
El joven socialdemócrata musulmán que ganó la contienda el martes es visto en todo el mundo como un icono, una amenaza o una prueba del sueño americano.
Al mismo tiempo que la noticia de la asombrosa victoria del joven socialdemócrata musulmán se extendía de Queens a Washington y a California, también resonaba en rincones del mundo donde las elecciones locales estadounidenses suelen pasar desapercibidas.
La elección de Zohran Mamdani como primer alcalde musulmán y primer alcalde sudasiático de Nueva York captó la atención de un subconjunto de personas que ven un poco de sí mismas en este caleidoscópico hombre de 34 años.
En Nueva Delhi, los jóvenes que habían conectado instantáneamente con Mamdani por sus videos cortos en las redes sociales que hacían referencia a películas de Bollywood esperaban ahora una visita oficial del alcalde electo, cuyos padres nacieron en la India.
En Estambul, las mujeres jóvenes de clase media estaban embelesadas ante las publicaciones de Instagram de Mamdani y su esposa como símbolo de los musulmanes cosmopolitas de las grandes ciudades, adorando la forma en que ambos se miran.
En Dakar, Senegal, donde el promedio de edad es de 19 años, un profesor ya había empezado a planear una clase sobre el perdurable sueño americano, maravillado por el ascenso de un joven migrante en una nación que cada vez se ha replegado más sobre sí misma.
Aunque la reacción a la victoria de Mamdani no se puede comparar con el fenómeno mundial que se produjo en torno a Barack Obama cuando ganó las elecciones presidenciales de 2008, es indiscutiblemente una inspiración en algunos círculos, especialmente entre los activistas que se han creado un espacio en sus respectivos países al cambiar la política y las políticas arraigadas desde hace mucho tiempo.
"Las personas que se ven reflejadas en él son las mismas que ahora están transformando la política en todo el sur global: jóvenes, desilusionadas, impacientes por la corrupción y la desigualdad, pero recién convencidas de que pueden construir algo mejor", dijo William Shoki, escritor residente en Sudáfrica y editor del sitio web Africa Is a Country .
Al igual que Obama, Mamdani es un ciudadano global en muchos sentidos. Nació en Uganda y allí pasó sus primeros años. Su familia emigró a Nueva York; él se nacionalizó en 2018 y sigue teniendo la doble nacionalidad ugandesa.
La campaña de Mamdani no giró en torno a la política de identidad, sino que impulsó una plataforma de asequibilidad. Sin embargo, en algunos círculos extranjeros, su identidad se infló.
Su ascenso ocupó titulares en todo el mundo, algunos de ellos nada elogiosos.
En India, el hecho de que Mamdani hubiera censurado al primer ministro Narendra Modi calificándolo como "criminal de guerra" provocó la ira de la derecha hindú; un parlamentario del partido gobernante publicó en las redes sociales que Mamdani "está dispuesto a acabar con el hinduismo". El periódico israelí Haaretz citó a un enviado israelí que calificó a Mamdani de "amenaza clara e inmediata para la comunidad judía de Nueva York". (En su discurso de victoria del martes, Mamdani mantuvo que su gobierno se mantendría "firme junto a los neoyorquinos judíos sin vacilar en la lucha contra el azote del antisemitismo").
Algunas destacadas figuras políticas y de los medios de comunicación de Europa del este se inquietaron por las inclinaciones políticas del alcalde electo, exageraron sus opiniones y lo calificaron de comunista.
"Una vez tuvimos un país que controlaba no solo los precios, sino también los pensamientos de la gente", escribió en Facebook Yuriy Lukanov, una figura pública ucraniana. "La suciedad de los cerebros comunistas se ha filtrado en los estadounidenses".
