiser, de 49 años, quien fuera comentarista de YouTube y electo legislador en 2021, ha ganado seguidores en los últimos cuatro años con mensajes que llaman la atención en internet y en discursos en el Congreso. El también fundador del Partido Nacional Libertario ha cuestionado los programas de vacunación de Chile, se ha opuesto al aborto y ha defendido un papel mínimo del Estado en la atención a los ciudadanos, incluida la reducción del número de ministerios. Ha prometido retirar a Chile de los acuerdos climáticos y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

¿Qué dicen las encuestas?

Los últimos sondeos de opinión muestran a Jara a la cabeza, con un 30 por ciento de apoyo de los votantes, seguida de Kast, con un 22 por ciento, y Kaiser, con un 15 por ciento. Si se mantuvieran estos sondeos, Jara se enfrentaría a Kast en una segunda vuelta el mes que viene, y los expertos políticos afirman que el candidato conservador, Kaiser, es el mejor posicionado para heredar la gran mayoría de los votos de los otros contendientes de derechas.

"Se espera ampliamente que Chile sea el último de una serie de países de América Latina en virar a la derecha", dijo Brian Winter, editor de Americas Quarterly, siguiendo a países como Argentina y Bolivia.

Aunque Kast perdió ante Boric en la segunda vuelta de hace cuatro años, los analistas afirman que esta vez la presencia de un candidato a su derecha le ha ayudado a mostrarse más moderado, lo que ha atraído a votantes más centristas.

La segunda vuelta parece que será entre una candidata comunista y uno de ultraderecha, algo que "hace cuatro años parecía poco razonable", pero no así ahora, según dijo Eduardo Engel, economista que asesoró a Boric antes de la segunda vuelta de hace cuatro años.

Chile introdujo el voto obligatorio en 2023, lo que se espera que lleve a las urnas a millones de personas anteriormente desvinculadas, y políticamente impredecibles.

Claudia Heiss, politóloga chilena, dijo que se trataba de un cambio enorme y un electorado enfadado.

En un mitin reciente, Kaiser preguntó cuántos asistentes estaban en su primer acto político o se involucraban en política por primera vez. Se alzó una multitud de manos.

¿Cuáles son los principales problemas?

El aumento de los delitos violentos asociados a la expansión de las redes delictivas transnacionales ha catapultado el tema de la seguridad al primer plano de las preocupaciones de los votantes chilenos. Las encuestas mostraron que el 63 por ciento de los adultos dijeron que los delitos violentos estaban entre sus principales prioridades.

Gloria Romero, 67 años, jubilada de Santiago, dijo en un reciente mitin de Kast en Santiago que Chile no solía ser así y describió una sensación colectiva de inseguridad y miedo.

En el mitin, Kast describió un país en estado de crisis aguda, arremetió contra los criminales que aterrorizan a la población y elogió a las fuerzas de seguridad chilenas.

La noche siguiente, Kaiser pidió un minuto de silencio por los policías que habían perdido la vida en acto de servicio.

Muchos de los partidarios de los candidatos de la derecha también se quejaron de la inmigración ilegal procedente de Venezuela. Desde 2017, 711.000 venezolanos han solicitado la residencia en el país.

Kaiser ha dicho que su primera prioridad sería expulsar a todos los migrantes indocumentados.

Miguel Escarate, de 68 años, que maneja mercancías de Santiago, y solía votar socialdemócrata, dijo que iba a dar su voto a Kaiser para que expulse de Chile a los extranjeros en grandes cantidades.

La candidata comunista, Jara, ha dicho que piensa combatir el crimen a través del fortalecimiento de las capacidades de las fuerzas de la ley y el orden.

Choque de culturas

Jara y sus oponentes de derecha ofrecen visiones radicalmente distintas para un país que durante mucho tiempo se ha considerado un éxito de las políticas económicas neoliberales, con desregulaciones y privatizaciones generalizadas.

Mientras que Jara quiere aumentar el papel "activo" del Estado en la economía, Kast y Kaiser promueven las políticas económicas libertarias adoptadas por el presidente de Argentina, Javier Milei, quien llegó al cargo prometiendo atacar la inflación recortando drásticamente el gasto público y transformando la economía del país.

Los candidatos también tienen opiniones radicalmente distintas sobre la brutal dictadura militar que gobernó Chile desde 1973 durante casi dos décadas, que cometió abusos contra los derechos humanos y torturó y asesinó a personas. Cientos de personas desaparecieron durante esa época.

The candidates also have radically different views regarding the brutal military dictatorship that governed Chile from 1973 for nearly two decades, committing human rights abuses, and torturing and murdering people. Hundreds disappeared during that era.

Mientras que Jara ha condenado la dictadura de Pinochet, algunos de sus oponentes han manifestado nostalgia por aquellos tiempos. El año pasado, Kaiser dijo que apoyaría "absolutamente" un golpe militar si se dieran ahora las mismas condiciones de caos económico que, según él, se dieron en 1973, cuando el general Pinochet tomó el poder.

Emma Bubola es una reportera del Times radicada en Roma.