En Berlín, algunos periodistas señalaron que las opiniones socialistas democráticas de Mamdani son ampliamente mayoritarias, especialmente en lo que se refiere al control de los alquileres y el transporte público. Algunos medios de comunicación italianos se maravillaron de la elección de un socialista musulmán en el hogar de Wall Street. La izquierda francesa aclamó su victoria; la derecha francesa temió el ascenso de "la izquierda woke e islamista".
En Ucrania, Vitaliy Dudin, abogado, dijo que el carisma de Mamdani le recordaba al presidente Volodímir Zelenski, y escribió en Facebook: "Ahora Estados Unidos se parece aún más a Ucrania".
Muchas personas de todo el mundo vieron en la elección de Mamdani un reflejo de sus propias luchas.
Utsav Guhathakurta, un músico de Calcuta, estuvo pegado al desarrollo de los resultados electorales del martes por la noche, a miles de kilómetros de distancia, con la esperanza de una victoria de Mamdani.
Mamdani había llamado la atención de Guhathakurta cuando apareció en su Instagram una publicación del candidato quejándose del aumento del precio del pollo o el cordero sobre arroz de un carrito halal. Siguió la campaña porque podía identificarse con los valores políticos de Mamdani, especialmente su defensa de un mejor transporte público y una vivienda asequible.
"Los temas de los que hablaba resonaron mucho conmigo: alguien que en 2025 es un milénial urbano", dijo Guhathakurta.
La conexión de Mamdani con los jóvenes y los problemas que enfrentan contribuyó a su victoria en Nueva York, pero también captó el estado de ánimo de muchos líderes jóvenes de todo el mundo, donde los levantamientos juveniles contra sistemas políticos arraigados han impulsado protestas en varios países y derrocado gobiernos en Madagascar y Nepal.
"Estados Unidos tiene un futuro mejor con este tipo de gente", dijo Sunil Phuyal, líder del movimiento Gen Z, o generación Z, en Nepal. "La gente de Nueva York está bendecida".
En Uganda, donde Mamdani pasó sus primeros años y adonde regresó durante el verano para celebrar su boda, su nombre no es muy conocido. Pero quienes lo conocen celebraron su victoria.
En Kampala, la capital, algunos residentes se identificaron inmediatamente con la relativa juventud de Mamdani y esperaban que introdujera cambios que su propio país pudiera considerar un modelo a seguir.
"Ver a Mamdani defendiendo la creación de más oportunidades para los jóvenes en Estados Unidos debería inspirar ahora a nuestros líderes de aquí a crear más oportunidades para los jóvenes de Uganda", dijo Gerald Norman Katongole, quien vive en Kampala.
En Dakar, la capital de Senegal, una nación mayoritariamente musulmana, Diome Faye tomó nota de la candidatura de Mamdani, sorprendido de que un migrante musulmán estuviera ganando adeptos en una nación que ha intentado cerrar sus fronteras.
En su curso de literatura y civilización estadounidense en la Universidad Cheikh Anta Diop, Faye planea enseñar a sus alumnos el ascenso de Mamdani. Es, dijo, una señal de que los valores estadounidenses perseveran.
"Lo que quiero enseñarles es que Estados Unidos sigue manteniendo sus valores fundacionales", dijo. "Todavía se puede alcanzar el sueño americano de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".
Colaboraron con la reportería Alex Travelli, Suhasini Raj, Pragati K.B., Safak Timur, Hannah Beech, Christopher F. Schuetze, Matthew Mpoke Bigg, Musinguzi Blanshe, Kim Barker, Nataliia Novosolova, Motoko Rich y Aurelien Breeden.
Dionne Searcey es una reportera del Times que escribe sobre la riqueza y el poder en Nueva York y otros lugares.
Colaboraron con la reportería Alex Travelli, Suhasini Raj, Pragati K.B., Safak Timur, Hannah Beech, Christopher F. Schuetze, Matthew Mpoke Bigg, Musinguzi Blanshe, Kim Barker, Nataliia Novosolova, Motoko Rich y Aurelien Breeden.
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